Así es el renovado Casa Tejada
En Barcelona
Los chefs Óscar Manresa y Romain Fornell han querido recuperar el viejo local situado muy cerca del Bar Turó
Así se prepara este riquísimo chupe de pescado
Hay establecimientos que pasados los buenos tiempos, y Casa Tejada los tuvo , van decayendo hasta que un día, a veces mucho después de que empezara la agonía, bajan la persiana. El emblemático local de la zona del Turó Park que la próxima semana reabre como Casa Tejada Bistrot-Tapas&Oyster Bar (Tenor Viñas, 3) hace años que dejaba mucho que desear tanto en el cuidado del propio espacio como en la calidad de la oferta. Sin embargo hay nostálgicos de algunos de las especialidades que allí servían, como las bravas (constato que hace un año no tenían ningún interés), las albóndigas con sepia o el chuletón (lo mismo que las bravas).
En una ciudad en la que se atropellan cierres y aperturas, la reciente desaparición de Casa Tejada, que en su día fue propiedad del exjugador del Barça Justo Tejada (uno de los once que estrenaron el césped del Camp Nou en 1957), hubiera podido pasar inadvertida de no ser porque Óscar Manresa y Romain Fornell, socios y emprendedores imparables, han querido recuperar el viejo local situado muy cerca del Bar Turó, que hace unos años también recuperó Fornell.
Los dos amigos, que en este proyecto cuentan con un tercer socio, el empresario Hugues de Molfalcon, tenían claro que mantendrían el nombre y algún guiño a algunas de las elaboraciones que eran marca de la casa, como las citadas albóndigas, que en la carta enuncian como albóndigas con sepia Casa Tejada, o la ensalada con lechuga, aguacate y huevo, a la que le dan un nuevo aire. Sin hacer obras estructurales (y con una inversión de 500.000 euros) le han dado un giro radical al interiorismo, que mantiene el toque ibicenco que tenía y que han decorado con gracia, ganando sensación de amplitud.
Fornell y Manresa han unido sus propios negocios a los que desde hace unos años han ido abriendo juntos creando la marca Gout Rouge, que ya suma cerca de una veintena de establecimientos y que tienen la intención de seguir expandiendo (su próxima apertura será a principios del próximo año en Andorra).
Uno de sus objetivos es esa recuperación de locales que fueron emblemáticos, como hicieron con Casa Leopoldo, o como había hecho Fornell con el Bar Turó. “Tenemos la suerte de habernos conocido y no aspiramos a enriquecernos sino a pasarlo bien creando nuevos conceptos”, explicaba Fornell, mientras estrenábamos la barra de ostras y marisco situada a la entrada del local. Según Manresa reciben numerosas propuestas para tomar las riendas de locales que van a cerrar.
Probamos el cangrejo real y las ostras de Joël Dupuch (las mismas que sirven en su Joël’s Öyster Bar de la Boqueria, del que esta barra sería una sucursal) al natural, en escabeche y con salsa ponzu y huevas de trucha, acompañadas con una buena mantequilla salada. Muy acertadas las croquetas de jamón y las bravas que fríen como una superposición de finas láminas; correcto el tartar de atún con aguacate y rábanos e impecables el bogavante al ajillo y el steak tartar que preparan ante el comensal. Siguiendo también el estilo del viejo Casa Tejada, se puede rematar la comida con una pieza de carne, en este caso de raza Aubrac.
Los postres -recomendables el flan y la torrija- los preparan en el centro de producción que han creado Fornell y Manresa para suministrar algunas elaboraciones que requieren en varios de sus locales. Cuentan con coctelería, al fondo de la barra. Al frente de la cocina está Marcelo Revollo, quien trabajó en Café Emma (negocio que se han vendido) y dirige la sala Marta Sospedra, quien estaba en el Bar Turó. El tiquet medio es de 40 euros.