Barcelona ha salvado in extremis una de las salas de música más veteranas de la ciudad, aunque pagará un caro precio por ello. La sala Bóveda podrá seguir funcionando como discoteca tal y como lo ha venido haciendo desde 1992, pero tendrá que suspender la celebración de conciertos, pues las instalaciones no cumplen con la normativa de aislamiento acústico.
“Seguimos luchando para poder salvar los conciertos con un volumen que sea acorde con un concierto”, ha afirmado la sala este martes en un comunicado donde celebra la agridulce victoria, por la que deben interrumpir una programación musical que llevaba cada año un centenar de conciertos a la sala de la calle Roc Boronat. La sala ha celebrado la noticia, así como los apoyos recibidos de las diferentes asociaciones musicales así como de 8.000 personas que firmaron en apoyo del local musical anteriormente conocido como Mephisto.
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Las alarmas saltaron la semana pasada, cuando Bóveda anunció su cierre inminente por orden del Ayuntamiento de Barcelona, que daba así respuesta a la denuncia de un particular que había adquirido una vivienda en el 2021, y que se quejaba por el incumplimiento de la ordenanza reguladora de ruidos.
Las últimas sonometrías demuestran que la actividad de discoteca cumple con los límites de inmisión que marca la ordenanza de medio ambiente del Ayuntamiento de Barcelona en el piso propiedad del vecino que presentó la denuncia. Sin embargo la música en directo supera estos límites a causa de los sonidos graves de instrumentos como la batería, y al hecho de que la sala no dispone de las condiciones de insonorización que permitirían celebrar los conciertos con el volumen necesario. En este sentido, la Associació de Sales de Concerts de Catalunya (ASACC) ha recordado en una nota que “desde su creación en 1992, nunca había sido necesario insonorizar porque nunca había habido ninguna queja vecinal”.
En el mismo comunicado, la ASACC ha recordado que Bóveda “ofrece conciertos para artistas locales y emergentes, así como para artistas internacionales que, sin la existencia de esta sala, dejarán de hacer escala en Barcelona en el marco de sus giras”. Por ello, la asociación emplaza al distrito de Sant Martí y a la Comissionada de la Nit de Barcelona a reunirse “con la máxima celeridad” para encontrar una solución que permita recuperar la programación artística de la sala lo antes posible.
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