Loading...

Zaha Hadid, la arquitecta sin límites

Su acento personal supuestamente futurista sobresalió en un club de los arquitectos estrella, eminentemente masculino

Zaha Hadid en una imagen de archivo

AP

“Me gusta correr riesgos y llevar la arquitectura más allá de sus límites”. Esta frase, que pronunció en Barcelona en 2003, resume la ambición profesional de Zaha Hadid, probablemente la arquitecta más célebre del mundo, fallecida este jueves por la mañana en Miami, donde estaba hospitalizada a resultas de una bronquitis y donde sufrió un fatal infarto. Contaba 65 años de edad. Nacida en Bagdad (Iraq) en 1950, estudió matemáticas en Beirut y luego se afincó, en 1972, en Londres, en cuya Architectural Association cursó estudios de arquitectura.

Hadid ha sido una mujer singular, temperamental, combativa, abanderada de la arquitectura más rompedora, con un acento formal de ambición futurista, que le ha permitido sobresalir en el club eminentemente masculino de los arquitectos estrella. En los años del cambio de siglo, que fueron de gran predicamento para estos autores de personalísima (y onerosa) caligrafía, su nombre figuró junto a los de colegas de primer nivel como Norman Foster, Frank Gehry, Herzog & De Meuron o Rem Koolhaas. A menudo, con un lenguaje vanguardista cuya osadía sólo cabría comparar al del mencionado Gehry. Y siempre con ese carácter arrollador, tan distinto del de Kazuyo Sejima (Sanaa), la otra gran arquitecta global, cuyos edificios esenciales y serenos, pero a veces no menos osados, se sitúan lejos de los de Hadid..

A estos últimos años de triunfo global les antecedieron otros de particular dureza. Mujer de origen musulmán y propuestas rompedoras, Hadid investigó mucho y llamó a muchas puertas antes de obtener respuesta. Tras iniciarse en OMA, el estudio de Koolhaas en Rotterdam, y colaborar en esa etapa con Elia Zenghelis o Bernard Tschumi, Hadid estableció estudio propio en Londres en 1979. Sus primeros años como profesional independiente le depararon pocos encargos. Pero ya entonces llamó la atención con proyectos como The Peak en Hong Kong o la Opera de Cardiff, cuyo concurso ganó, pero del que fue apartada por las autoridades. También se dedicó desde primera hora a la docencia, que prodigaría en universidades de EE.UU. como Harvard, Yale, Illinois o Columbia; en la Architectural Association londinense o en la de Artes Aplicadas de Viena.

Hadid tuvo que esperar hasta 1993 para construir su primera obra importante, la estación de bomberos situada en el parque arquitectónico de la firma Vitra, en la localidad alemana de Weil Am Rhein, un edificio de líneas angulosos, apenas unos muros de hormigón yuxtapuestos, reflejo de su admiración inicial por los suprematistas y los constructivistas rusos, previamente expresada en cientos de dibujos e investigaciones gráficas.

Mujer de origen musulmán y propuestas rompedoras, Hadid investigó mucho y llamó a muchas puertas antes de obtener respuesta

Poco a poco, la cartera de pedidos de Hadid fue creciendo, y había adquirido en la actualidad un volumen muy considerable, propiciando la ampliación de la plantilla de su despacho en Londres hasta alrededor de 350 profesionales.

Entre los edificios más conocidos de Hadid se cuentan el Centro de Arte Contemporáneo Rosenthal en Cincinnati (2003), el Museo Nacional Italiano (MAXXI) en Roma (2009), la Opera de Guangzú (2010), el Centro Acuático para los Juegos Olímpicos de Londres (2011) o el Centro Heydar Aliyev en Bakú, Azerbayán (2013). En España, Hadid construyó el pabellón puente para la Expo de 2008 en Zaragoza, un peculiar edificio con hechuras de gladiolo. Durante años, tuvo un proyecto, posteriormente abandonado, en Barcelona: un parque con veinte salas de cine subterráneas en el área de las Glòries. Y, más tarde, otro que tampoco llegaría a construirse: la torre Spiralling para el campus de la Universitat Politècnica en la Zona Fòrum. En la actualidad, su estudio trabajaba en numerosos proyectos en todo el mundo.

Tras sus inicios de resonancias estilísticas rusas, Zaha Hadid había desarrollado con su socio Patrik Schumacher un lenguaje denominado parametricismo, basado en una combinación de elementos arquitectónicos, paisajísticos y geológicos, y en la aplicación de dispositivos tecnológicos y digitales de última generación, mediante los que generaba un repertorio de formas curvas imprevisibles, caprichosas, de insospechado dinamismo. Formas que satisfacían a los clientes deseosos de edificios icónicos, pero que sus críticos habían calificado en ocasiones de extravagantes y poco prácticas. Asimismo, Hadid había trabajado también como diseñadora, ya fuera de muebles, yates, coches o calzado.

El riesgo es importante porque no tiene sentido hacer las cosas como ya se hicieron antes”

Zaha HadidArquitecta

Primera mujer y primera musulmana en obtener en Premio Pritzker (en 2004), máximo reconocimiento mundial arquitectónico, Hadid ganó el año pasado –siendo, también, la primera mujer en lograrlo–, la medalla de oro del RIBA. Antes, había obtenido dos premios Stirling en Gran Bretaña, y también, en 2003, el Premio Mies van der Rohe, máximo galardón concedido en Europa, en aquel caso a su aparcamiento y terminal de tranvías en Estrasburgo.

Persona de carácter pugnaz, incluso intemperante, que le fue de enorme utilidad cuando batallaba, irreductible, para hacerse un lugar en la escena profesional, Hadid se vio envuelta durante su carrera en numerosas polémicas. Algunas de ellas se derivaron de sus trabajos en países sometidos a regímenes autoritarios. Una de las últimas involucró al primer ministro japonés, Shinzo Abe, que decidió privarla de la construcción del Estado Nacional de los Juegos Olímpicos de 2020 en Tokio, cuyo concurso había ganado la angloiraquí, debido al constante incremento del presupuesto inicialmente previsto.

“El riesgo –dijo también Zaha Hadid aquel día de 2003 en Barcelona– es importante porque no tiene sentido hacer las cosas como ya se hicieron antes, y hay que probar siempre nuevas alternativas”. Descanse en paz.

Wangjing Soho (2014) en Pekín de Zaha Hadid

Getty

Heydar Aliyev Cultural Center (2014) en Azerbaiyán de Zaha Hadid

Getty

London Aquatics Centre construido para los JJ.OO. del 2012 de Zaha Hadid

AP

Vitra Fire Station, Weil am Rhein (1994) de Zaha Hadid

Getty

Galaxy Soho building (2009) de Pekín, de Zaha Hadid

Getty

Hungerburgbahn stations, Innsbruck (2007), de Zaha Hadid

Getty

Riverside Museum, Glasgow (2011), de Zaha Hadid

Getty

Pabellón Puente, Zaragoza (2008), de Zaha Hadid

Getty

Sheikh Zayed Bridge, Abu Dhabi (2010), de Zaha Hadid

Getty

Guangzhou Opera House (2010), de Zaha Hadid

Getty

MAXXI - National Museum of the 21st Century Arts, Roma (2010), de Zaha Hadid

Getty

Pabellón de la bodega Viña Tondonia (2002) en La Rioja de Zaha Hadid

Getty

CMA CGM Tower, Marsella (2010), de Zaha Hadid

Getty

Phaeno Science Centre, Wolfsburg (2005), de Zaha Hadid

Getty