“Esta semana he podido compartir con los equipos de @Telefonica España y @VMO2News el resumen de 2024 y las prioridades estratégicas para 2025”. Así de natural se mostraba hace apenas 21 horas José María Álvarez-Pallete en la última de sus publicaciones en las redes sociales X y LinkedIn en las que es tan activo.
Nada hacía preveer que menos de 24 horas después esas prioridades estratégicas para 2025 iban a cambiar radicalmente, si no tanto para Telefónica al menos sí para él. A partir de esta tarde, el que fuera delfín del mítico Cesar Alierta será apeado del máximo cargo de Telefónica dejando paso a Marc Murtra, hasta ahora presidente de Indra.
Se acaba para este apasionado de los maratones una carrera del fondo que le ha llevado a conducir una transformación radical en Telefónica, pero que se cierra tras un año aciago en el que más que saborear las mieles de la celebración del centenario de la compañía ha tenido que gestionar uno de los terremotos accionariales más complicados de la compañía.
Desde la entrada por sorpresa en el accionariado de la operadora Saudí Telecom hasta la vuelta, 26 años después, del Estado al accionariado de la compañía y cuya consecuencia final ha sido su salida de la presencia. 2024 también se ha saldado con la pérdida, por primera vez en la historia, del liderazgo de Telefónica al frente de sector de las telecomunicaciones españolas desplazada por la fusión entre Orange y MásMóvil.
El delfín de César Alierta
Lo cierto es que la trayectoria de José María Álvarez Pallete al frente de Telefónica nunca ha sido fácil. Llegó a la presidencia ejecutiva el 8 de abril de 2016 como delfín de Cesar Alierta. El emblemático presidente de la teleoperadora se había fijado en él muchos años antes. Pallete se había incorporado a Telefónica en 1999 y en la compañía más que una carrera de fondo como la que practicaba en las pistas de atletismo había protagonizado una acelerada carrera de obstáculos. En solo seis meses pasó de responsable financiero de Telefónica Internacional a director de Finanzas Corporativas del Grupo. En menos de dos años fue nombrado presidencia ejecutiva de Telefónica Internacional. Entre 2006 y 2011 fue Director General de Telefónica Latinoamérica. En 2011 fue nombrado Presidente Ejecutivo de Telefónica Europa, y en 2012 Consejero Delegado de Telefónica S.A.
No había pasado ni un mes desde su llegada a la cúpula de la compañía cuando recibió uno de los reveses más duros a la estrategia. Las autoridades de competencia de la Unión Europea vetaban la venta de su filial británica O2 a Hutchison por 9.500 millones de euros. Años después esa decisión fue desestimada por los tribunales.
La acción ha caido un 57% durante su mandato
Pero ya era tarde. Desde ese momento, la acción de Telefónica inició un descenso en los mercados con el que Pallete ha cargado durante todo su mandato y que acumula una minusvalía del 57%. De hecho, uno de las críticas continuadas de los accionistas durante los últimos años siempre ha sido esa pérdida de valor a pesar del papel estratégico que jugó la compañía y el sector de telecomunicaciones en general durante la pandemia.
El directivo ha pasado su mandato luchando contra de lo que él denominaba “la incomprensión de los analistas” pese ha que entre sus grandes logros ha estado una fuerte reducción de la deuda como esperaban los mercados.
La gran renovación
Tampoco funcionó en bolsa, la gran revolución que acometió en noviembre de 2021 con la mayor reestructuración del negocio. Centrando la inversión los cuatro mercados más importantes de la compañía: España, Brasil, Alemania y Reino Unido. Y agrupando los negocios de Latinoamérica en un filial, Hispam, que desde entonces ha buscado la creación con desinversiones y ajuste de los negocios para maximizar la creación de valor.
En esa restructuración Pallete también apostó por lo que llamó “la Telefónica del Futuro” con la creación de Telefónica Tech, que aglutión los negocios digitales con alto potencial de crecimiento: ciberseguridad, IoT/Big Data y cloud, principalmente. Con la creación de Telefónica Infra, para aglutinar las participaciones accionariales de la firma en vehículos de infraestructuras de comunicaciones.
Bajo su batuta se han ejecutado algunas de las operaciones corporativas más estratégicas para Telefónica como la venta de la división de torres de Telxius por 7.700 millones de euros a American Tower o la fusión de su filial británica O2 con Virgin Media, división de Liberty Global. La transacción, valorada en su conjunto por más de 38.000 millones de euros, es la mayor de la historia de Telefónica.