En un auditorio lleno a rebosar, Donald Trump ha hablado este jueves (virtualmente, con una pantalla digna del mejor Gran Hermano) delante de la élite global del planeta reunida en Davos. Incluso antes de que pronunciara sus primeras palabras, los asistentes estaban aplaudiendo. El fundador del Foro Económico Mundial, el incombustible Klaus Schwab, ha dicho de que “es un honor” contar con su presencia (en video). Ya se puede decir, por si hubiera alguna duda, de que Davos se ha subido al carro del vencedor.
El mandatario estadounidense ha repetido varios de los conceptos que ya expresó horas después de jurar el cargo en la Casa Blanca. Por ejemplo exigió duplicar el gasto militar hasta el 5% del PIB a los países de la OTAN, lo que en países como España, que no llega ni al 2%, supondría duplicar los jiveles actuales. Pero esta vez la novedad es que se ha referido de forma explícita a Europa. Y no precisamente en buenos términos, sino con tonos amenzantes.
Según él, si baja el precio del petróleo puede acabar la guerra de Ucrania
“Europa ha tratado a muy mal a Estados Unidos”. Ha criticado que los europeos no compran suficientes productos alimentarios ni automóviles a los estadounidenses. Ha lamentado que los estados de la UE estén enfrascados en procesos regulatorios largúísimos, que implican años de espera.
“Obtuvieron 15 o 16.000 millones de Apple [en realidad no es una multa, sino una devolución de impuestos no pagados, porque la multinacional abonaba menos del 1% de sus beneficios], cobraron miles de millones de Google. Creo que están detrás de Facebook por miles y miles de millones”, ha dicho Trump. “Son empresas estadounidenses, les gusten o no y no deberían estar haciendo eso”. Hasta ha asegurado que conoce a empresarios europeos que se sienten frustrados con la burocracia europea.
En este sentido, contó con el apoyo de Ana Botín, presidenta del Santander, que estaba en el panel del debate. “Estamos encantados con tu foco en la desrregulación y en reducir la burocracia”, le ha expresado la ejecutiva. Trump le ha respondido con caballerosidad. “Conozco mucho tu banco y has hecho un trabajo fantástico. Felicidades”, le ha contestado.
Trump ha elogiado a Ana Botín: “has hecho un trabajo fantástico”
Sin mencionar el temido recurso de los aranceles, su receta es clara: “ mi mensaje a todas las empresas del mundo es simple: vengan a fabricar sus productos en Estados Unidos y disfrutarán de algunos de los impuestos más bajos del mundo. Pero si no los producen en Estados Unidos, lo cual es su derecho, entonces, muy simplemente, tendrán que pagar derechos de aduana”. Ha citado la posibilidad de rebajar los impuestos de sociedades al 15% si la factoría se abre en territorio estadounidense (en la actualidad en estados como Delaware, que es casi un paraíso fiscal, ya se puede pagar mucho menos).
Siempre con las empresas tecnológicas estadounidenses en la cabeza, el inquilino de la Casa Blanca considera que las presiones sobre las fake news y las acusaciones de desinformación de las redes sociales no son otra cosa que “intentos de censura”, una frase que llega el día después de que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, pidiera el fin del anonimato de los usuarios de las plataformas y acusara a los gigantes tecnológicos de contribuir a intoxicar y a interferir en la vida públíca europea.
A escala geopolítica, Trump ha establecido una curiosa relación entre el precio del petróleo y la guerra de Ucrania. “Voy a pedirle a Arabia Saudita y a la OPEP que bajen el precio del petróleo, y honestamente me sorprende que no lo hayan hecho antes de las elecciones. Si el precio fuera más bajo, ”La guerra en Ucrania terminaría inmediatamente", ha insistido.
El presidente lamenta el trato fiscal y las multas a las firmas tecnológicas de EE.UU.
El presidente de Estados Unidos ha afirmado que “esta guerra nunca tendría que haber comenzado”, incluso ha llegado a decir que con él en la Casa Blanca “nunca habría empezado”, salvo olivdar de que después de la invasión rusa en 2022 afirmó que “Putin era un genio”.
“Con la caída de los precios del petróleo, exijo que las tasas de interés bajen inmediatamente y, de la misma manera, deberían bajar en todo el mundo", ha reclamado Trump. Mensaje para Reserva Federal, que se reúne la semana que viene.
En todo caso, después de amenazar a Europa, el republicano también ha aprovechado la ocasión para lanzar su anatema sobre Canadá. “Estados Unidos no necesita el petróleo, el gas, los automóviles ni la madera canadienses ” y ha reafirmado su sugerencia de que Canadá se convierta en el estado número 51 de Estados Unidos. “Vamos a exigir respeto de otras naciones... Canadá ha sido un país con el que ha sido muy difícil tratar a lo largo de los años”.
Apéndice final sobre el cambio climático: ha calificado el green deal como un engaño, un derroche de dinero y ha asegurado que en su primer mandato, cuando era presidente, “el aire era más puro”. Puro Trump.