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Picasso, un apasionado del cómic

Exposición

El Musée Picasso de París reúne obras del malagueño con historietas y homenajes gráficos al pintor

Maurice Henry «Devine chez quel peintre je viens de poser» (Dessin au recto par Maurice Henry et au verso par Pablo Picasso)

Musée de Reims

En agosto de 1906 Picasso se hace enviar a Gósol, donde pasa el verano, las historietas norteamericanas que devora en la prensa. Doce años atrás, adolescente, ya mezclaba textos e imágenes en sus diarios ilustrados. Y no es raro encontrar globos de diálogo en sus dibujos de Barcelona o los primeros de París.

Son datos de Picasso et la bande dessinée (Picasso y la historieta), la exposición postergada por el confinamiento que reúne, hasta el próximo enero, en el Musée Picasso de París, obras del malagueño con historietas y homenajes gráficos al pintor.

Art Spiegelman Détail de la quatrième de couverture de Breakdowns

©art spiegelman

Porque, si Picasso (como lo hará con todo lo que descubre, del arte africano a la fotografía), se apoderó de tics y técnicas del llamado noveno arte, él mismo y sus criaturas serán personajes de Gotlib, Art Spiegelman (premio Pulitzer por su Maus) o Milo Manara. “Desde la entrada, la exposición desvela el gusto de Picasso por el cómic -explica el escritor especializado Vincent Bernière, comisario junto al conservador Johan Popelard- y la exploración de sus lecturas enseña una porción desconocida de su cultura visual, impregnada de fuentes populares contemporáneas”.

Las cinco salas, una a una

Repartida en cinco salas, la muestra se abre con Dibujos de juventud, que exhibe por ejemplo el relato gráfico del viaje en tren de Barcelona a París, en compañía de su amigo Junyer Vidal.

En Cómics Norteamericanos aparece su mecenas, Gertrude Stein, quien en su Autobiografía de Alice B Toklas, de 1933, describía la pasión de Picasso por las historietas americanas y las que poblaban los diarios franceses.

Pablo Picasso 'Histoire claire et simple de Max Jacob' 13 enero1903

© Succession Picasso

En Sueño y mentira de Franco destacan los grabados de 1937. Una estructura en dos planchas y 18 cuadros yuxtapone un Franco grotesco y la iconografía de los Desastres de la guerra, de Goya. Este Picasso inspiró a Spiegelman (Ace Hole Midget Detective;1974) o a Edgar P. Jacobs, cuyo Le Piège diabolique (1960-1961 inserta fragmentos del Guernica (1937) en un paisaje post-apocalíptico.

Pablo Picasso 'Sueño y mentira de Franco', 1937

RMN-Grand Palais (Musée national PicassoParis) / Adrien Didierjean

El misterio del dibujo arranca con El misterio Picasso, el filme de 1955 en el que Clouzot filma el trabajo del artista. Once años después, en una serie fotográfica de Paris Match, Hergé imita el procedimiento y dibuja a Tintín en un vidrio. En esa cuarta sala Picasso dialoga con Gotlib, Guido Crepax, Reiser.

Para cerrar el periplo, Pablo Picasso personaje de cómic va de La vie imagée de Pablo Picasso (1951; Benjamin Péret y André Breton) a los álbumes de Nick Bertozzi (2007), Julie Birmant y Clément Oubrerie (2012-2014), Daniel Torres (2018) o el belga Philippe Geluck y su gato escéptico.

Pablo Picasso «Devine chez quel peintre je viens de poser» (Dessin au recto par Maurice Henry et au verso par Pablo Picasso)

Musée de Reims

Un Picasso “personaje frecuente de la historieta en todo el mundo”, con el detalle de un chiste gráfico de Maurice Henry (una mujer de rostro picassiano: ¿adivina para qué artista he posado?), retrucado en el reverso por el propio Picasso, ambos dibujos prestados por el Musée de Reims.

Complemento inédito, en el subsuelo del museo y por encargo, obras de Sergio García Sánchez, Emilie Gleason, François Olislaeger, Oubrerie, Marina Savani, funcionan como “testimonios de la variedad de estilos gráficos y modos narrativos de la historieta contemporánea - dixit Popelard- y de la multiplicidad de miradas suscitadas por Picasso y su obra”.