Los cuatro caminos tácticos para suplir a Leo Messi
Las opciones de Valverde
Dembelé, Malcom, Aleñá o un cambio de sistema, las principales opciones
Barcelona - Inter de Milán: La Champions League, en directo
La alarma saltó en el minuto 25 del pasado sábado. Leo Messi cayó lesionado y el panorama azulgrana cambió radicalmente. Desde entonces todas las preguntas van en el mismo sentido y las incógnitas pasan por encontrar qué opciones tiene Valverde para minimizar el concurso del diez. Aquí 4 posibles soluciones así como sus pros y sus contras tácticos:
1.- EXTREMO PURO A PIERNA HÁBIL (DEMBELÉ):
La primera de las opciones del técnico es la que más ha utilizado en ausencia del diez. Esta variante es consiste en poner un extremo con capacidad para desbloquear situaciones por el exterior en el 4-3-3. Es decir, no buscar una situación táctica similar sino enfocar la estrategia aplicando un matiz diferente. Asumir que las prestaciones que Messi ofrece al equipo son únicas e irrepetibles y buscar potenciar otra vía. En este caso, abrir completamente la banda (cosa que no se hace en el funcionamiento habitual) para explotar una amplitud sostenida. Si la elección del entrenador azulgrana es esta, únicamente Ousmane Dembelé parece responder a ello.
Este camino resta asociación pero puede sumar conceptos también útiles como anchura de campo y una pizca más de desequilibrio por fuera. Esta es la opción por la que ha apostado Valverde en las pocas ocasiones en las que el diez azulgrana no ha participado. Tácticamente, el desarrollo posicional de ataque sería más controlable pero también más puro en 4-3-3. En cambio, defensivamente (como ya se ha apreció en los minutos ante el Sevilla) sí aparece un matiz evidente. Repliega en formato 4-1-4-1 con bajada de los dos bandas.
Por otro lado, concede muchos más espacios para la movilidad ofensiva de Luis Suarez. Le otorga más metros para tirar diagonales y más capacidad de remate ya que la entrada exterior tiene que aportar, a priori, más centros a área. Otro afectado sería Ivan Rakitic, quién pasaría a tener más libertad para actuar centrado (junto a Busquets) y tener más llegada a las proximidades de la portería rival y aprovechar así su gran capacidad para terminar bien las acciones. Los damnificados desde el punto de vista estructural serían los jugadores del hemisferio contrario: Coutinho y, sobre todo, Jordi Alba. El primero no tendría la alta complicidad que le ofrece siempre Messi. El caso de Jordi Alba es evidente, perdería su mágico e insustituible cómplice.
2.- DELANTERO A PIERNA CAMBIADA (MALCOM-RAFINHA-MUNIR):
Variación táctica que pasaría salvando las enormes distancias, por intentar clonar las funciones y tocar lo menos posible el funcionamiento ataque-defensa del conjunto. En esta variante, encontraríamos básicamente tres opciones de jugadores: Malcom (quién de momento no ha entrado en los planes del técnico), Rafinha y, de manera más ligera, Munir. Ninguno de ellos respondería al objetivo buscado en ataque pero sí permitiría al equipo defender en un 4-3-3 sin condicionantes.
Cualquiera de los tres jugadores cerraría defensivamente su banda con lo que aliviaría a Rakitic-Busquets y Luis Suárez y permitiría, probablemente, situar el equipo a la misma altura de juego que con Messi. Especialmente significativo podrá ser el caso de Malcom que, sin minutos ni la confianza del técnico hasta el momento, puede aportar esa dosis de gol y de profundidad extra. Interesante recordar los número del brasileño en el Girondins. Acabó el curso pasado con 12 tantos y, con ellos, contribuyó al 22,2% de los tantos del conjunto francés. Y es más profundo que cualquiera de las otras dos opciones (Rafinha o Munir).
En el ámbito contrario y, aunque la tendencia de Malcom a tirar la diagonal a dentro con balón (acción que hace de manera notable) beneficia a una buena convivencia con cualquier lateral contiguo de banda, tanto Rafinha como Munir tiene más entendimiento con Sergi Roberto (sobre el papel, el lateral derecho titular). Destacando la especial conexión con Rafinha.
3.- UN HÍBRIDO PARA IGUALAR CONTROL (ALEÑÀ):
A pesar de que son muchos las desventajas sin el concurso de Messi, hay dos muy importantes: la posesión y la altura del equipo. En las dos ocasiones recientes donde el Barça ha tenido que jugar sin el 10 (Athletic y Sevilla), los registros de balón con y sin él son realmente impactantes. El Barcelona pasó de un 65% de balón a un 76% cuando él estuvo en el césped. Y aun más notorio fueron aún los datos contra el Sevilla. Los primeros 25 minutos (con Leo Messi) el Barça dominó el esférico el 69% del tempo para pasar a perder la pugna por el dominio en los 65 restantes con un 48,2%!
La presente opción es muy poco probable pero, futbolísticamente, es la que más acercaría al conjunto azulgrana a ello. Se trata de un perfil de media punta que aglutine la capacidad para ser agresivo en ataque con la posibilidad de añadirse como un centrocampista más. O lo que es lo mismo, Carles Aleñà. Dada su polivalencia, también podría entrar en esta elección Rafinha aunque no tan de pleno como el caso de Aleñà creo.
Además, por perfil y siempre salvando las enormes distancias, es la que más se adecua a las circunstancias actuales en la idea. La tria de esta eventual e improbable variante, reportaría alta superioridad de balón y aproximaría al equipo a las cuotas de balón habituales con Messi. A todo ello, si hay alguna mínima posibilidad de que las entradas de Jordi Alba cuenten con un pasador de garantías en la diagonal, la opción Aleñà es la más válida. Nadie nunca llegará a la sintonía con la que Leo vislumbra esta opción pero será como mínimo, posible. Eso sí, es casi seguro que no conseguirá igualar la altitud estructural del Barça.
4.- OPCION PRAGMÁTICA (VUELTA AL 4-4-2 SIN CAMBIO):
La cuarta posibilidad pasa por la vuelta a la fórmula que Valverde implantó el pasado curso. Y ello significa atacar y defender en doble estructura de 4 y liberar 2 jugadores arriba. Si bien es cierto que el carril derecho tenía cierto recorrido de más respecto al de la izquierda, su posición media es la de un medio de banda con la misión innegociable de trabajar defensivamente su costado. En este caso, la estructura pasaría por conceder a Coutinho el rol de Messi en tal dispositivo. Eso pasaría por adelantarlo para juntarlo a Luis Suarez.
Por lo que hace a banda derecha aquí sí se abriría mucho la ecuación. Sergi Roberto (con Semedo atrás), Arturo Vidal, Denis Suárez o de nuevo Rafinha conforman las opciones. Hasta cabría la posibilidad remota de reubicar a Rakitic en banda e instalar otra pareja en medio. Vidal aportaría experiencia y una gran capacidad para parar ya al rival arriba. El rendimiento de Denis seguramente se vería mermado por la falta de confianza pero sumaria en la conservación de balón y, el siempre fiable Sergi Roberto, es muy certera si lo que desea el técnico es una variante segura.
Esta versión reduce mucho las prestaciones ofensivas: el Barça, con 17,4 frente a 14 en la comparativa 2018/19 a 2017/18, está promediando más regate y más disparo (17,9 frente a 15,2). Pero ofrece 2 ventajas considerables en defensa. La primera es, sin duda, la solidez para no encajar. Los azulgranas han encajado hasta el momento 1,22 goles por encuentro cuando la media del curso anterior está en los 0,76. La otra es eliminar el cambio de posicionamiento en las transiciones (ahora el extremo izquierdo viene un poco atrás en defensa), la cual cosa ayuda a no ser sorprendido por el rival. Así pues, optar por este camino significaría enviar al equipo a un rol más defensivo en búsqueda de una solidez no encontrada hasta el momento. Equivaldría a coger la vía más pragmática para potenciar la solidez defensiva ante la segura menor producción atacante.