Ousmane Dembélé siempre dijo que su voluntad es la de seguir en el Barça. Escueto en palabras, el francés se soltó en un semáforo hace una semana con un aficionado que se acercó hasta su vehículo para preguntarle si se iba a ir al Chelsea. “Son rumores. Estoy bien en Barcelona”, respondió el francés. Ayer, 30 de junio, fecha en la que finalizó su contrato, volvió a comunicárselo por enésima vez a su técnico, Xavi Hernández. “Me quiero quedar, estoy bien aquí”, insistió. Y el club blaugrana empieza a valorar que quizás existen algunas opciones de que el francés se quede. Sucede que si sigue ya no sería a través de una renovación, sino como nuevo fichaje, y por lo tanto pasaría a haber otro jugador que inscribir. De ahí que en la última visita de Sissoko, agente del extremo, a Barcelona que se produjo el martes Mateu Alemany presentara una oferta un punto más baja que la que se le ofreció en diciembre.
Lee tambiénEl Barça, un club siempre al límite
El entorno de Dembélé asegura que tiene propuestas de otros clubs. Todas económicamente más suculentas. En el Barça no dudan del interés que despierta un perfil como el de Dembélé. Un extremo de 25 años que llegue libre es algo más que un caramelo. Saben que equipos como el Bayern, el Chelsea y el PSG se interesaron por su posible incorporación. Pero también existe la sospecha de que ninguno de los interesados quiere cumplir con las altas expectativas económicas que solicita su representante, Moussa Sissoko. E incluso hay voces que indican que el martes 28 de junio gente muy próxima al francés tanteó a clubs de la Premier League más allá del Chelsea para ofrecer al jugador.
La voz del jugador también es importante. Y Xavi y el cuerpo técnico esperan que el trato que le han brindado sea suficiente para que termine firmando. “Es un gran profesional”, decía el técnico blaugrana en las últimas ruedas de prensa de la temporada. Regalando halagos constantes a un extremo que, pese a que en su cuenta goleadora solo consten dos tantos, ha liderado la lista de asistencias de la Liga con 11 pases decisivos. “Para mí puede ser el mejor del mundo en su posición”, dijo Xavi en noviembre cuando recaló en el banquillo. De hecho, su primera petición al presidente Joan Laporta fue la de renovarle. “Apuntado queda”, dijo Laporta, que también dijo que creía que Dembélé era mejor que Mbappé.
Xavi le quiere en su equipo porque cree que, con él, puede acabar explotando todo su talento
El serial ha pasado por varias fases. En enero, después de que en las reuniones mantenidas entre Sissoko y el Barça no se llegara a ningún acuerdo para continuar, el director de fútbol, Mateu Alemany, comunicó públicamente que sus agentes “no han respondido a nuestra oferta. Ante este escenario se le ha comunicado a él y a sus agentes que debe salir de forma inmediata. Esperamos un traspaso antes del 31 de enero”. El francés, que coqueteó con el PSG, no llegó a ninguna entente. Y Xavi (otra vez) intervino para recuperarle después de perderse un partido de Liga y el de Copa en el que el Barça cayó eliminado contra el Athletic.
A pesar de que fue un mes complicado, la realidad es que Dembélé es ahora un futbolista feliz e integrado en la plantilla hasta el punto de que veteranos como Piqué, Alba o Busquets, además de jóvenes como Pedri, se pronunciaron públicamente a favor de su renovación. La llegada en enero de su amigo Aubameyang, con quien coincidió en el Dortmund, también sumó. Pero ha sido sobre todo la confianza en él del staff técnico lo que ha hecho virar la voluntad del francés respecto al Barça en su ya quinta temporada.
Físicamente Dembélé también ha mejorado. Ha dejado atrás las lesiones. Al margen de haber aprendido a escuchar mejor a su cuerpo, ha encontrado en el doctor Ricard Pruna un aliado comprensivo y eficiente. Técnicamente, desde la ciudad deportiva se subraya que Dembélé ha evolucionado gracias a los vídeos para familiarizarse con el sistema y con el modelo de juego. ¿Será suficiente? El área técnica cree que sí. El serial continúa. Eso sí, la directiva del Barça no se moverá de su casilla, la propuesta económica no va a cambiar.