"Ahora sí, Força Barça", dijo Ousmane Dembélé en el vídeo que emitió el club en sus redes sociales para anunciar el fin del serial. El extremo francés firmó hoy su nuevo contrato que le vincula al club hasta 2024 sobre el césped del campo Tito Vilanova previo encuentro en los despachos acompañado del presidente Joan Laporta. Una imagen vale más que mil palabras y ambas partes escenificaron que la guerra de declaraciones y las tiranteces que trajo consigo la negociación ya son historia.
Laporta, satisfecho, levantó el brazo del extremo francés en señal de triunfo y le dio su nuevo carnet de socio. Dembélé sonreía sin parar. Y en los banquillos aguardaban su agente, Moussa Sissoko y los vicepresidentes Rafa Yuste y Eduard Romeu que aplaudieron la firma.
Para completar la foto llamaron al director Mateu Alemany y a Jordi Cruyff. Pese a las tiranteces ambos han enterrado el hacha de guerra ya que terminaron abrazándose felices con el desenlace. "Me siento muy feliz por la renovación. El Barcelona es el club de mis sueños desde pequeño, estoy feliz y tengo ganas de que empiece la temporada para darlo todo al Barcelona", dijo Dembélé a los medios oficiales del club en un excelente castellano. No hablaba en público desde que llegó en 2017. Confesó haber aprendido "un poco" de catalán.
Ambas partes han llegado a un acuerdo para cerrar su nuevo contrato con una rebaja salarial del 40 por ciento del fijo respecto a su último vínculo, que finalizó el pasado 30 de junio, por lo que su continuidad computa como un nuevo fichaje. El cumplimiento de los incentivos del nuevo contrato podría garantizarle acabar percibiendo una cantidad cercana al salario base anterior. "Ha querido hacer un esfuerzo por entrar en la estructura salarial del Barça. Gracias a todos los que ha trabajado. A él al Mateu Alemany, Jordi Cruyff, a todo su equipo, a Sissoko ya todas las personas que han ayudado a conseguir este contrato", dijo Laporta que confesó estar "emocionado" con el logro. "Ousmane, Xavi te quería pero el club también", deslizó.
El serial del año ha pasado por varias fases. En enero, después de que en las reuniones mantenidas entre Sissoko y el Barça no se llegara a ningún acuerdo para continuar, el director de fútbol, Mateu Alemany, comunicó públicamente que Dembélé debía buscar una salida. El francés no encontró destino, se perdió dos partidos y Xavi intervino para recuperarle. A pesar de que fue un mes complicado, Dembélé es ahora un futbolista feliz e integrado en la plantilla. "Quedarme siempre fue mi primera opción. Lo ha dicho el presidente y el míster. Yo sé que se ha hecho largo, pero todos estamos contentos y tengo ganas de que empiece la temporada para darlo todo por el Barça", dijo Dembélé.
El domingo por la noche llegó en un vuelo procedente de París cargado de maletas para quedarse. El martes acudió por la tarde a la ciudad deportiva para entrenar con el grupo. Unos stories de Instagram de su amigo Aubameyang delataron su presencia en el vestuario con sus vecinos de taquilla: Umtiti y Kessie en las que se detectaban su buena integración en el grupo.
Su entorno asegura que su voluntad siempre fue la de seguir vistiendo la camiseta azulgrana independientemente de las ofertas que le llegaron del PSG, el Bayern de Munich y el Chelsea.
Máximo asistente blaugrana y de la Liga el curso pasado con 13 pases de gol, Dembélé llegó al Barça en el verano de 2017, con 20 años y procedente del Borussia Dortmund, y debutó con el primer equipo azulgrana el 9 de septiembre, en un partido de Liga contra el Espanyol. Un día redondo, puesto que acabó con una contundente victoria barcelonista (5-0) con la contribución del francés: asistencia de gol.
Pese a este primer encuentro con protagonismo, los años de Ousmane Dembélé en el Barça han estado marcados por las desafortunadas lesiones que han dificultado su continuidad. En total, en las cinco temporadas hasta ahora, ha jugado 150 partidos con el FC Barcelona. "Los tres primeros años fueron difíciles muchas lesiones y ahora me siento bien con el equipo, con la ciudad y con la confianza de mis compañeros, del presidente y del entrenador", confesó Ousmane.
Los tres primeros años fueron dificiles muchas lesiones y ahora me siento bien con el equipo, con la ciudad y con la confianza de mis compañeros, del presidente y del entrenador"
La llegada de Xavi le aportó estabilidad. “Para mí puede ser el mejor del mundo en su posición”, dijo Xavi en noviembre cuando recaló en el banquillo. De hecho, su primera petición al presidente Joan Laporta fue la de renovarle. “Apuntado queda”, dijo Laporta, que también dijo que creía que Dembélé era mejor que Mbappé. "Tengo admiración por Ousmane. Futbolísticamente y como persona. Puede llegar a donde se proponga. Tiene un talento incomparable. Pero todavía puedes dar más y este año es muy importante. Hay que ganar títulos", advirtió el presidente Laporta. "Sí, quiero ganar títulos. La Champions es mi sueño y lo daré todo para ganarla el año que viene", respondió el extremo francés.
Veteranos como Piqué, Alba o Busquets, además de jóvenes como Pedri se pronunciaron públicamente a favor de su renovación y la llegada en enero de su amigo Aubameyang, con quien coincidió en el Dortmund, también sumó.
Físicamente Dembélé también ha mejorado. Ha dejado atrás las lesiones. Al margen de haber aprendido a escuchar mejor a su cuerpo, ha encontrado en el doctor Ricard Pruna un aliado comprensivo y eficiente. Técnicamente, desde la ciudad deportiva se subraya que Dembélé ha evolucionado gracias a los vídeos para familiarizarse con el sistema y con el modelo de juego. Todo suma y finalmente Dembélé se queda. "Ojalá veamos al mejor Dembélé. Voy a trabajar en el campo, en el gym, con el mister y ojalá sea un gran año para el Barça", sentenció.