La dieta contribuye a prevenir hasta un tercio de los cánceres más comunes

Investigación 

Lo que comemos y bebemos influye en la incidencia, el crecimiento y el desarrollo del cáncer, defienden  investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO)

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Varios trabajos preclínicos (en animales) utilizan la comida saludable como herramienta contra el cáncer

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Múltiples investigaciones corroboran que las decisiones que tomamos con relación a nuestra alimentación son determinantes para nuestro bienestar. Incluso podrían afectar en el desarrollo de enfermedades graves. Recientemente, dos grupos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han estudiado la influencia que tienen los alimentos en el crecimiento y el desarrollo del cáncer y averiguado que ayudan a prevenir un tercio de los tumores más comunes.

Según Nabil Djouder, uno de los investigadores que dirige estos equipos, varios trabajos preclínicos (en animales) que utilizan la comida saludable como herramienta contra el cáncer han mostrado resultados prometedores y, a la inversa, otros estudios han probado que una alimentación no saludable puede acelerar el desarrollo de ciertos tipos de cáncer. “Pero necesitamos entender cómo ocurre eso dentro de las células”, señala.

La alimentación puede apuntar directamente al metabolismo del cáncer, al privar al tumor de los nutrientes que necesita

Nabil DjouderInvestigador del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO)

El término cáncer se utiliza para designar un amplio grupo de enfermedades que pueden afectar a cualquier parte del organismo. Una característica definitoria de este tipo de patologías es la multiplicación rápida de células anormales que se extienden más allá de sus límites habituales en un proceso que se denomina metástasis y que es responsable de la mayoría de las muertes relacionadas con el cáncer. “Por eso, es tan importante entender cómo la dieta puede influir en su desarrollo”, asegura el investigador. 

Y añade que “la alimentación puede apuntar directamente al metabolismo del cáncer, al privar al tumor de los nutrientes que necesita, o puede afectar a otros elementos clave para el desarrollo del cáncer, como la señalización del crecimiento, el estrés oxidativo o la inmunidad del paciente”. 

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Una de las áreas de investigación más activas es cómo afectan las dietas de restricción calórica y el ayuno intermitente

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Por otro lado, el equipo del investigador Alejo Efeyan se ha centrado en qué procesos metabólicos afectan más a las células tumorales que a las células normales. Albergan la esperanza de que ese conocimiento les dé una posibilidad de acción para tratar de forma selectiva y potente a las células tumorales sin dañar otras células del paciente.

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“Sabemos que el exceso de nutrientes y energía les suele gustar a las células cancerosas. Tratamos de desentrañar cuáles son los genes y las proteínas que median en estas alteraciones”, explica el experto, quien cree que detectar cuáles son los metabolitos favoritos de las células cancerosas podría ayudar a generar nuevas herramientas terapéuticas. 

Sabemos que el exceso de nutrientes y energía les suele gustar a las células cancerosas

Alejo EfeyanInvestigador del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO)

Los planes dietéticos que más se han estudiado con relación a cómo pueden afectar al desarrollo de varios tipos de cáncer son las dietas de restricción calórica y el ayuno intermitente. Pero pese a que algunos grupos han observado resultados prometedores, Efeyan recuerda que son dietas muy difíciles de seguir y que todavía queda mucho por investigar. "Hay dietas que funcionan bien con unos tumores, pero no con otros. Por eso necesitamos entender qué mecanismos moleculares hay detrás de cada una de esas reacciones”, concluye. 

Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer es la principal causa de muerte en el mundo. Solo en 2020 se atribuyeron a esta enfermedad casi 10 millones de defunciones, es decir, casi una de cada seis de las que se registran.

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