Comer sin gluten puede perjudicar la salud cardiovascular de los no celiacos
Nutrición
Investigadores de Harvard y Columbia alertan sobre las dietas restrictivas
Comer sin gluten sin ser celiaco no sólo no es más saludable, sino que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades del corazón. Esta es la conclusión a la que han llegado investigadores de las universidades de Columbia y Harvard en un estudio de cohorte prospectivo que ha analizado el consumo de gluten y la incidencia de enfermedades coronarias en más de 100.000 personas a lo largo de 26 años. “Nuestros resultados muestran que la restricción de gluten no tiene ningún beneficio, al menos en términos de salud del corazón, para las personas sin celiaquía; de hecho, puede causarles algún daño si siguen una dieta baja en gluten, que es particularmente pobre en cereales integrales, porque los granos integrales parecen tener un efecto protector contra las enfermedades cardiacas”, afirma en un comunicado Benjamin Lebwohl, director de investigación clínica en el centro de la enfermedad celiaca de la Universidad de Columbia y uno de los autores del estudio publicado el martes en British Medical Journal.
Los investigadores llaman la atención sobre el hecho de que el gluten es claramente perjudicial para las personas celiacas, pero los libros de dietas populares y algunos famosos, basándose en evidencias anecdóticas y nada científicas, han impulsado la idea de que la dieta baja en gluten es saludable para todo el mundo, realidad que ellos desmienten. De hecho, otro estudio presentado en marzo por investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard ya advertía contra esta moda de retirar el gluten sin prescripción médica porque una baja ingesta de cereales con gluten se relaciona con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. En concreto, ese estudio establecía que las personas no celiacas que dejan de ingerir gluten tienen un 13% más de probabilidades de tener diabetes tipo 2 que las que consumen productos con gluten (y por tanto con fibra) de manera generalizada.
Otro estudio previo vincula la renuncia a esta sustancia a un mayor riesgo de sufrir diabetes tipo 2
“Se han puesto de moda las dietas libres de gluten como si fueran saludables y la importancia de este estudio estriba en que demuestra científicamente que el consumo de gluten no está asociado a un mayor riesgo de infarto en los no celiacos; más bien al contrario, porque lo que ven los investigadores es que al eliminar el gluten se dejan de consumir cereales integrales, los cuales sí han demostrado su efectividad para reducir la obesidad, la hipertensión y la diabetes, de modo que se pierde este factor protector contra los riesgos cardiovasculares”, explica Paola Beltrán, vocal de la sección de riesgo vascular de la Sociedad Española de Cardiología. Y alerta de que las dietas restrictivas no son equilibradas y sí muy costosas “porque detrás del auge de productos sin gluten hay negocio”.
“La dieta sin gluten se está banalizando, pero es un tratamiento para una enfermedad concreta, la celiaquía, y seguirla sin estar enfermo comporta riesgos porque el gluten aporta proteínas y los cereales que lo contienen también proporcionan fibra, entre otros nutrientes, y hay estudios que muestran que su ingesta está asociada a una menor hipertensión arterial, menos riesgo de diabetes y, a largo plazo, menos probabilidad de cáncer de colon”, coincide la presidenta del Col·legi de Dietistes-Nutricionistes de Catalunya (Codinucat), Nancy Babio. Añade que, al retirar el gluten, se suelen sustituir los alimentos elaborados con harina de trigo, de cebada o centeno por versiones hechas con harina de tapioca, arroz o maíz, que llevan más grasas y azúcares añadidos. “El gluten es la proteína que da esponjosidad al pan, los bollos o la pasta, así que cuando se usan harinas sin gluten los industriales han de incorporar más grasas para poder hacer un amasado adecuado”, justifica. Y apunta que ese mayor consumo de grasas también puede contribuir al mayor riesgo cardiovascular del que hablan los investigadores estadounidenses.