Los libros de autoayuda y las novedades editoriales que prometen descubrir el gran secreto del bienestar y la felicidad están a la orden del día. Sin embargo, este es un caso particular. Robert Waldinger es profesor de psiquiatría de la Harvard Medical School (Facultad de Medicina) y dirige el Centro de Terapia Psicodinámica e Investigación del Hospital General de Massachusetts y también el estudio de Desarrollo Adulto de la institución universitaria, que es la mayor investigación sobre la felicidad que se ha hecho en el mundo.
Durante 85 años, esta universidad norteamericana de prestigio ha estudiado la vida de miles de personas (el trabajo, la vida familiar, las relaciones sociales...) y sus niveles de bienestar para averiguar qué influye en el bienestar físico y emocional, y en definitiva, la felicidad.
Ahora las conclusiones de las investigaciones se presentan resumidas en un libro. Waldinger, coautor de la obra con su colega Marc Schulz, ha visitado estos días Barcelona y ha atendido a RAC1 en un día soleado de primavera, en un bonito rincón del Eixample, un momento feliz.
Lleva 85 años en marcha este estudio sobre la felicidad, de los cuales 20 bajo su dirección. ¡Es todo un récord!
Es la investigación longitudinal más larga de la historia, con las propias personas y familias. Es casi increíble. La mayoría de investigaciones así se detienen a los diez años porque demasiados participantes salen del estudio. El 84% de los participantes ha continuado en la investigación desde el principio, hay hasta dos generaciones; los de la primera generación ya han muerto, pero ahora estudiamos a los hijos, y son ya más de 1.300, entre los 50 y los 70 años. ¡Aún estamos recogiendo datos!
¿Todavía hacen interesantes hallazgos?
Sí, por supuesto. Ahora estamos investigando sobre las experiencias personales en la pandemia, existen preguntas sobre el uso de las redes sociales, el efecto de la revolución digital… Estos creemos que son los sujetos más importantes para el desarrollo humano en este momento. Estudiamos temas como salud mental y física, relaciones sociales o vida laboral, que son temas comunes a lo largo de las décadas, pero también preguntamos sobre temas actuales como la pandemia o el uso de las pantallas…
“Vivir rodeado de relaciones de cariño protege nuestro cuerpo y nuestra mente”, dicen. Han comprobado que las relaciones sociales son la clave de la felicidad. ¿Por qué es así?
Este hecho nos sorprendió muchísimo, no creíamos los datos cuando encontramos que las relaciones sociales protegen la salud física.
¿Cuál es el mecanismo para que las relaciones buenas protejan contra las enfermedades cardiovasculares o las articulaciones?
La mejor hipótesis: las relaciones sociales nos ayudan a regular el estrés. Cuando tenemos un desafío, es crucial que el cuerpo vuelva a un equilibrio y hemos visto que si nos pasa algo malo y podemos volver a casa y contárselo a la pareja, amigos o hijos, el cuerpo se equilibra. Poder llamar a un amigo por teléfono es una parte importantísima de las buenas relaciones.
Las relaciones sociales nos ayudan a regular el estrés... Cuando tenemos un desafío, si podemos contárselo a la parejas, los amigos o los hijos, el cuerpo se equilibra”
La soledad provoca enfermedades, dicen ustedes… ¿Cómo nos afecta?
La soledad es una pandemia mundial. Las personas solas tienen un estado de fuga o lucha constante, y les sube mucho el cortisol, la hormona del estrés. Las personas solas también tienen niveles de inflamación mucho más elevados. Estos cambios, que son crónicos, dañan muchos sistemas del organismo. Por eso la soledad puede causar enfermedades cardiovasculares o articulares, además de depresión, ansiedad, pérdida cognitiva, y malestar mental y psiquiátrico. Las personas que se sienten solas tienen más pérdidas de memoria.
Los hombres, dicen en el estudio, tienen menos amigos que las mujeres. ¿Acaso las mujeres somos más felices?
Es difícil compararlo porque existen otras variables. Por ejemplo, las mujeres tienen más carga en la pareja, en el hogar, fuera de casa (por la organización social que tenemos), por eso el matrimonio no es tan feliz para las mujeres como para los hombres. No es posible decir que las mujeres son más felices que los varones. Las mujeres, eso sí, son más sociables, tienen mayores relaciones. Los hombres las tienen diferentes, ellos quedan más por hacer cosas, hacer deporte, jugar al fútbol… Entre las mujeres es más común charlar, explicarse cosas, ellas crecen con la expectativa de tener a alguien con quien compartir confidencias, en quien confiar, y los hombres no tanto.
La soledad es una pandemia mundial. Las personas solas tienen un estado de fuga o lucha constante”
Dice que la amistad debe trabajarse, como los músculos en el gimnasio. ¿Es muy fácil desatender a los amigos?
¡Cuida las amistades! Tenemos mucho trabajo, tenemos que cuidar a los niños… Es muy fácil ignorar las relaciones y los amigos. Muchas personas tienen amistades que se han atrofiado por desatención, por negligencia. La gente más feliz es la que cuida a los amigos y las relaciones, la que mantiene contacto frecuente con las personas importantes de su vida, con llamadas, correos, encuentros regulares… Con mi colega Marc Schulz, con quien he escrito el libro, somos amigos desde hace 30 años, ¡y nos llamamos cada viernes a las 12 del mediodía! Trabajamos juntos, pero también hablamos de la familia y la vida. El contacto regular es muy importante.
Crear nuevas relaciones también aporta salud y bienestar. ¿Cómo?
Es más fácil hacer nuevos amigos haciendo actividades que nos gusten y sean importantes para nosotros: deportes, voluntariados, otras actividades… Hacer cosas con personas que tienen los mismos intereses es una forma fácil de crear relaciones, inicios conversaciones con desconocidos, tiene temas para hablar. Hay que pensar: ¿qué me gusta hacer y cómo puedo hacerlo con otras personas?
Las relaciones también son lo más importante para la felicidad laboral, más que el sueldo o cargos”
¿Cuánto bienestar nos aportan los compañeros de trabajo?
Una investigación de Gallup estudió a 15 millones de trabajadores en todo el mundo, de todas las edades. La pregunta fue: "¿tienes un amigo bueno en el trabajo?" Sólo el 30% respondieron que sí, y ese 30% trabajaban mejor, ganaban más dinero, y no cambiaban de trabajo habitualmente. El 70% decían que no tenían amigos en el trabajo, eran mucho menos felices y mucho menos comprometidos con la empresa. La productividad de la empresa depende de la felicidad de los trabajadores, y esta depende de tener buenas relaciones personales.
¿El café o el afterwork puede ser mucho más productivo de lo que piensan los jefes y los empresarios?
Hacer un café con sus compañeros, jugar a fútbol con sus colegas o hacer algo juntos puede ser mucho más productivo que otras actividades, y puede hacer que la empresa gane más dinero. La investigación de Gallup preguntó a los CEO y ejecutivos de las empresas si se sentían solos y más del 50% dijeron que sí. Hay mucha soledad entre los ejecutivos, por lo que el cambio de cultura del trabajo debe empezar con los altos cargos.
El dinero puede dar felicidad si sirve para cubrir necesidades básicas, pero a partir de un cierto nivel, parece que no nos aportan bienestar…
Había investigaciones contradictorias sobre el tema. Hace dos semanas se ha publicado un estudio cooperativo entre dos jefes que tenían conflicto, uno decía que la felicidad aumenta con el sueldo, y el otro decía que no. Se ha visto que si una persona no es feliz, no puede buscar esa felicidad en el sueldo. Ahora bien, es muy importante tener las necesidades cubiertas, el dinero suficiente para poder vivir.
Si una persona no es feliz, no puede buscar esa felicidad en el sueldo. Ahora bien, es muy importante tener las necesidades cubiertas, el dinero suficiente para poder vivir”
Dice que a partir de los 45 años aumenta la felicidad. ¿Es así? ¿Por qué ocurre?
Sí, aproximadamente sí. Hay muchas buenas investigaciones sobre este tema y muestran que el ser humano se hace más feliz con la edad, con la vejez, cuando entendemos que todos moriremos, que el entendimiento y la comprensión de la muerte nos hace más felices. ¿Cómo es posible? Cuando entendemos la muerte elegimos vivir la vida de forma diferente: dejamos de hacer cosas por obligación, actividades que no nos gustan, reuniones que no nos aportan nada… Con la edad priorizamos el bienestar y el momento. En inglés decimos we stop and smell roses (nos detenemos y olemos las rosas), aprovechamos los pequeños momentos para que le demos más valor a la vida.
¿Cómo afectan las redes sociales y las pantallas a las relaciones sociales?
Estamos muy preocupados por este tema. Hay investigaciones en marcha, e indican que lo más importante es cómo utilizamos las redes. Si utilizamos internet activamente para conectar con otros, el bienestar sube. Un amigo se conectaba con sus amigos de la infancia durante la pandemia y ahora toman café juntos todos los domingos, ¡por Zoom! Es maravilloso. Pero cuando consumimos el contenido de las redes, en Instagram, por ejemplo, las vidas editadas, nuestro bienestar desciende. Publicamos las fotos más felices, de vacaciones, de comidas… Y eso lleva a pensar: “Todo el mundo tiene una vida maravillosa, menos yo”.
¿Es más peligroso para los jóvenes?
Es especialmente peligroso para las chicas adolescentes, porque suben los niveles de ansiedad y presión al consumir el contenido de las redes. Es necesaria educación sobre este tema, sobre cómo utilizar la red para aumentar el bienestar, y huir de las plataformas que nos deprimen.
El tiempo y la atención son clave. Debemos ser cuidadosos con las personas y actividades a las que dedicamos tiempo y atención. Si no lo somos, ¿podemos caer en la vida en piloto automático?
Sí, es difícil focalizar la atención por culpa de la revolución digital. Las redes están creadas para mantener prisionera nuestra atención, por eso es crucial dirigir nosotros la atención a la que nosotros queramos. Si no, nos vamos a las pantallas. Es necesario poner intención activa. Además, es necesario detenerse a pensar cuál es la dirección de mi vida. Preguntamos a los participantes en el estudio cómo les afectaba ser parte, y muchos dijeron que era muy positivo porque sabían que cada año les preguntaríamos cómo les iba la vida, y qué estaban haciendo. Estas preguntas les hacían reflexionar regularmente y no vivir en piloto automático.
Relaciones
Tener pareja nos hace más felices pero no tanto como pensamos
¿Cómo influye en la felicidad el tener o no tener pareja?
Por lo general, tener pareja nos hace más felices, pero no tanto como pensamos. Vivimos más años cuando estamos emparejados, pero no necesitamos pareja para tener los beneficios de las buenas relaciones sociales, de las amistades, la familia, con colegas del trabajo… En EE.UU., el 30% de las personas viven solas, una cifra altísima.
¿Y cómo se construyen las relaciones de pareja saludables y duraderas?
Es necesario crear espacios para la pareja. Cuando estás criando a los hijos es muy difícil, siempre hay cosas que hacer, y es muy fácil perder el contacto con la pareja. Con mi mujer teníamos una cita cada jueves a las seis de la tarde, venía cada semana el canguro a la misma hora, automáticamente. No teníamos que pensar qué hacíamos, estaba instaurado, sólo teníamos que salir a la calle. Y esto fue muy importante para nuestra relación, poder tener un rato para hablar.
¿Algo más que se pueda hacer con la pareja?
También es relevante mantener la curiosidad. Cuando llevamos veinte años juntos, dejamos de prestar atención, y hay que corregirlo. Hay una instrucción de meditación útil, que dice: ¿qué veo ahora y aquí que nunca había notado antes, en esa persona? Puede hacerse con la pareja, cuando cenamos, por ejemplo. Es útil para refrescar la relación. Hay que saber apreciar los cambios en el otro, todos cambiamos todos los días durante la vida adulta, ¡cambiamos muchísimo! Es imprescindible respetar y aceptar los cambios del otro, apoyarle.
Este artículo fue publicado originalmente en RAC1.