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Un Barça en (demasiada) construcción

El clásico

Primer clásico sin público. Ojalá sea el último. El fútbol pierde letras sin el aliento de la grada y presenciarlo in situ desconcertaba los sentidos, acostumbrados estos a decenas de Barça - Madrid previos que pudieron ser fríos o calientes, bonitos o feos, limpios o barriobajeros, pero nunca silenciosos o inanimados. Ojalá sea el último.

El partido, aún sin gente, ha sido generoso en juego y, oh sorpresa, tacaño con el Barça, un equipo al que le falta mucho horno para hacerse pero que ha sido perjudicado en cuanto a la aplicación del dichoso VAR, sistema tendencioso que examina los forcejeos en el área de una manera u otra en función de quien los reclama como punibles. Centrémonos en el juego. Lo otro tiene difícil remedio.

Resumiendo mucho, se podría decir que los amigos de Messi se han enfrentado a los de Benzema. y han ganado los segundos

El Barça y el Madrid han distraído cada uno a su manera. Resumiendo mucho, se podría decir que los amigos de Messi se han enfrentado a los de Benzema. y han ganado los segundos El argentino y el francés son los estandartes de sus respectivos equipos y ocupan, además, una demarcación equiparable. Messi, ubicado en la mediapunta, sin duda el puesto que más se ajusta a sus características en el 4-2-3-1 de Koeman, ha tocado mucho balón, factor que beneficia lógicamente a los azulgrana. El 10, que ha acabado fundido, recibe y posee la mirada periférica de los futbolistas únicos. Con el actual dibujo tiene opciones a ambos lados (Pedri y Coutinho en esta ocasión) y también por delante, donde Ansu Fati se mueve con piernas de juvenil y cerebro de veterano. Benzema es escurridizo como un pulpo, la descripción de delantero centro le va pequeña. Tiene tentáculos más que pies. Atrapa balones y los distribuye siempre con sentido.

Más allá de este diálogo coreográfico entre dos futbolistas deliciosos, el Barça se ha mostrado como lo que es, un equipo en construcción. De hecho, hubo ovación del barcelonista refugiado en su casa cuando conoció la alineación. Poco más de 26 años de media y la sensación de que por fin hay un entrenador con jerarquía que confecciona su once siendo honesto con su conciencia. ¿Dos jugadores de 17 años en todo un clásico? Afirmativo. La derrota no debe provocar un desvío respecto a esa apuesta renovadora. El camino es largo.

Pedri, en primer plano, con Zidane dando instrucciones al fondo

Àlex Garcia

El Madrid está más visto porque no ha fichado a nadie, así que su ventaja es precisamente que ya se conoce. Como siempre con Zidane da la sensación de que los blancos son un grupo de rendimiento espasmódico, que se conecta a la carta solo cuando el partido les seduce. Es ante escenarios motivadores por ejemplo que deciden regresar jugadores como Kroos y Modric, vitales para sostener a su equipo. El doble pivote De Jong - Busquets, parece mentira, sigue sin funcionar, de modo que la segunda parte se ha ido decantando llevada por el peso de la vieja guardia madridista en el centro del campo, donde la respuesta local ha acabado siendo un agujero negro.

1 punto de 9 suman los de Koeman en la Liga. Números preocupantes porque como se sabe en el Barça no hay etapas de transición. Que se lo digan a la directiva de Bartomeu, acorralada y sin oxígeno. Ni siquiera el clásico les ha servido de asidero. ¿Dimitirán el lunes?