El 'efecto Dunning-Kruger', el 'síndrome del cuñado' que seguro has sufrido estas vacaciones

Salud mental

Se trata de un sesgo cognitivo por el que “cuanto menos sabemos de una cosa, menos consciente somos de que no sabemos”, según la psicóloga Jennifer Delgado

Quienes lo sufren tienen opiniones muy firmes que no tienen complejos en expresar aunque ignoren el tema y acarrea problemas como la mala toma de decisiones, el aislamiento e incluso el radicalismo

Horizontal

Las personas que padecen el 'Efecto Dunning-Kruger' creen que siempre tienen razón y que todo lo hacen mejor que los demás, incluso conducir. 

Mané Espinosa / Propias

¿Has convivido estas vacaciones con gente que opina sin tener ni idea? ¿Que para todo tienen una respuesta, a menudo tópica y poco profunda pero muy contundente? La mayoría de las personas tienen un cuñado, un primo o una amiga así, que padece el llamado ‘efecto Dunning-Kruger’, por el que cuanto menos sabes, más listo te crees.

La psicóloga y fundadora del Rincón de la Psicología, Jennifer Delgado, explica a La Vanguardia que “se trata de un sesgo cognitivo por el que cuanto menos sabemos de una cosa, menos consciente somos de que no sabemos”, en eso consiste este problema, que “se da fundamentalmente en las personas que tienen menos habilidades, conocimientos o capacidades en un campo”.

Se da fundamentalmente en las personas que tienen menos habilidades, conocimientos o capacidades 

Jennifer DelgadoPsicóloga

Un perfecto ejemplo de esto lo vimos durante la pandemia del Covid-19, cuando aún nadie sabía prácticamente nada sobre el virus pero salían de debajo de las piedras entendidos en el tema, opinando y sentando cátedra. Pero no hay que remontarse tan atrás, es muy probable que estas vacaciones, momento de muchas reuniones con gente, hayas tenido que sufrir en algún momento a personas que saben de todo, con opiniones muy firmes y sin complejos para expresarlas pese a su escaso conocimiento sobre el asunto. Es decir, personas bajo el ‘efecto Dunning-Kruge’, una explicación científica del síndrome del ‘cuñado’.

Paradoja de la incompetencia

El término recibe el nombre de los dos psicólogos estadounidenses que investigaron el tema, David Dunning y Justin Kruger, quienes demostraron la paradoja de este efecto, que es que cualquier incompetente tiende a sobreestimar su habilidad, mientras que toda aquella persona competente tiende a subestimarla.

Así lo determinaron en cuatro experimentos en los que examinaron autoevaluaciones en razonamiento lógico, gramática y humor, cuyos resultados se publicaron en diversas revistas científicas como en el Journal of Personality an Social Psychology. En ellas demostraban diferentes premisas como la paradoja de que cuanto menos sabes, más crees que sabes, así como que los incompetentes “serán menos capaces (…) de reconocer la competencia cuando la vean”, de “comprender su verdadero nivel de desempeño” ni si quiera comparándolo con el de otros, y, paradójicamente, que sólo pueden mejorar su capacidad para reconocer su propia incompetencia volviéndose más competentes, según publicaron en la mencionada revista en un artículo titulado Unskilled and Unaware of It: How Difficulties in Recognizing One's Own Incompetence Lead to Inflated Self-Assessments.

Lee también

Un ladrón incompetente y zumo de limón, el germen de la investigación

La historia que dio origen a la investigación de Dunning y Kruger no tiene desperdicio, es un paradigma de la imbecilidad que "hizo a estos psicólogos pensar que quizás la ignorancia te protege de la ignorancia", explica Delgado.

En 1995 en Pittsburgh (EEUU) un hombre llamado McArthur Wheeler creyó haber encontrado el método perfecto para robar bancos sin que las cámaras de seguridad grabaran su rostro: pensó que ponerse zumo de limón en la cara le hacía invisible como cuando se usa como tinta en un papel. Convencido del truco, robó un banco a plena luz del día y a cara descubierta y en este primer intento le salió bien, por lo que se dispuso a robar un segundo.

Evidentemente las cámaras le grabaron y al poco tiempo le detuvieron ante la sorpresa del ladrón: “¡Pero si me puse zumo de limón!”, dijo asombrado cuando fue arrestado.

La historia hizo a estos psicólogos pensar que quizás la ignorancia te protege de la ignorancia

Jennifer DelgadoPsicóloga

Pero la historia de la total incompetencia de este ladrón no queda ahí, porque antes de decidirse a robar bancos, hizo una comprobación del funcionamiento de su técnica; se echó zumo de limón por la cara y se hizo un autorretrato para ver si salía, era un selfie de los de antaño en los que había que girar la mano con la cámara y tratar de calcular el encuadre. Su cara no salió en la foto, lo que para él fue la prueba irrefutable de que el zumo de limón le hacía invisible a las cámaras, aunque todo apunta a que el jugo ácido por los ojos y la nariz le impediría enfocar bien y simplemente, su cabeza no estaba en el plano.

La rocambolesca historia salió en la prensa local y al leerla, Dunning y Kruger quedaron impactados y diseñaron sus experimentos para tratar de explicar semejante osadía de la incompetencia.

¿Eres un 'cuñado'?

Los bares, las playas, las redes sociales… todo está plagado de personas bajo el influjo del efecto Dunning-Kruger, lleno de ‘cuñados’, de hecho cualquiera de nosotros puede estar padeciéndolo ahora mismo porque “todos somos propensos a los sesgos cognitivos” según Delgado, aunque quien tenga este problema, muy probablemente no se esté dando por aludido.

Todos somos propensos a los sesgos cognitivos

Jennifer DelgadoPsicóloga

Así, aunque te ajustes a las características de tener opiniones y comentarios vehementes para todo, de creer que conoces bien un tema aunque sólo hayas leído dos entradas en Internet, de estar leyendo este artículo y pensando a cada párrafo “esto ya lo sabía”, si padeces este ‘síndrome del cuñado’, no sabrías reconocerlo porque estarías incapacitado para detectar tu propia incompetencia.

Esto también se comprobó en uno de los experimentos en el que mostraban a las personas que peor habían realizado las pruebas lo que habían hecho los mejores, y pese a ello, seguían pensando que lo suyo tenía más nivel.

La investigación concluye que sólo se detecta cuando aumenta nuestro conocimiento, pero “es como un bucle”, explica Delgado a La Vanguardia, ya que al creer que sabes, no profundizas. Como dijo Darwin, “la ignorancia genera más confianza que el conocimiento”.

Lee también

Las redes sociales e internet agudizan el efecto por el fenómeno 'cámara de eco'

Tanta información a un solo clic no ha conseguido que los incompetentes que padecen el efecto Dunning-Kruger mejoren sus síntomas, sino todo lo contrario. “Las redes sociales e internet han aumentado mucho este efecto porque nos encerramos en burbujas de conocimiento” y somos propensos a leer sólo lo que queremos y a buscar ideas que reafirmen las que ya tenemos, lo que nos impide llegar a nueva información que nos ayude a ampliar conocimiento o que nos indique que estábamos equivocados, explica la psicóloga a este periódico.

Las redes sociales e internet han aumentado mucho este efecto porque nos encerramos en burbujas de conocimiento

Jennifer DelgadoPsicóloga

Este comportamiento es conocido como 'cámara de eco’, un fenómeno que se da en los medios de comunicación y redes sociales en el que los usuarios tienden a encontrar ideas que coinciden con las suyas para reforzar sus propias creencias. No sólo ocurre porque las personas prefieren autoreafirmarse, sino también porque los algoritmos seleccionan contenidos relacionados con la información que consumimos y nos ofrecen más de lo mismo, lo que estima que queremos leer.

También hay experimentos de otros investigadores que demuestran que esta idea de que las personas sólo quiere ver lo que le reafirma en sus convicciones. Cuenta Delgado uno realizado en la Universidad de Illinois (EEUU) con 200 personas en el que les dieron a los participantes la posibilidad de leer y responder a unas preguntas sobre una opinión diferente a la suya a cambio de 10 dólares o una opinión acorde a sus pensamientos por 7 dólares, y el 63% de las personas escogieron leer aquello con lo que estaban de acuerdo pese a que ganaran menos dinero. Preferían reafirmarse.

Tomar malas decisiones, el principal problema de este efecto

Además de que los ‘cuñados’ suelen ser bastante molestos y en general a nadie le gustan los listillos, el efecto Dunning-Kruger acarrea problemas para quien lo padece sin saberlo. Una de las principales consecuencias es que “podría llevarte a tomar muy malas decisiones”, explica la psicóloga, ya que creer que están en poder de la verdad absoluta, les puede llevar a no valorar diferentes opciones, perspectivas, caminos.

Por otra parte, sus fuertes y a menudo equivocadas convicciones les convierte en personas difíciles de tratar, lo que puede hacer que su entorno cercano se aleje o marquen distancias.

También les cierra al conocimiento porque este efecto te lleva a una gran rigidez mental, lo que les impide conocer y disfrutar de cosas nuevas. “Te mueves en un círculo cada vez más pequeño” que te lleva a ser estrecho de miras, apostilla Delgado, quien asegura que esto además “puede llegar a ser la base de la extremización” tanto política como religiosa o de cualquier tipo.

Ignorantes y creídos tienen más papeletas de sufrir este sesgo cognitivo

Si bien no existe un perfil concreto y todas las personas somos susceptibles de sufrir sesgos cognitivos de muchos tipos, en este caso los ignorantes son los que más papeletas tienen de tener este ‘síndrome del cuñado’.

Además, también son carne de este problema las personas con “autoestima artificialmente elevada”, añade Delgado, es decir, los que habitualmente llamamos “creídos”, personas que no ven sus limitaciones.

Según cuenta la psicóloga a La Vanguardia, “son muy propensas las personas con poca metacognición, que es la habilidad para mirar dentro de ti mismo y saber cómo van tus procesos mentales”, “es como si no le dieran seguimiento al proceso de pensamiento y a las decisiones, y por lo tanto, no se dan cuenta de sus errores”.

Lee también
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...