Qué son los probióticos y por qué los expertos de Harvard recomiendan su consumo

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Parece ser que esas bacterias buenas interactúan con el revestimiento de los intestinos con el objetivo de proteger el cuerpo de invasores dañinos

Alimentos que te pueden estar robando más energía de la que crees

Algunos alimentos contienen probióticos de forma natural, como el kéfir o la kombucha

Algunos alimentos contienen probióticos de forma natural, como el kéfir o la kombucha 

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El término bacteria se suele relacionar con algo dañino, pero no todas de las muchas que habitan en nuestro organismo lo son. Cada vez existen más evidencias científicas que sugieren que se pueden combatir y prevenir diversas enfermedades tomando alimentos y suplementos que contienen probióticos, que son bacterias consideradas beneficiosas en muchos aspectos.

Hay algunas dolencias que parecen mejorar ostensiblemente gracias a esos probióticos, entre ellas el síndrome del colon irritable, y desde mediados de los 90 se han llevado a cabo estudios que los consideran eficaces para tratar algunas dolencias gastrointestinales graves y para retrasar el desarrollo de alergias infantiles, así como contra las infecciones vaginales y urinarias en las mujeres.

Tal vez en el aspecto que se ha avanzado más sea en la cura de diarreas asociadas a la toma de antibióticos, algo que ocurre en tratamientos prolongados y cuyos efectos negativos persisten tiempo después de haber finalizado.

Probablemente mucha gente ganaría en calidad de vida aumentando su ingesta de probióticos

Allan WalkerProfesor de nutrición de la Universidad de Harvard

Los resultados de diversas investigaciones no se consideran determinantes, pero sí bastante consistentes.

Se debe a que estos medicamentos matan muchas de las bacterias que se encuentran de forma natural en el aparato digestivo, lo que provoca un desequilibrio en la flora intestinal y la proliferación de bacterias nocivas que provocan las diarreas.

Y, cosa curiosa, parece que sirven también para el problema contrario, es decir el estreñimiento, y otros síntomas, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.

En Harvard aconsejan aumentar el consumo de probióticos

Parece ser que esas bacterias buenas interactúan con el revestimiento de los intestinos con el objetivo de proteger el cuerpo de invasores dañinos. Lo logran contribuyendo a que el sistema inmunológico tenga la capacidad de combatir las infecciones y aliviar la inflamación crónica.

En un artículo publicado recientemente en la revista de la facultad de medicina de la Universidad de Harvard, el doctor Allan Walker, profesor de nutrición, afirmaba que “probablemente mucha gente ganaría en calidad de vida aumentando su ingesta de probióticos”.

Pero ¿qué son los probióticos? La respuesta simple es que se trata de microorganismos vivos que al ser ingeridos actúan positivamente sobre la salud. Normalmente son bacterias, aunque algunas levaduras también actúan como tales. Las más comunes son las lactobacillus y las bifidubacterias, pero hay muchas más. Y de todas ellas existen numerosas cepas y derivadas.

Imagen 3D de una microbiota intestinal normal

Imagen 3D de una microbiota intestinal normal 

Getty Images/iStockphoto

Se supone que tienen la capacidad de restaurar el equilibrio natural de las bacterias que se encuentran en el sistema digestivo. También estimulan la producción de anticuerpos y de células inmune.

Los alimentos que proporcionan esos necesarios probióticos son los que han pasado por un proceso de lactofermentación, mediante el cual las bacterias convierten azúcares y almidones en ácido láctico, que les sirve para preservar las bacterias.

Cuando la col se convierte en chucrut y la soja en miso

Otra forma de considerar la lactofermentación es que transforma un tipo de alimento en otra cosa, como por ejemplo, la col en chucrut, los pepinos en pepinillos, las judías de soja en miso y la leche en yogur.

La cantidad exacta de cepas específicas de la bacteria en los alimentos fermentados varía según la forma en que se han obtenido. Además de probióticos pueden contener otros valiosos nutrientes, como enzimas, vitaminas y ácidos grasos Omega-3.

El conflicto está en saber qué bacterias son beneficiosas para qué dolencias. Ya que no todas son iguales ni tienen la misma incidencia en todas las partes del organismo.

Y tampoco se ha podido establecer todavía la cantidad diaria de probióticos que sería conveniente consumir, por lo que no se conoce cuántos de los alimentos que los proporcionan se debería consumir. Lo único que se atreven a recomendar los expertos es añadir más fermentados a la dieta.

Los alimentos más comunes que proveen de probióticos son:

En el mercado existen también suplementos alimenticios con probióticos en forma de pastillas, polvos y otros formatos, aunque en el mencionado artículo de Harvard se muestran cautelosos al respecto de si debe recurrirse o no a ellos, porque no están controlados por las autoridades sanitarias como si se tratara de medicamentos.

Entre otros efectos positivos, los probióticos podrían contribuir a controlar el peso y a una mejor digestión; fortalecer el sistema inmunológico, mantener la piel sana y disminuir el riesgo de contraer diversas enfermedades.

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