Hacía tiempo que Ivanka Trump no se dejaba ver en un acto oficial de la Casa Blanca. La hija del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, fue la invitada sorpresa a la reunión entre su padre y la esposa de Juan Guaidó, Fabiana Rosales, celebrada ayer por la tarde.
Ivanka escuchó con atención las palabras de Trump, que volvió a dejar claro que para los Estados Unidos el “único presidente legítimo” de Venezuela es el líder de la oposición, pero las miradas se centraron en su vestido de Zara que hace unos meses fue toda una tendencia.
La aspirante a política se enfundó un diseño camisero de estampado pañuelo que arrasó en ventas el pasado otoño. Un vestido de largo ‘midi’ con falda evasé, cierre frontal con botones y cinturón a conjunto que enamoró a varias ‘influencers’ y actrices, como Miriam Giovanelli que fue de las primeras en llevarlo, y tenía un precio de 49,95 euros.
Una prenda que recuerda a los míticos pañuelos de Hermès que Ivanka ya estrenó a finales de octubre en un acto oficial y que ayer volvió a lucir, demostrando que este estampado se puede llevar en primavera perfectamente y puede servir tanto para una reunión de trabajo como para salir a cenar.
Desde que ayudara a su padre con su carrera presidencial, la joven se ha enfundado en varias ocasiones artículos de la firma de Inditex, como una diadema turbante con lunares dorados que llevó el Día de Acción de Gracias con un conjunto negro o unas manoletinas de terciopelo azul marino, acabadas en punta y con un lazo negro en la parte superior, que se agotaron en cuestión de minutos.
Pero Trump también se atreve con los diseños más transgresores de Zara, como la falda-camisa en color amarillo mostaza que se inspiró en una de las prendas de Balenciaga y que ella defendió perfectamente con prendas básicas.