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Kiko Rivera vs Isabel Pantoja: los momentos más polémicos de la última batalla | La cara B de la maldición de Cantora

La contracrónica del escándalo

Kiko Rivera enciende el ventilador de la polémica desgranando los engaños de su madre desde que tenía dos años en una noche televisa histórica

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La noche histórica de Kiko Rivera contra su madre Isabel Pantoja

LVD

El maratón que lleva Mediaset con la guerra entra Isabel Pantoja y su hijo, Kiko Rivera, podría competir en las proyecciones que tienen lugar en el Festival de Sitges con películas de zombis. A este ritmo, de ser una cadena, en este caso Telecinco, que está siguiendo el devenir del caso Pantora pasará a ser una cadena temática donde, de vez en cuando, hay algún hueco para informativos o alguna serie.

Vaya, que agradecidos deben estar a las familias Rivera y Pantoja (ya me perdonarán si el orden no es correcto y cae alguna demanda por ello) a las que ya pueden nombrar empleadas del mes. El último fuego de artificio fue un especial informativo para la noche del viernes- ¡viernes 13!- llamado Cantora: la herencia envenenada. Un espacio donde supuestamente el dj se iba a enterar al mismo tiempo que el espectador de los entresijos y secretos de las últimas voluntades de Paquirri y que hasta el último momento, según asegura la cadena, la tonadillera ha tratado de impedir su emisión.No solo no lo logró, sino que el programa registró una audiencia espectacular con un 31,5% de cuota de pantalla y 3,7 millones de espectadores. Vaya, que La voz, en la competencia, terminó afónica (13,9% de share)

El torero Paquirri sujeta a su hijo, un recién nacido Kiko Rivera.

REDES

De entrada hay cosas que hacen un tufo sospechoso. Ni es medio normal que una madre se entere por la televisión (fue en el Sábado Deluxe del pasado 17 de octubre) que su hijo sufre una depresión de caballo, ni tampoco lo es que un hijo con sus 36 años (los mismos que llevamos de guerra familiar) tenga que ir a un programa de televisión para saber si su madre le ha traicionado o no con el testamento de su padre. Una perturbadora realidad que habla no muy bien de la puesta en escena con la que se van sucediendo los acontecimientos y que debería poner al espectador en alerta ante posibles tomaduras de pelo, puesto que todas estas intervenciones terminan siempre de la misma manera: cobrando por programa o exclusiva dada en cada revista.

Bien, supongamos que nos chupamos el dedo y somos de aquellos que todavía creemos que entra un ratoncito en nuestra habitación cuando se nos cae un diente. Cogemos las palomitas y procedemos a ver un programa de cuatro horas sobre una batalla campal entre dos sagas familiares que se gestó a partir de la muerte de Paquirri el 26 de septiembre de 1984. Hay otro dato antes de analizar el contenido del especial tremendamente revelador: el mismo grupo que está resucitando por entregas los fantasmas del pasado de Isabel Pantoja es el que paralelamente le ofrece a la tonadillera un millonario contrato con la cadena con una supuesta continuidad que parece que se está negociando.

La guerra entre Isabel Pantoja y Kiko Rivera es cada vez más intensa

LVD

O Vasile quiere atar a la tonadillera para terminar rematándola en el ring, o tampoco se entiende muy bien que los que te den un plato caliente para comer te pongan la cabeza en el microondas. Lo mismo para la otra parte: cobro una cantidad descomunal para ser jurado de un talent musical de niños a la par que asisto a mi propio entierro como la llamada ‘viuda de España’. Curioso ver en las promociones de Telecinco a una Pantoja entregada con los más pequeños para, en cuestión de segundos, recuperar sus peores imágenes de archivo que ensalcen el calvario por el que está atravesando.

Como si de un gran evento deportivo se tratara, Kiko Rivera apareció en Sálvame Tomate una hora antes del especial para hacer una previa de lo que estaba por venir: ataviado con su inseparable sudadera y gorra y ante una gran foto de su madre en uno de los pasillos de Mediaset (esta cadena es única creando momentos televisivos) iba lanzando titulares a cada frase que pronunciaba. Llevaba con él una carpeta plagada de documentos que había logrado en su investigación- es de suponer con la ayuda de sus abogados- en Fuengirola. Ya los podemos llamar “los papeles de Fuengirola” con toda la información para hundir a su madre: “Más le vale que se ponga en contacto conmigo para hablar de esto, por su bien”, amenazaba Rivera, aunque evitaba hablar de juicio o de desahuciar a su madre de Cantora.

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Mediaset

Cuando mi madre vea el programa va a sentir mucha vergüenza”

Kiko RiveraHijo de Isabel Pantoja

“Sentirá vergüenza cuanto vea el programa”, avisaba también para calentar motores, al tiempo que sentenciaba su relación con ella: “Este dolor ya no me lo va a quitar nadie, y no es por la herencia ni por nada económico”, pronunciaba. En casa pedimos una pizza, antes de que se nos indigestara la cena ante esta telenovela con tintes dramáticos: ¿Terminará la guerra ante un juez con Pantoja despidiéndose de una finca de la que con más o menos legalidad, pero una más que evidente falta de ética ha terminado por apropiarse? Solo faltaba Piqueras diciendo aquello de “apocalíptico, terrorífico”, pero con acierto periodístico dio paso a la actualidad del día. Tomamos aire antes de la batalla.

Hace 34 años que mi madre no ha sido buena conmigo. He sido su tarjeta de crédito”

Los primeros 40 minutos de programa fueron demoledores. Con el mismo look reguetonero haciendo dupla con un Jorge Javier Vázquez con el pelo teñido de azul, ambos de pie y alumbrados por un foco, la escena parecía más propia de un clip de música urbana si no fuera por la gravedad del asunto. Y es que cinco minutos fueron los que tardó Rivera en pronunciar la palabra “cárcel”, mote que hasta ahora nadie de la familia Pantoja se atrevía a invocar. Hasta 8 grandes titulares dio en tan poco tiempo, a cuál más, a cuál una sentencia más cruel que le puede dedicar un hijo a una madre. Ahí van:

1- “Ya no voy a perdonar nunca a mi madre”

2- “Prefiere el dinero antes que a sus hijos”

3- “Mi madre no tiene corazón, siempre a hecho un paripé”

4- “No sabe ni cómo se llama mi médico”

5- “He sido su tarjeta de crédito”

6- “Ahora sí que ya se ha quedado sola”

7- “La vida de mi madre es una mentira que ella se cree”

8- “Hace 34 años que mi madre no es buena persona conmigo”

Era el relato de un hijo que, más allá de estar preocupado por lo que económicamente ha perdido, sentía la profunda tristeza de haber sido engañado por la persona que más admiraba. Pero a la vez, el dj se mostró contundente con sus argumentos e incluso amenazador, repitiendo en varias ocasiones que Isabel Pantoja tenía una última oportunidad de evitar lo que él a día de hoy no quiere hacer: denunciarla ante la justicia y echarla de su casa.

Una hora y media después de empezar el especial y con la presencia en plató de diez colaboradores, entre ellos el primero de Kiko, Canales Rivera, por fin dieron paso a Kiko Rivera para que pudiera explicar lo que había descubierto sobre su madre. Como si estuviera repasando un álbum familiar con amigos (aquel momento en el que uno quiere desaparecer porque sabe que la tarde se va a complicar), habló de una trama contra él en la que señaló a tres implicados: Isabel Pantoja, Agustín Pantoja y el abogado que fue el Defensor Judicial para representar a Kiko en el reparto de la herencia del torero, Ramón Calderón. También una cuarta persona a la que no quiso nombrar aunque se entendió que era su abuela Ana, la madre de Isabel ahora muy delicada de salud. El dj de entrada tildó al abogado de “sinvergüenza” y el instó a verse en los juzgados. Cuando iba a proseguir con el esperado relato, JJ para se carga el dramatismo para recordar al espectador que se puede llevar 12.000 euros en un concurso que no tuvo ningún sentido en una noche como esta. Curioso ver a Mediaset haciendo funambulismo entre alegrías y desgracias propias y ajenas. Pasar del negro al rosa, del drama a la comedia en tiempo récord.

Llevo hipotecado desde los dos años. ¿Qué madre haría eso con su hijo?”

Finalmente, Kiko pudo poner en marcha su particular ventilador de mugre. Resumiendo mucho para aquellos que tienen poco tiempo, el hijo de Isabel Pantola acusó a su madre de hipotecar dos veces Cantora sin legitimación (85 millones de pesetas cuando él tenía dos años y 2.700.000 euros en 2002 cuando cumple 18). “Llevo hipotecado desde los dos años”, aseguraba el dj que también denunciaba la misteriosa desaparición de tres fincas de las nueve que formaban Cantora cuando la compró Paquirri y la amplió de las 66 hectáreas a 488. También aseguró que no fue en 2002 cuando su madre se quedó con el 52% de Cantora, sino en 1988 cuando él todavía era menor de edad. Recordemos que el heredero de la finca según el testamento que dejó Paquirri era Rivera y su madre era usufructuaria, aunque en una maniobra cuestionable pasó a ser propietaria de una parte de la herencia.

Para su tío Agustín, hermano de su madre, también hubo ración de sinceridad. “Es un amargado e infeliz. Debería empezar a aceptarse como es”. También le acusó de ser el responsable de “no dejar tener vida a mi madre” y de decir “que soy lo peor en todo”. Para terminar con el castillo de fuegos le llamó “mantenido”.

Mamá, deja de vivir en tu puto mundo de mierda”

Uno de los golpes magistrales de Kiko llegó a las doce y media de la noche. “¿Esta gente va a contarme algo a mí o voy a hablar yo solo?” 10 colaboradores en plató para no aportar nada de la historia. Nada. Y se hizo la luz. Habían vendido el especial como que el hijo de Isabel Pantoja se iba a enterar de todos los detalles de su herencia por el programa y al final fue el dj quien mantuvo vivo el espacio con sus confesiones. Y hay que darle todo la razón. Días de promoción vendiendo el pescado con las investigaciones que había hecho el programa y que sorprenderían a su hijo resulta que el único que mantuvo vivo la noche fue el supuesto invitado.

Al bautizo de Kiko Rivera asistieron también sus hermanos Francisco y Cayetano.

Sevilla Press

Se terminó la tranquilidad. “Mamá, deja de vivir en tu puto mundo de mierda” le espetó cuando le preguntaron sobre el seguimiento que hacía Pantoja sobre su tratamiento para salir de las adicciones. Es recordarle a Kiko que su madre le quiere mucho y el dj cambiar de cara, humor y encrudece su discurso. Su cara se desencajó cuando el periodista Antonio Rossi le recuerda que su madre vendió 100 hectáreas de la finca el 19 de mayo de 1992 y que él habría perdido aproximadamente 1,7 millones de euros por diferentes acciones. Casi tres horas de programa para recibir el primer dato que dj desconocía. No está nada mal para los especialistas del estiramiento de chicle. También llamó mucho la atención que una de las periodistas tuviera el testamento de Paquirri (lo mostró a cámara) y Rivera aún no lo haya podido ver. Error de cálculo grave de los abogados que, por lo visto, asesoraban a Kiko a través de mensajes en el móvil.

Hace 14 meses que mi madre no paga la hipoteca de Cantora”

Para los que empezaban ya a trasnochar Rivera les regaló otro titular: “Hace 14 meses que mi madre no paga la hipoteca de Cantora”, por lo que el futuro de la finca no parece a día de hoy muy luminoso. Entre eso y las cargas que tiene parece más un regalo envenenado que un objetivo por el que luchar, a pesar de Kiko esté dispuesto a luchar para que se cumpla la voluntad de su padre. También confesó que en el 2015 su tío Agustín le hizo firmar una nueva hipoteca de 1.100.000 euros que, sin saberlo, iban destinados a pagar la multa de su madre por el caso Malaya. Un año difícil para el dj, completamente enganchado a las drogas, con su madre en la cárcel y su mujer Irene Rosales embarazada de Ana.

Más confesiones. Rivera aseguró que llevó compradores para Cantora a la finca que estaban dispuesto a pagar un precio superior a lo que vale, concretamente 7 millones de euros, y que la operación no se cerró porque su madre y su tío querían 14 millones de euros. Y confesó que estaba dispuesto a ceder el dinero a su familia y solo pagar los 400.000 euros de deuda.

Momento más emocional

Fran Rivera llamó para dar su apoyo a su hermano y se termina rompiendo en directo

Fue justo antes de uno de los momentos lacrimógenos de la noche, cuando recibió la llamada de su hermana Fran Rivera, quien muy emocionado tuvo que colgar el telefono. “Es muy valiente lo que estás haciendo y solo quería darte todo mi apoyo”, aseguró el hijo de Carmen Ordóñez con un hilo de voz, provocando también la emoción de Kiko que se quedó un buen rato sin palabras. “Nunca había visto así a mi hermano”, aseguraba el dj que se lamentaba de no haberse acercado más a la familia Rivera coartado por su madre y del tiempo que había perdido. “Creo que ahora tenemos que estar los tres hermanos más unidos que nunca”, proclamó. “Sabes que eso puede ser el fin de tu relación con tu madre?”, le preguntaba JJ. “Mi relación con mi madre ya está acaba”, respondía Kiko Rivera asegurando que el 2 de agosto, aniversario de su madre, sucedió un capítulo que resultó definitivo, a priori entre su tío y él, y que ha sido el detonante de todo aunque no ha quiso desvelar qué sucedió exactamente. Él no. Pero Jorge Javier recibió un mensaje de alguien que se lo contaba y el dj, tras verlo en el móvil del presentador, le dio permiso para decirlo. ¿Se terminaba el misterio?

Misterio resuelto

¿Qué pasó el pasado 2 de agosto que cambió para siempre la relación entre Kiko e Isabel Pantoja?

Sí. El mensaje que recibe JJ es del colaborador de Sálvame José Antonio León: ese día, 2 de agosto, Kiko Rivera entró en la habitación de Paquirri, siempre cerrada, y vio que las cosas de su padre estaban ahí. Las pertenencias que en su momento Isabel Pantoja aseguró habían sido robadas estaban ahí. “Entré en shock”, explicó Rivera tremendamente impactado por la revelación, que a su vez sería delito por denuncia falsa (si es que existió de verdad) y obstrucción a la justicia. Fue casualidad, según explicó, la puerta estaba abierta y lo vio. Otras veces había estado ahí y esos objetos no estaban. “Es la noche más impactante de nuestras carreras”, aseguraba Jorge Javier al tiempo que David Valldeperas, director del programa arrojaba un dato: solo habían lanzado dos vídeos en 4 horas. El relato de Kiko había enganchado completamente.

Con la mirada triste y perdida Rivera confesaba que “me siento engañado desde que mi padre se fue. Siento un dolor inmenso y estoy destrozado; mi mente no asimila todo esto y estoy muy perdido”. Y otra dura confesión: Kiko ha sufrido recaídas en su intento de dejar las adicciones y reconocía que estaba preocupado por cómo le podía afectar que todo esto hubiera salido a la luz en un histórico viernes 13 de noviembre. “Cuando mi mujer se va de casa y me quedo solo siempre se queda alguien conmigo por si recaigo”. Tremenda sinceridad en el tramo final de la noche. Quedaba otro, eso sí, otro momento estelar, el reencuentro en un plató con su primo Canales Rivera, hjjo de Teresa Rivera, hermana de Paquirri.

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Mediaset

Otro momento esperado

El reencuentro con su primo Canales Rivera

Eran las 02:15 de la noche cuando canales, al que habían habituado un espacio fuera del plató para unos diez minutos, regresaba casi tres horas y media después sin poder evitar darle un beso a su primero. “Han pasado todos las pruebas de la Covid-19 antes de venir aquí”, se apresuró a señalar JJ antes de que las críticas asumen como es habitual en estos casos. “Me enorgullezco mucho de ti”, le aseguró Canales a su primo en un encuentro algo más frío de la esperado, posiblemente por el desgaste de la noche. Demasiadas emociones concentradas en 4 horas. Y lo que queda. Da la sensación que esto es el principio de una nueva entrega de culebrón que puede tener ya consecuencias imprevisibles. La más esperada, una posible entrevista de Isabel Pantoja que algunos auguran que verá la luz esta semana. Su imagen ha quedado completamente maltrecha tras la noche de este viernes. Se avecinan nuevas polémicas tras uno de los momentos televisivos más potentes de los últimos años. Demasiado largo, demasiado intenso.