Loading...

Contra la tecnocracia

Opinión

Mr. Bates contra Correos (Movistar+) es una excelente miniserie británica que, más allá de la historia real que la inspira, la lucha de cientos de empleados de correos para que se reconozca que los fallos en la contabilidad de sus oficinas no se debieron a un fraude, sino al fallo del software creado por Fujitsu para el control financiero de las franquicias, habla de uno de los grandes temas –y problemas– contemporáneos. El drama y la épica particulares del señor Bates y sus compañeros de infortunio, arruinados por los errores de la máquina, que todavía están luchando en los tribunales, se inscribe en un argumento universal, el ciudadano contra el Estado, que en el siglo XXI tiende hacia una nueva inflexión: el antagonista sin rostro es la tecnocracia automática.

En el centenario de la muerte de Franz Kafka, quien en El castillo y El proceso diseccionó los mecanismos enloquecedores de la burocracia, la nueva fe en las computadoras y la I.A., en los que se delegan cada vez más operaciones que antes hacían seres humanos, empieza a crear su narrativa oscura. El caso de la Post Office fue paralelo al de Robodebt en Australia –la automatización del control de los beneficiarios de la asistencia social–, y a las polémicas por Affelnet en Francia –el algoritmo que gestiona las plazas de los alumnos de los colegios—. En España, el programa Bosco, desarrollado por el Gobierno, decide quién recibe el bono social para su factura de la luz; aunque la organización Civio descubrió errores graves en el código fuente, la justicia se ha opuesto a que sea revelado y analizado. Todos esos casos han sido narrados en formato pódcast y probablemente pronto también protagonicen películas, series o libros.

Los sistemas de datos se imponen para contratar en clubes deportivos... pero no en temas culturales

En el 2011, Moneyball, de Bennet Miller, ofreció una visión positiva del uso de las estadísticas avanzadas en el mundo del deporte. Es sabido que el protagonista, interpretado por Brad Pitt, es el gerente general de un equipo de béisbol que decide contratar a un economista como asesor para los fichajes. Los datos se imponen en la contratación a las intuiciones y las emociones. Y triunfan. Trece años después, los sistemas de datos son moneda de uso común en todos los clubes deportivos. Pero cuesta encontrar objetos culturales que hablen de casos de éxito.

Gerente de mujeres trabajando con tableta en fábrica

Getty Images

Me pregunto si es por esa tendencia que en Mr. Bates contra Correos no se muestra la importancia que seguro que tuvo Facebook para que todos los afectados se pusieran en contacto durante la década pasada y pudieran organizarse. Mientras el programa Horizon hacía estragos en la contabilidad de muchas oficinas y los empleados de Fujitsu y de Post Office actuaban con vileza para ocultarlos, las víctimas podían luchar por sus derechos gracias a Facebook o sus teléfonos móviles. Y su historia se ha conocido en todo el mundo gracias a una serie disponible en plataformas digitales (en cuyos corazones hay también complejos algoritmos).

Lee también