¿Y qué hago con el perro?

Opinión

¿Y qué hago con el perro?

La nueva ley de protección animal busca dar a las mal llamadas bestias -el nuevo conflicto en Gaza demuestra que los humanos se adecuan más al término- la vida digna que merece todo ser viviente que puebla España.

Las atroces imágenes de animales criados en cautividad – las últimas, las de conejos- con el sólo objetivo de convertirse en elemento de laboratorio humano, sea gastronómico, biológico o de fábrica de ropa prêt a porter o haute couture, son la prueba de que hay mucho terreno por conquistar. No solamente en la mente fiduciaria del criador y el manipulador del animal convertido en producto, sino también en la complicidad del consumidor a la hora de aceptar la atrocidad.

Comprendo e incluso aplaudo que, tras ver el estado en el que malviven los animales criados en ciertas granjas, unos cuantos carnívoros se adhieran al extenso movimiento de veganos, vegetarianos y toda la ristra de -ianos que pueblan la tierra. No es mi caso, porque, en el fondo, soy una mala bestia.

Lo que no me gusta de esta nueva ley que nos han vendido como la ley más avanzada de las leyes del mundo avanzado, -a los eco cortesanos de Sumar y Comuns les encanta siempre ser lo más de lo más en cuestiones eco friendly- es su conservadurismo respecto algunas normas animalistas que rigen en países con más tradición democrática y, por ende, humanista que el nuestro.

Muchas veces, las normas están hechas a imagen y semejanza de los ciudadanos.

A diferencia de Francia, país que a menudo pongo como ejemplo porque me gusta Brassens y su amor por los gatos, en España es harto imposible encontrar un hotel en el que acepten llevar a tus animales de compañía. Hay excepciones, claro está, como el Hostal Pedraforca, un albergue en el que se descansa y se come muy bien arropados por una montaña de índole mágica.

Crop shot from above of anonymous person stroking cheerful dog at street.

Un perro en la calle .

Zotov Alexandr

Y es casi quimérico encontrar un restaurante o un bar en el que te acepten entrar con tu mascota (mala palabra porque tiene un deje a esclavitud). Por no hablar de los supermercados o tiendas de comestibles, en el que es posible vender productos de infecta calidad para la salud del ser humano pero que están vedados para unos animales que, quién más o quién menos, tiene debidamente identificado como marca la ley.

A mucha gente le molestan los animales, por miedo o por otras razones de índole psicológica. Y a mi me molesta mucha gente que debería entrar, por decreto, más aseada a los lugares públicos.

La nueva ley no solo no facilita hacer una vida normal con tu perro, gato o lindo canario, sino que hace imposible ir a comprar, en mi caso, con mi perra Peabody, porque a estos eco cortesanos de izquierdas les ha salido de sus partes más nobles prohibir atar a los animales de compañía en las zonas reservadas para su exilio momentáneo. Dicen que es por nuestro bien. Porque nos los roban o los perdemos, como si nosotros fuéramos, como siempre, unos idiotas sin cerebro.

Los paseos, a parte de ser sanos para la salud, sirven para llevar a cabo tareas doméstica y matar, como se suele decir en lenguaje de Jara y sedal, dos pájaros de un tiro. Yo suelo pasear con Peabody con la bolsa de la compra y a mitad el trayecto, ato a la perra fuera de la tienda y hago una rápida adquisición. Antes, Mercè o Núria me dejaban tener a Peabody, una Beagle de pequeñas dimensiones, resguardada en caja bajo sus pies, pero dejó de ser legal y decidí atarla a la entrada. Ahora ya no puedo.

Frente a las nuevas dificultades y publicada ya la nueva ley en el BOE, decidí aparcar el coche antes de llegar a casa y hacer una compra exprés para poder pasear a Peabody sin miedo a que se perdiera o me la robaran. Les doy las gracias a mis queridas “atrocidades”, -término que utilizaba un conocido mío para nombrar a las autoridades-, por protegerme tanto. Lástima que su protección terminó en una multa que me puso el Guardia Urbano por no aparcar el coche en un parquin que, por cierto, estaba completo.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...