“Si había una posibilidad entre un millón de curarme, esa era la mía”

Entrevista

Josep Carreras, tenor y presidente de la Fundació Josep Carreras contra la Leucemia

Si eres feliz, cuéntame tu vida, por Joaquín Luna

foto XAVIER CERVERA 17/12/2024 El tenor Josep Carreras, protagonista del Foros de Vanguardia Streaming El acto arranca a las 19 horas en el Auditorio MGS de Barcelona El tenor barcelonés Josep Carreras es el protagonista del encuentro Foros de Vanguardia, que tiene lugar este martes 17 de diciembre en el Auditorio MGS de Barcelona. El acto arranca a las 19 horas y será una oportunidad para echar la vista atrás en la carrera del cantante lírico catalán. Carreras no solo repasará su vertiente musical, sino que también profundizará en el trabajo que hace la Fundació Josep Carreras contra la leucèmia, entidad que él mismo fundó tras recuperarse de esta enfermedad y que en la actualidad sigue presidiendo. Bajo el epígrafe Josep Carreras, la veu més humana, en el acto intervendrán el periodista y director de Relaciones Institucionales del Grupo Godó, Ramon Rovira; el consejero editorial del Grupo Godó y columnista de La Vanguardia, Màrius Carol, y la jefe de sección de Cultura y especialista en ópera y música clássica de La Vanguardia, Maricel Chavarría.

Ramon Rovira, Josep Carreras, Maricel Chavarria y Màrius Carol, ayer sobre el escenario del auditorio MGS de Barcelona

Xavier Cervera

“La mía ha sido una vida feliz, llena de momentos de alegría” aseguraba este martes un tenor Josep Carreras cargado de energía, voz humilde y humana que protagonizó el último encuentro Foros de Vanguardia del año, celebrado en el auditorio MGS y convertido en repaso a la vida del artista, referente de la lucha contra la leucemia después de superar la dura prueba de la enfermedad. Un empeño que todavía mantiene a través de la fundación que lleva su nombre.

El tenor, que la semana pasada cumplió 78 años, repasó su carrera delante de 220 suscriptores de La Vanguardia en un acto donde estuvo arropado por su familia y amigos. Sobre el escenario le acompañaban Ramon Rovira, director general de Presidencia del grupo Godó, la periodista musical Maricel Chavarria, moderadora del acto, y Màrius Carol, consejero editorial del grupo Godó y autor de A viva voz, las memorias de Josep Carreras escritas a cuatro manos con el periodista y exdirector de La Vanguardia .

De las páginas de sus memorias surgieron muchas de las preguntas realizadas anoche al músico, que se resiste a abandonar los escenarios. “Dentro de dos años cumpliré 80 y supongo que no pasaré de allí”, comentó no sin ciertas reticencias, “pero en este tiempo quizás haga 12 o 15 conciertos cada año, eso me realiza como cantante”. Así lo demuestran sus recientes actuaciones, como el viaje del mes pasado a Japón, país que visita cada año desde 1973, cuando fue a cantar La Traviata . “Es el momento más álgido de la temporada, me encanta la cultura y la sociedad japonesa”, aseguró; una tradición que solo incumplió por la enfermedad.

Retirada: “Dentro de dos años cumpliré 80 y supongo que no pasaré de allí”

Otro viaje reciente le llevó a Alemania, donde cada año desde hace 30 participa en un maratón televisivo para recaudar fondos contra la leucemia, el gran empeño de Carreras desde que sufrió la enfermedad en 1987, en una época en que sufrirla suponía prácticamente una sentencia de muerte, como recordó Ramon Rovira.

“Los pasos adelante que ha dado la metodología en este campo son extraordinarios, sobre todo en niños”, reconoció el tenor, que a raíz de su experiencia creó la Fundación Josep Carreras. “Intentamos aportar nuestro grano de arena a los investigadores que luchan para encontrar el remedio adecuado. Debemos ser implacables para erradicar la enfermedad”.

De su paso por Seattle para recibir tratamiento ofreció recuerdos entrañables, como las arias que cantaba mientras recibía radioterapia. “Sabía que tenía media hora entre cada una, si cantaba cuatro arias de ópera me pasaba el tiempo”. En aquellos días la música le ayudó, sobre todo el Concierto para piano número 2 de Rachmaninoff, “lo escuchaba cada día, en ocasiones hasta dos veces”, así como también las cartas de apoyo que recibía de todo el mundo.

“Nunca he visto a Plácido Domingo hacer nada que no fuera correcto”

Por supuesto hubo momentos de flaqueza emocional ante las magras expectativas de sanación, “pero pensaba que, si había una posibilidad entre un millón de curarme, esa era la mía”, afirmó. Fue una prueba de confianza donde sus hermanos tuvieron un papel fundamental, como también la tuvo la capacidad de relativizar. “Pensaba en la familia y en reemprender la carrera, pero también en que con 40 años había tenido una vida plena, había hecho cosas que mucha gente no podría hacer”. Especialmente emotiva fue la presencia en el auditorio de Ciril Rozman, hijo del doctor que trató a Carreras en Seattle, y por quien el tenor afirmo sentir “devoción”.

Josep Carreras, en el auditorio MGS de Barcelona

Josep Carreras, en el auditorio MGS de Barcelona

Xavier Cervera

Fue durante una representación de Fedora que Carreras, todavía en recuperación, regresó a su querido Liceu en 1988 para recibir 10 minutos de aplausos después de que le sacara al escenario Plácido Domingo, compañero en los tres tenores y señalado por acosar sexualmente a varias mujeres. “Nunca ha sido imputado, juzgado ni condenado”, recordó Carreras. “Lo que puedo decir de manera sincera es que nunca le he visto hacer nada que no fuera correcto. Lo que haya podido hacer lo desconozco, yo nunca le he visto”.

“Si alguna virtud he tenido es que nací para cantar, cada uno vende lo mejor que tiene”, reconoció siempre humilde el tenor, que a lo largo de su trayectoria trabajó con los mejores directores, Zubin Mehta, Leonard Bernstein o Von Karajan, además de protagonizar momentos tan emotivos como la clausura de los Juegos de Barcelona con la interpretación de Amigos para siempre , un tema que nació después de que el propio Carreras viajara a Londres para pedirle a Andrew Lloyd Weber que lo compusiera. “A los dos minutos regresó con una partitura”, recordaba, “y en cuanto la escuchamos nos dimos cuenta de que funcionaría”.

“La voz de la Caballé no la tenía la Callas, nadie había escuchado a una mujer como ella”

Pero si de alguien se acuerda Carreras en el terreno operístico es de Montserrat Caballé, su valedora en los primeros años con la que tuvo una relación “casi familiar, me echó una mano cuando fue necesario”. Más allá, no dudó en afirmar que “la voz de la Caballé no la tenía la Callas. Recuerdo funciones como Maria Stuarda o Lucrecia Borgia en el Liceu donde era excepcional, nadie había escuchado a una mujer cantar como ella”. Lo mismo podría decirse del protagonista de ayer, pero su carácter le hace inmune a los halagos, “uno ha de ser fiel a su identidad como persona y conservarla”, afirmó. Tal vez porque todavía recuerda a aquel niño que cantaba en la peluquería de su madre para que la señora Cortés le diera un duro, “era la más generosa”.

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