La pasta es un ingrediente muy aclamado en la cocina, gracias a su gran versatilidad y comodidad. A no ser que optes por la pasta fresca, resulta muy práctico y rápido contar con un paquete en la despensa, verterlo al agua y que se cueza en un santiamén para comértela en esos días en los que no te da la vida.
Claro que también es todo un alimento gourmet si nos decantamos por una pasta seca o fresca de calidad y la acompañamos de una salsa elaborada con mimo. En cualquier caso, tanto si quieres un plato de pasta rápido y básico como uno que parezca sacado de la cocina de un reputado restaurante italiano, cocerla no es tan fácil como muchas personas creen.
El objetivo: pasta al dente que no se pegue
Hay ciertas máximas que deben cumplirse para que la pasta quede al dente (que ofrezca cierta resistencia al morderla), pues así es como lo marca la tradición italiana. Además, en este punto de cocción resulta más saciante, aporta más energía y tiene un menor índice glucémico, siendo más saludable.
Encontrar el equilibrio entre que la pasta quede en su punto, ni dura ni pasada, no es el único objetivo. También está el reto de que no se pegue, ni en el momento de la cocción ni al servirla.
Lee también
Claves para cocer la pasta para que quede perfecta
1
Escoger una pasta de calidad es primordial, pues ello redunda en un mejor sabor.
2
Es importante que la olla sea amplia, con espacio y agua suficiente para que la pasta baile en su interior sin tropezarse entre sí.
3
Pon el agua a hervir y añade la sal cuando ya esté en ebullición. No hay que añadirle nada más, ni siquiera aceite.
4
Incorpora la pasta cuando el agua ya esté hirviendo. Hazlo rápidamente para que su temperatura descienda lo menos posible.
5
Empieza a contar el tiempo de cocción desde el instante en que el agua vuelva a hervir.
6
Remueve de vez en cuando con una cuchara de madera, para evitar que la pasta se pegue.
7
Es importante que toda la pasta quede sumergida en el agua y que la cocción sea con agua hirviendo de manera constante.
8
Si vas a acompañar la pasta de una salsa caliente, conviene sacarla del agua un par de minutos antes de que esté al dente, pues con el calor seguirá cocinándose.
9
Saca la pasta rápidamente cuando esté en su punto. Puedes hacerlo con unas pinzas, una espumadera o un colador.
10
No aclares la pasta con agua fría, a no ser que la necesites para una ensalada.
11
Si vas a añadirle una salsa, es mejor incorporar la pasta junto con un poco de agua de cocción a la sartén u olla donde esté la salsa y removerlo todo junto, para que se integre bien el sabor y no se pegue.
12
Lo mejor para que la pasta no se pegue es consumirla recién hecha.