Mayonesa (o mahonesa) para tus ensaladas de verano

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No la compres en el supermercado: prepararla es así de fácil

Alimentos que deberías desterrar de tu dieta

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Es como el fondo de armario de las salsas que no debería faltar en el guardarropía para la temporada de verano. Pero, ¿quién inventó esta salsa universal? En los corpus gastronómicos la versión más reiterada es que la descubrieron los franceses en Mahón entre 1756 y 1763, durante los siete años en los que las tropas del Duque de Richelieu ocuparon la isla.

Pero varias teorías sostienen que se conocía antes de la llegada de los franceses a Menorca. La más importante la aporta el libro Art de la Cuina del franciscano Francesc Roger del siglo XVIII en el que aparecen 19 recetas en las que interviene el “l’aioli bo” (alioli bueno), el nombre que el fraile le daba a la salsa mahonesa.

En los corpus gastronómicos se dice que la descubrieron los franceses en Mahón entre 1756 y 1763

Entonces, cómo debemos llamar a esta salda, ¿mayonesa o mahonesa? Si nos quedamos con el origen menorquín deberíamos llamarla mahonesa, ya que los franceses lo que hicieron es divulgarla por el mundo. De Mahon, mahonesa, mayonnaise… A pesar de que tenemos muchas ofertas de mayonesa industrial, prepararla en casa es fácil.

Ficha técnica

Dificultad: medio

Raciones: 4 (unos 250 gramos)

Tiempo de elaboración: 15 minutos

Aporte calórico: 100 gramos nos aportan 680 calorías

Ingredientes

>2 yemas de huevo

>250 mililitros de aceite de oliva (hay quien prefiere utilizar de girasol para que la salsa resulte más suave).

>1 cucharadita de vinagre o de zumo de limón

>Sal

Elaboración

Con la batidora:

1. Ponemos los huevos, el aceite, el zumo de limón, el vinagre y la sal en el baso de la batidora. Introducimos la batidora hasta que toque el fondo del vaso y sin moverla la ponemos en marcha hasta conseguir la consistencia deseada y en ese momento podemos ir levantando el brazo suavemente hasta que veamos que está lista.

2. Rectificamos de sal y servimos. La que no vayamos a consumir la guardamos en un recipiente hermético en la nevera.

Manualmente:

1. Utilizaremos dos yemas, una cruda y la otra cocida.

2. Chafamos con el tenedor la yema cocida y la mezclamos con la cruda.

3. Vamos añadiendo un poquito de aceite (a cucharadas, no añadiendo la siguiente hasta que la anterior se haya integrado completamente) y haciendo movimientos de 8 con un tenedor, de ese modo el aceite se va integrando. Continuamos así un rato hasta terminar con el aceite indicado.

4. Por último, agregamos el zumo de limón y la sal.

Consejos:

Una de las dificultades de preparar esta salsa es conseguir la consistencia deseada, que se agarre bien. Hay varias explicaciones para que se nos corte la mayonesa; puede cortarse por diferencias de temperatura entre los ingredientes y utensilios utilizados, o por incorporar demasiado aceite.

Para evitar que se nos corte debemos intentar no cometer esos errores anteriores. Lo mejor será utilizar los ingredientes y utensilios a temperatura ambiente. Añadir el limón antes que el aceite tiene por objeto aumentar la salsa desde el principio por lo que no se cortará tan fácilmente.

Una vez que se nos ha cortado la mayonesa se puede arreglar añadiendo en otro bol un par de cucharadas de agua caliente y echando poco a poco lo cortado, batiendo hasta el final.

Puedes aromatizarla con ajo, orégano, tomillo, perejil, cilantro, mostaza, según el plato al que la acompañes o tus propios gustos.

Conservar en nevera no más de tres días.

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