Ideas inspiradoras para mantener el contacto con amigos de larga distancia
Bienestar y relaciones
Hay muchas formas de compartir cotidianidad y aficiones sin estar juntos para salvaguardar la complicidad y la relación
Los amigos son una parte fundamental en nuestras vidas. Están ahí desde que empezamos a relacionarnos fuera de la familia, crecen con nosotros y vamos compartiendo gustos y experiencias. Hay quien los califica como “nuestra familia elegida”. La forma de relacionarnos con ellos va cambiando según maduramos y evolucionamos, pero a veces también son otras circunstancias las que nos obligan a cambiar nuestra forma de compartir momentos juntos.
Puede ocurrir que con la edad nuestros amigos se muden por razones de trabajo o por la familia; o puede que nos mudemos nosotros. También puede pasar que nunca hayan vivido cerca y les hayamos conocido en un viaje, durante una estancia formativa o profesional en otra ciudad u otro país, o a través de las redes sociales. En cualquier caso, porque somos seres sociales y nos importa estar en contacto con esas personas que significan tanto para nosotros, debemos esforzarnos para mantener las relaciones de amistad.
Proteger la relación
Sacar partido de las llamadas y las redes sociales
A tener amigos a distancia se aprende con la experiencia. Cada relación es distinta y no hay una única fórmula que sirva para todo el mundo, porque cada persona necesita unas atenciones distintas. Pero hay algunas claves que todos podemos adaptar según nuestras posibilidades.
No todos los días podemos llamar a nuestros amigos por teléfono, pero no es tan complicado encontrar un hueco para preguntarles “qué tal” en un mensaje. Así podemos mantener conversaciones más cotidianas, y demostrarles que pensamos en ellos en nuestro día a día.
Si además tenemos chats de grupo, veremos que no es tan difícil conservar la relación, porque en estos suele haber más conversación y puedes estar al día con mucha más gente. Además, si por la distancia te pierdes con frecuencia los planes que se hacen, siempre puedes interesarte por cómo ha ido o pedir que te envíen fotos para verlos juntos.
Eso sí, para contarles cosas que realmente te parecen importantes, es mucho más detallista hacer una llamada. Hablando por teléfono o por videollamada la conversación es más personal. Y además implica que, dentro de vuestra rutina, habéis buscado un momento en el que poder hablar directamente, y hacer partícipe al otro de las novedades relevantes. Esto también es importante hacerlo en fechas señaladas, como el cumpleaños, para demostrar que no os habéis olvidado y que sois conscientes de que es un día especial para vuestro amigo.
Intereses compartidos
Alimentar los gustos comunes y los recuerdos materiales
Nuestros amigos lo son por alguna razón, y en parte es porque tenemos gustos e intereses en común. Ya sean películas, libros o aficiones, siempre hay algo que os entusiasma a los dos, y para compartir la emoción no hace falta estar juntos.
Cuando estás lejos de tus amigos es difícil ir juntos al cine o montar un club de lectura, pero no cuesta nada hacer planes por separado y luego comentarlos. Si los dos queríais ir a ver una película u os gusta un grupo musical que ha sacado un disco nuevo, podéis compartir vuestras opiniones después.
Otra cosa que puedes hacer para alimentar la relación es recomendarle a tu amigo cosas que te hayan gustado a ti y que creas que a él también, porque demuestra que le conoces bien. No siempre acertarás, pero es un detalle agradable que alguien se acuerde de ti con algo que le encanta.
Los objetos pueden convertirse también lazos de unión. Con las mudanzas, tendemos a hacer limpieza y deshacernos de cosas que no podemos llevarnos a nuestra nueva casa. Las amistades, por otro lado, además de las experiencias vividas suelen generar algunos recuerdos materiales.
No hace falta ir acumulando montones de cosas, pero siempre deberías guardar lo que tenga un valor sentimental importante, como las fotos o los detalles que ellos han tenido contigo, porque recuerdan a momentos compartidos, y hacen que esa persona esté simbólicamente presente en tu vida cotidiana.
En relación con esto, enviar cosas físicas a tus amigos es otra forma de mantener el contacto. No hace falta que sean regalos grandes o caros, pero sí debe ser algo que claramente esté pensado para esa persona. También puedes enviar una postal, unas fotos o algo hecho a mano. Esta clase de detalles implican que has dedicado un tiempo a esa persona, y al mismo tiempo que quieres que esa persona te tenga presente en su vida.
El mejor plan
Visitarse o viajar juntos
Y, por supuesto, para alimentar la amistad, lo mejor es reencontrarse siempre que sea posible. No se puede hacer un viaje cada vez que quieres ver a tus amigos, eso está claro; pero cuando puedes desplazarte, hacer planes es casi obligatorio.
Si tú no puedes ir, haz que tu amigo se sienta invitado a visitarte cuando pueda. Cualquiera de las dos opciones es buena cuando se trata de volver a veros. Aunque si ninguna de las dos termina de convenceros, siempre podéis acordar viajar a un tercer sitio, a un lugar completamente distinto, y tener unas breves vacaciones juntos.