Trucos fáciles (y sin recurrir a compras) para redecorar tu casa y liberar la mente
Vivir confinados
Reorganizar el espacio, crear una oficina ‘pop up’ o pintar una zona estratégica son herramientas para que la cabeza también respire
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Durante el confinamiento, darle una vuelta al entorno que se habita resulta liberador para la mente. Sin necesidad de recurrir a la compra online, ni llevar a cabo grandes reformas, el espacio puede revelar un espíritu renovado con algunos trucos de experto.
Asimismo, este parón obligado es idóneo para desarrollar el yo más analítico en lo que respecta a la casa y comprobar si, realmente, se adapta a los requerimientos de sus inquilinos. “Puede ser un buen momento para estudiar detenidamente las necesidades personales o familiares y las costumbres. Pasado el periodo crítico, ¿por qué no realizar entonces esa apertura de cocina con salón, cambiar el estilo de la vivienda, actualizar los baños o redistribuir la casa para tener una despensa más grande?”, explica la decoradora Rosa Pérez, de Impatto, una empresa de la comunidad de Habitissimo.
Redistribuir los muebles
Si los muebles y elementos que configuran el hogar son suficientes, funcionales y agradables, una simple redistribución de los objetos basta para reorganizar y redescubrir el entorno. “Muchas veces ni siquiera nos lo planteamos. El hecho de que la mesa siempres haya estado ahí nos hace pensar que ese sea su sitio. Pero con papel cuadriculado y metro en mano se pueden valorar otras opciones podría ofrecer ese espacio”, comparte Pérez.
Esta planificación sobre un plano dibujado en papel a escala ahorrará mover muebles en balde y evitará causar molestias innecesarias a los vecinos. “Cambiar de posición el sofá, invertir la posición de la mesa o de la cama, no solo ayuda a mantenerse entretenido, también permite ver desde otra perspectiva las cosas, empezando por las más cercanas”, añade.
La experta aconseja comenzar por las piezas más grandes y, una vez encuentren su lugar, recurrir a las piezas decorativas. “Puedes cambiar los cuadros de posición o los objetos decorativos entre habitaciones, pero recuerda que la transformación, además de agradable, debe resultar cómoda”, continúa.
Montarse una oficina
Seguramente, quien no disponga de estudio y tenga que teletrabajar ya tendrá un improvisado puesto de trabajo en el salón o en la cocina. Pero como la cuarentena se prevé larga, establecer un espacio dedicado únicamente a la labor profesional parece una buena idea. “Es aconsejable ubicarlo en el salón o en el dormitorio si no disponemos de una estancia de estudio. Lo importante es que no interrumpa el paso”.
La iluminación es uno de los factores determinantes para elegir qué lugar es el idóneo para montar esa oficina temporal. “Debe ser difusa y estar colocada en una buena posición para evitar reflejos en la pantalla y así prevenir problemas con la vista. El espacio de trabajo en casa debe tener más de un punto de luz”, comentan desde la comunidad de Houzz.
Para acondicionarlo, se puede modificar el uso de algunos elementos (quizá una cómoda del dormitorio sea una estupenda mesa de trabajo), o recurrir a muebles poco utilizados. “Si la compra online no es una opción, siempre podrás improvisar con unos estantes, aprovechar esa mesa de cocina infrautilizada, o reconvertir algún mueble para éste fin. Somos más creativos de lo que pensamos, solo busca el enfoque y, quien sabe si pasada la crisis, el rincón de trabajo resulta tan cómodo que se queda permanente”, señala Pérez.
Crear un rincón de arte
Actividades creativas como el dibujo, la pintura o la escritura son una vía perfecta para canalizar emociones ante las circunstancias actuales. Una vez plasmadas sobre papel, se puede dedicar una pared a todas las obras derivadas de este histórico momento.
“Podemos enmarcar todos los dibujos que los más pequeños hacen para llenar sus horas de ocio y crear un rincón de arte donde dejar también nuestra huella. Si contamos con grandes productores de arte, incluso alcanzará para empapelar la cabecera de la cama con los dibujos”.
Como inspiración, se puede seguir el método de la blogger y decoradora Emily Henderson que suele recurrir a ilustraciones enmarcadas para resolver espacios vacíos. Ella sigue una estructura similar a una cuadrícula, pero aplicando marcos de diferentes proporciones. Si no se cuenta con ellos en casa, se pueden colocar las obras al descubierto y, una vez se levante la prohibición de movimiento, proceder a enmarcar.
Reciclar los textiles del hogar
Ahora que se pasan más horas en casa es un buen momento para hacer limpieza de armarios. Si aparecen mantas, sábanas o colchas que ya no sirvan para su cometido original, pueden disfrutar de una segunda vida en forma de fundas para almohadas, bolsas para el pan, neceseres para el baño, o incluso alfombras para la habitación.
Los vaqueros que llevan sin utilizarse varias temporadas, también sirven para este propósito, y las camisas también se pueden convertir fácilmente en fundas para cojines como se explica en tutoriales como el que acompaña a estas líneas.
Darle una vuelta al color
Quizá aprovechar para pintar la casa sea una apuesta demasiado ambiciosa y poco recomendable cuando hay que permanecer encerrado en ella. Pero si se disponen de restos de pintura guardados de otras ocasiones es posible transformar el tono de alguna pared concreta que ayude a redimensionar alguna estancia.
“Dar un cambio de color a algunas paredes puede ser positivo a través de tonos que contrasten con el mobiliario y que transmitan calma”, explica Pérez. El azul es uno de los colores más relajantes. Si las paredes son claras y se aplica en una versión intensa contribuirá a dar profundidad y una percepción de amplitud.
Otro de los pigmentos recomendables para apaciguar la mente es el verde, que se relaciona con la naturaleza y la humanidad. Para las estancias más angostas, una pared de rayas verticales reportará sensación de longitud.
Otro truco eficaz para ganar holgura es pintar detalles de la pared (una cenefa en torno al techo, por ejemplo) en un matiz más claro que el color original. Simplemente necesitas el color de base y añadir blanco a gusto hasta alcanzar el color deseado.