La mozzarella de búfala es más nutritiva y sabrosa que la elaborada con leche de vaca. La de búfala, originaria de Nápoles, es considerada la auténtica. También es cierto que su precio es más elevado, ya que se produce en menor cantidad, pero en ambos casos se trata de un queso fresco y, por tanto, delicado para su conservación: debe mantenerse en la nevera y consumirse lo más fresca posible. De hecho, se dice que para los napolitanos es tan importante su frescura que la guardan como máximo dos días.
Berenjenas con mozzarella de búfala y quinoa
Ingredientes
1 berenjena grande o 2 pequeñas
125 g de mozzarella de búfala
100 g de quinoa
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Elaboración
1. Lava la quinoa y escúrrela bien. Cuécela durante 20 minutos en agua salada hirviendo. Escúrrela y resérvala.
2. Corta la berenjena grande en rodajas y remójala durante 10 minutos en un bol con sal. Escurre bien las rodajas.
3. Coloca las rodajas de berenjena sobre una bandeja con papel de hornear. Píntalas con aceite de oliva y hornéalas durante 20 minutos a 180 ºC.
4. Pasado ese tiempo, retira del horno e inmediatamente después dispón encima de cada rodaja un poco de mozzarella de búfala para que el queso se funda con el calor de la berenjena.
5. Corona con un montoncito de quinoa y unas pasas. Por último, añade unas gotas de aceite de oliva. Sirve caliente.
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