Rita Payés lleva al metro la música de su último disco

En la parada Universitat

La compositora y trombonista ha celebrado un concierto sorpresa acompañada por su banda habitual

Rita Payés, con Horacio Fumero en primer plano, en la parada de Universitat

Rita Payés, con Horacio Fumero en primer plano, en la parada de Universitat

Joan Mateu Parra

Tocar música en el metro implica sobreponerse a los ruidos de la vida cotidiana que fluye por las arterias subterráneas de la ciudad, y sortear el trajín de quienes no se detienen a escuchar por falta de tiempo o de ánimo. Algo así ha hecho Rita Payés este martes en el hall de la estación de Universitat del metro de Barcelona, a donde ha acudido a media mañana para ofrecer un concierto sorpresa donde ha interpretado algunos temas de nueva factura para animar al público a acudir a los tres conciertos que tiene por realizar dentro del Festival de Jazz de Barcelona.

La trombonista se ha acompañado de su banda habitual, que incluye a su madre, Elisabeth Roma, a la guitarra, y su pareja, Pol Batlle, en la guitarra eléctrica, además de Horacio Fumero al contrabajo y Juan Berbín en la batería. Nada que ver con los habituales músicos que piden la voluntad sentados en un taburete con la funda del instrumento abierta frente a ellos. Y es que Rita Payés ya no está para tocar en el metro, menos aún después del buen recibimiento de su último disco, De camino al camino, donde da un paso más como compositora. Sobre un escenario instalado para la ocasión, el quinteto interpretó cuatro temas con notable interés de la prensa y esporádico de los viajeros, un público que crecía y decrecía al ritmo del paso de los convoyes.

Plano general del hall de la estación Universitat, donde se ha realizado el concierto de Rita Payés

Plano general del hall de la estación Universitat, donde se ha realizado el concierto de Rita Payés

Joan Mateu Parra

Bregando con un sonido mejorable, Payés ha interpretado tres temas de su último disco, El Cervatillo, El Panadero y Por qué será, a los que ha añadido Quien lo diría, donde la guitarra de Roma se ha sobrepuesto a la acústica para llenar por unos instantes el hall de la estación. El hechizo lo han roto un grupo de escolares que han impuesto sus ruidosas voces mientras cambiaban de línea. Atraídos por la novedad, algunos han decidido quedarse para convertirse en una claca multitudinaria como recompensa para la breve actuación, que precede a las actuaciones que Payés dará próximamente, junto a un pequeño ensemble el 4 de diciembre en La Paloma, acompañada por la Camerata Penedès el 19 de diciembre en el Palau de la Música, y el 24 de enero en el Auditori de Sant Cugat, acompañada por la misma banda que este martes llevó la música a lo más profundo de la ciudad.

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