Sí, el ‘bitter’ ha vuelto
Materia prima
Llega el momento más dulce de esta bebida amarga
Amargo, muy amargo. Pero muy atractivo. Son los recuerdos de infancia que muchos tenemos del bitter: Un líquido de color rojo, seductor y repelente a partes iguales.
Una bebida de adultos que nos resultaba atractiva por parecernos prohibida, hasta que nuestros padres nos las dejaban probar y las amargas burbujas nos estallaban en la boca.
Este año el Bitter Kas, rey analcohólico (durante décadas) del vermút español, cumple 50 años de vida. Y aunque parezca estar de capa caída, lo cierto es que vuelve con fuerza; no sólo a su territorio natural, la hora del aperitivo, sino también a la noche.
Cada vez más cocteleros incluyen continuamente los amargos en sus recetas (aunque sea unas gotitas), e incluso algún que otro cocinero se ha atrevido a lanzar su marca. Como los hermanos Torres, que acaban de presentar su propio bitter junto a Bardinnet. ¿Qué está pasando? ¿Por qué está de vuelta?
Una bebida que trae recuerdos
El bitter puede gustar mucho o poco, pero no es una bebida que se olvide fácilmente. Y es un poco lo que les ha pasado a los gemelos a cargo del restaurante Dos Cielos, en Barcelona.
Dice Sergio Torres que se han lanzado al mundo de los espirituosos con el bitter porque “es la bebida de mayores que pedíamos de niños”. Aunque el suyo tiene 15% vol. de alcohol y un toque propio. “Partiendo de la receta clásica, hemos querido añadir esos sabores cítricos que nos recuerdan a nuestra infancia, como la mano de buda (una variedad de cidra)”, explica.
Un medicamento que llegó para quedarse
Cuenta Diego Cabrera, coctelero de Salmón Gurú (Madrid), que el primer bitter de la historia nació como un medicamento para el estómago. “Originario de Venezuela, lo tomaba hasta Simón Bolivar”, añade.
Fue la única bebida que no se prohibió con la ley seca de los años 20 y 30 en EE.UU porque “se consideraba un medicamento”. Más tarde se prohibió y se dejaron de fabricar, todos menos el Amargo de Angostura, la marca que más se conoce en coctelería hoy.
Hoy en día cada vez hay más reediciones de esta bebida por parte de los fabricantes e incluso algunos cocteleros están inventado sus propios bitters. “Está súper de moda, porque el gotero de la botella tiene su punto de alquimia, y un poquito aporta redondez a cualquier cóctel”, explica Cabrera. Pero, ojo, no hay que pasarse para que no quede demasiado amargo.
La moda de lo amargo
Si cada temporada un sabor es el rey de las tendencias en coctelería – hasta hace poco era el picante –, ahora parece que le ha tocado el turno al amargo. “Está arrasando”, según Cabrera.
“Es una consecuencia de lo que trae la globalización”, dice Pepe Orts, el mixólogo de los botánicos, a cargo de la marca de coctelería Toque. Aquí en España no lo hemos consumido nunca como nuestros vecinos italianos – que no conciben un aperitivo sin bitter – pero es la moda de lo amargo la que invita a que aparezca cada vez más también en nuestros cócteles.
Eso y otra razón. Según Orts, “juega bien en la coctelería de autor”, de ahí que cada vez más cocteleros se apunten al bitter.