La ansiedad es una de esas emociones que, pese a su mala reputación, tiene un papel evolutivo claro: nos mantiene alerta. Sin embargo, su impacto en el pensamiento creativo es más ambiguo de lo que parece. Un estudio reciente, publicado en The Journal of Creative Behavior y pone de relevancia Psy Post, revela que la ansiedad puede aumentar la cantidad de ideas que generamos, pero, paradójicamente, reducir su originalidad.
Más ideas, pero menos innovadoras
La investigación, liderada por Hansika Kapoor, exploró cómo la ansiedad influye en el pensamiento divergente, es decir, la capacidad de proponer múltiples soluciones a un problema. Para ello, los investigadores diseñaron una serie de tareas en las que participaron 647 adultos de la India y Estados Unidos. Los resultados mostraron que las personas con tendencia a la ansiedad generaban más ideas cuando se les pedía pensar en lo que podría salir mal en una situación. No obstante, estas ideas solían ser menos originales que las de aquellos que se enfocaban en los aspectos positivos.
Según Kapoor, este fenómeno podría estar relacionado con lo que ella denomina creatividad oscura, un tipo de pensamiento que puede llevar a la autolimitación. Normalmente, se estudia cómo la creatividad puede emplearse para manipular a otros o hacer el mal, pero querían ver si también podía volverse en nuestra contra, generando patrones de pensamiento ansiosos que limitan nuestro crecimiento.
Los participantes fueron sometidos a tres pruebas de pensamiento divergente: el escenario realista para que pensaran en múltiples maneras de conseguir una gran suma de dinero en poco tiempo; un escenario positivo, donde imaginar cómo una primera cita podría salir bien; y, por supuesto, el escenario negativo para imaginar todo lo que podría salir mal en esa primera cita. Y se dedujo que quienes realizaron la tarea negativa generaron más ideas en comparación con la positiva, pero sus respuestas eran menos creativas en términos de originalidad.
Ansiedad vs optimismo
Otro hallazgo clave del estudio es que la ansiedad no actúa sola. Los investigadores encontraron que las personas con un historial de ansiedad clínica o terapia previa eran las que más ideas generaban en escenarios negativos. Por otro lado, el optimismo parecía funcionar como un escudo protector. Aquellos con una mentalidad positiva producían menos ideas negativas, incluso si tenían antecedentes de ansiedad o terapia.
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Este estudio destacó que la relación entre ansiedad y creatividad no es lineal. Fue sorprendente ver cómo el optimismo contrarrestaba la ansiedad de manera tan poderosa. Esto sugiere que fomentar una visión positiva podría ayudar a reducir los efectos negativos de la ansiedad sobre el pensamiento creativo. Además, se sugiere que estrategias como el reframing (replanteamiento cognitivo) podrían ser clave para mejorar la creatividad en personas ansiosas.