Secreto desvelado: el Rey con uniforme de gala del Ejército de Tierra y la Reina vestida con un diseño original de Cristóbal Balenciaga, posando en una sala del Palacio Real para Annie Leibovitz. Los retratos que la fotógrafa estadounidense hizo de Felipe y Letizia, por encargo del Banco de España, se han hecho públicos este martes y se sumarán a la galería real de retratos oficiales del Banco de España que se inauguró, a finales del siglo XVIII, con la pintura que Goya realizó del rey Carlos III.
El Banco de España ha inaugurado este martes la exposición La tiranía del Cronos, que se abre con los retratos de los Reyes, dos enormes cuadros (uno del Rey y otro de la Reina, cada uno de 223,52 x 170,18 centímetros) que tienen que verse como díptico ya que uno es complemento del otro. Las imágenes captadas por la fotógrafa estadounidense están impresos con tinta de secado UV (proceso fotoquímico de baja temperatura) sobre lienzo de poliéster. De lejos parecen pinturas, como si los Reyes hubieran posado en un decadente palacio veneciano para un retratista costumbrista, pero de cerca se comprueba que el escenario es la denominada Sala Gasparini, una dependencia del Palacio Real, donde el pasado 7 de febrero, entre las 12 y las 5 de la tarde, con un breve intervalo para comer, Annie Leibovitz estuvo captando imágenes de los Reyes, juntos (aunque la imagen completa se dividió en dos) y por separado. Cientos de disparos fotográficos entre los que se eligió los dos que se han hecho públicos.
Felipe VI aparece con uniforme de gala del Ejército de Tierra, las condecoraciones, banda y el Toisón de Oro, la misma indumentaria que lució el día de su boda y en su proclamación como rey. Su figura está enmarcada con elementos del retrato clásico, el espejo, la mesa, dos butacones, una lámpara de araña, una puerta abierta con cortinajes, y un reloj. El medidor del tiempo, una joya de Patrimonio Nacional, de los tiempos de Carlos IV, el rey que amaba los relojes, antepasado de Felipe VI, enlaza los retratos reales con la exposición del Banco de España que los incluye junto una selección de relojes y obras de la Colección Banco de España, realizadas por artistas de diversas procedencias y momentos históricos, que cuestionan y transgreden la concepción hegemónica del tiempo en las sociedades capitalistas.
La Reina posa en otro ángulo de la Sala, en un claroscuro que ilumina la luz que entra por el ventanal. En el retrato aparece con el pelo ondulado y luciendo el collar y los pendientes de chatones de brillantes que pertenecen a las joyas de pasar legadas por la reina Victoria Eugenia. Desde la Zarzuela se llevaron a la sesión de fotos, un par de tiaras y unas las pulseras gemelas de brillantes y aunque la Reina posó con los atributos reales, finalmente Leibovitz escogió otras fotos sin tiara.
Cuando los Reyes aceptaron posar para Leibovitz por encargo del Banco de España pusieron como condición que los retratos se realizaran en el Palacio Real. Quedó claro desde el principio que el Rey luciría uniforme militar, aunque también se prepararon un chaqué y un frac, pero la elección de la vestimenta de la Reina no fue tan sencillo.
Para pasar a la historia, Letizia optó por un vestido igualmente histórico que reflejara arte, diseño y moda españoles. La elección fue un modelo del maestro Cristóbal Balenciaga, pero no los que ahora comercializa la firma homónima, que poco tienen que ver con la elegancia y virtuosismo del modisto vasco, sino una creación que hubiera salido de sus manos. Cristóbal Balenciaga falleció en 1972, pero muchos de sus vestidos, además de ser atesorados en armarios privados como auténticos tesoros, forman parte de los museos. El vestido y la capa que luce Letizia en el retrato pertenecen a los fondos de la Col.lecció Textil Antoni de Montpalau, con sede en Sabadell, que dirige el historiador y crítico de arte Josep Casamartina,
El vestido que luce la Reina es un modelo de gala de tul color negro con escote palabra de honor, drapeado en la zona del cuerpo y abierto bajo la cadera y terminado con una falda en campana. Este vestido, que data de 1948, perteneció a María, figurinista, coleccionista y experta en arte, sobrina del escenógrafo y coleccionista Oleguer Junyent, La capa, de color frambuesa que luce Letizia no es exactamente una capa sino una especie de abrigo que cubría un vestido de color marfil. Este conjunto fue lucido, en su día, por Carme Ferrer-Cajigal, condesa de Torroella de Montgrí y marquesa de Robert, quien lo encargó a Balenciaga en 1962 para lucirlo en la boda de los príncipes Juan Carlos y Sofía.
Leibovitz recoge la tradición del retrato institucional español
Al presentar los retratos, enmarcados en la exposición La tiranía del cronos, Yolanda Romero, comisaria de la muestra y directora de la colección de pintura del Banco de España, explicó que son “ unos retratos muy pictóricos en cuya composición encontramos alusiones a Velázquez retratista de corte”, De acuerdo con Ramero, Leibovitz también es capaz de crear la ilusión en el espectador de entrar o asistir a la escena que refleja. ”Ha sabido recoger la tradición del retrato institucional español".
Tras la clausura de la exposición La tiranía del cronos, que pude verse, previa invitación, en la Sala de Exposiciones del Banco, hasta el 25 de marzo, los retratos de los Reyes serán trasladados a la galería real junto a los de Carlos III realizado por Goya; el de Carlos IV de Mariano Salvador Maella; el Isabel II, de Federico de Madrazo, el de Alfonso XIII, pintado por José Villegas y Cordero o más reciente, los de los reyes Juan Carlos I y Sofía realizado por Carmen Laffón.
El Banco de España firmó un contrato con Annie Leibovitz por el que recibió 137.000 euros por los retratos de los Reyes, más 79.000 euros por el del anterior gobernador Pablo Hernández de Cos, que fue presentado al mismo tiempo que el de los Reyes.