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El día que Kiko Rivera firmó la hipoteca de Cantora

Contra la voluntad de Paquirri

A nombre de Pantomar SL, la más antigua sociedad de Isabel Pantoja, y cambiando además los porcentajes de propiedad de la finca, maniobra en la que sostiene que pudo ser engañado

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Kiko firmó una hipoteca sobre su mitad de una finca que Paquirri quiso dejarle al cien por cien para él.

Gtres/LVD

Isabel Pantoja ha sido durante décadas ‘la viuda de España’. Las imágenes de una tonadillera devastada en el entierro de Francisco Rivera ‘Paquirri’ forman parte del acervo emocional del país. Algunos dicen que ha sido incapaz de querer desde la muerte de su marido, tanto lo amaba. Sin embargo, algo debió quebrarse en su corazón cuando el testamento del torero fue abierto para descubrir que no había ninguna propiedad a su nombre. Tal vez aquel chasco llevó al punto en que hoy nos encontramos.

El torero Paquirri sujeta a su hijo, un recién nacido Kiko Rivera. Quiso dejarle el cien por cien de Cantora.

REDES

Paquirri murió en la plaza de Pozoblanco el 26 de septiembre de 1984. Lleva año y medio casado con Isabel Pantoja y con ella tuvo su tercer hijo, Kiko Rivera. El torero dejó tras de sí un matrimonio, con Carmen Ordóñez, declarado nulo y dos hijos mayores, Francisco y Cayetano. Esto es historia y todos la conocemos. También que el testamento de Paquirri fue objeto de batalla durante tres años y que las partes capitularon a 48 horas de expirar el plazo estipulado para ejecutar sus últimas voluntades.

Victoria en el último minuto

Paquirri dejó todo a sus tres hijos y derechos de usufructo repartidos entre su viuda y su padre y hermanos. Pantoja logró darle la vuelta durante tres años de negociaciones

La cantante tenía solo el usufructo pero logró ser propietaria de la mitad de Cantora.

Mediaset

El diario El País esbozaba el 26 de septiembre de 1987, tres años justos después de la muerte del torero, cuál era el lienzo de su herencia, calculada entonces alrededor de 1.000 millones de pesetas, seis millones de euros al cambio. Conviene señalar que Paquirri firmó este testamento horas antes de casarse con Isabel Pantoja. Quiso dejarlo todo bien atado.

“El 45% de la herencia de Paquirri quedará en poder de Isabel Pantoja y su hijo Francisco José. Paquirri otorgó a Isabel, además de la cuota viudal legitimaria, la mitad del usufructo del tercio de libre disposición con carácter vitalicio, lo que supone que Isabel dispondrá del uso y disfrute de la sexta parte del patrimonio aunque contraiga nuevo matrimonio.

Francisco de Asís y Antonio Cayetano, herederos a partes iguales con Francisco José, recibirán el 40% de la herencia. El padre y hermanos del torero recibirán el 15 % restante, el usufructo vitalicio de una sexta parte de la herencia, así como la nuda propiedad de esa parte, que sólo recibirán cuando Francisco José cumpla 21 años”.

Carmen Ordóñez jamás se inmiscuyó en la herencia de sus hijos.

Korpa

Supimos también entonces que ni Carmen ni Isabel quedaban facultadas para administrar la herencia de sus hijos, misión de la que se ocuparían tres albaceas designados por el torero: Fernando Morán Cabrera, Ramón Vila Jiménez, cirujano de la Real Maestranza de Sevilla y Antonio Escámez Márquez, administrador de la finca La Cantora.

Lo que no hemos sabido hasta este miércoles –gracias a las exclusivas de Semana y Lecturas– es que los tres años de negociaciones hasta llegar a un acuerdo, en realidad una claudicación, giraron en torno a la voluntad de Isabel Pantoja: la cantante quería parte de la propiedad más preciada, no solo usufructo, y consiguió su propósito.

Cambio en los porcentajes

Kiko Rivera ha crecido sabiendo que es propietario de un 49 % de Cantora y su madre, del 51 % restante decía en Lecturas. En realidad, ya no es así. Su parte es hoy del 47,6 y la de su madre, del 52,4 % según las escrituras de Cantora, que este diario ha consultado

Fragmento de las escrituras de Cantora, a las que hemos tenido acceso.

LVD

Kiko Rivera ha crecido sabiendo que es propietario de un 49 % de Cantora y su madre, del 51 % restante decía en Lecturas. En realidad, ya no es así. Su parte es hoy del 47,6 y la de su madre, del 52,4 % según las escrituras de Cantora, que este diario ha consultado: la finca, comprada por Paquirri en 1983, está situada en los pagos de Los Portichuelos, Esparraguera y Motilla y Los Porquerizos, en el término gaditano de Medina-Sidonia.

Su superficie total es de 375 Ha y el día en que Kiko firmó lo que luego veremos, se incluía una nave destinada a almacén, una plaza de tienta de 810 m2, cuadras y dependencias de 450 m2, caballerizas de 240 m2 y una vivienda de dos plantas, la baja de 637 m2 y la superior, de 460 m2. También hay garaje y piscina con aseos.

Solo ha sido recientemente cuando Kiko ha descubierto que la intención de su padre fue la de hacerlo a él propietario al 100 % de Cantora. Sin embargo, la maniobra de Pantoja era una posibilidad legal zanjada al llegar a un acuerdo con las otras dos partes, la familia Rivera Pérez y los hermanos Rivera Ordóñez, por lo que torcer la voluntad de Paquirri pudo no ser estético pero sí legítimo.

Nada encaja

A Kiko no solo le preocupa Cantora sino también los objetos personales de su padre: el torero dejó un lote para cada uno de sus hijos, asunto que Francisco y Cayetano Rivera vienen reclamando desde siempre

Kiko Rivera en ‘Sábado Deluxe’. El DJ se siente decepcionado por su madre.

Mediaset

Se plantea el DJ luchar por lo que le pertenece enfrentándose con ello a su propia madre, anunciaba en Lecturas, y ha puesto sus intereses en manos de abogados. No solo se refiere a Cantora sino también a objetos personales de su padre: el torero dejó un lote para cada uno de sus hijos, asunto que Francisco y Cayetano Rivera vienen reclamando desde siempre.

Volviendo a la finca, el DJ ha explicado que en 2002, cumplidos los 18 años, acudió a una firma ante notario pero que, confiando ciegamente en su madre, no sabe bien qué firmó y teme que cediese derechos mediante engaño. El notario que asistió a aquella firma, Emilio Esteban Hanza, habló para Vanitatis explicándose así:

“Ningún cliente puede sentirse engañado. Que no quepa ninguna duda de que cuando se firma un documento público, una escritura pública, a las partes se les lee el documento y se asegura que conozcan la información y los efectos eventuales de lo que están rubricando”. Kiko tenía 18 años, era mayor de edad y por muy “cabeza perdida” como él mismo dice que fuese en aquel momento, no puede acogerse a no saber lo que estaba firmando.

Luego llegaron otras cargas

Con aquella firma, celebrada ante notario el 11 de julio de 2002, la tonadillera logró que que Kiko hipotecase su parte de Cantora en beneficio de Pantomar SL, la más veterana sociedad de la artista

Con aquella firma, celebrada ante notario el 11 de julio de 2002, la tonadillera logró que que Kiko hipotecase su parte de Cantora en beneficio de Pantomar SL, la más veterana sociedad de la artista, constituida como prestataria de una hipoteca suscrita por ella y Kiko con Cajasur de 2.700.000 para un plazo de 20 años. Según la investigación llevaba a término por La Vanguardia , sobre La Cantora se han sucedido más anotaciones de cargas: sobre la totalidad de la finca (con Pantomar como prestataria) y sobre cada uno de los dos propietarios, Isabel y Kiko Rivera. La Agencia Tributaria aceptó el cortijo en prenda como acreedor hipotecario por un valor global de 1.100.000 euros.