Un nuevo estudio de la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California ha encendido las alarmas sobre los posibles efectos perjudiciales de las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) en la salud humana. Utilizadas desde la década de 1940 en diversos productos como envases alimentarios, telas repelentes al agua, pinturas y espumas contra incendios, estas sustancias químicas han sido identificadas como contaminantes comunes en el agua potable, con un impacto preocupante: un aumento significativo en la incidencia de ciertos tipos de cáncer.
Las PFAS se utilizado en una variedad de industrias en todo el mundo desde 1940
El agua potable puede ser una fuente de exposición para comunidades donde los PFAS han contaminado los suministros. Según el estudio, financiado por los Institutos Nacionales de Salud y publicado en el Journal of Exposure Science and Environmental Epidemiology, las personas expuestas al agua contaminada con PFAS tienen hasta un 33 % más de probabilidades de desarrollar ciertos tipos de cáncer. Entre ellos, se incluyen cánceres que afectan al sistema endocrino, digestivo, respiratorio, la cavidad oral, la piel y la faringe.
El doctor Shiwen Li, investigador principal del estudio, explica: “Estos hallazgos nos permiten establecer un vínculo inicial entre los PFAS y ciertos tipos de cáncer raros. Esto sugiere la necesidad de investigar cada uno de estos vínculos de manera más detallada”.
El impacto de los PFAS es especialmente preocupante en Estados Unidos, donde aproximadamente el 45 % de los suministros de agua potable han mostrado contaminación por estas sustancias. Estas sustancias químicas, conocidas como “químicos eternos” porque se descomponen muy lentamente, se acumulan en el cuerpo humano con el tiempo. Investigaciones previas ya habían relacionado los PFAS con problemas de salud como cáncer de riñón, mama y testículos.
Los PFAS están presentes en más del 40% de los suministros de agua potable de EE.UU.
Para evaluar el riesgo de cáncer asociado a los PFAS, los investigadores de Keck realizaron un estudio ecológico utilizando grandes bases de datos poblacionales. Entre 2016 y 2021, analizaron datos de diferentes condados del país y encontraron que aquellos con niveles más altos de contaminación por PFAS también presentaban una mayor incidencia de ciertos tipos de cáncer. El impacto variaba según el sexo, pero en total, los PFAS en el agua potable podrían ser responsables de más de 6,800 casos de cáncer anuales, según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA).
El estudio subraya la necesidad urgente de investigaciones más profundas para comprender completamente el impacto de los PFAS en la salud y establecer medidas de regulación más estrictas. A pesar de su uso extendido en la industria, estos químicos han planteado serias preocupaciones por sus efectos a largo plazo en la población.