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¿Nos acercamos al final de la moneda como la conocemos?

Aplicaciones y carteras virtuales ya están sustituyendo a las transacciones en efectivo

Script, un dispositivo para pagar sin moneda pero reproduciendo los gestos manuales.

New Deal Design

Olvídate de sacar el billetero y rebuscar en él los dos céntimos que redondean la cifra a pagar. Olvídate incluso de la tarjeta de crédito. La tecnología está revolucionando los métodos de pago con dispositivos adaptados a nuestra indumentaria o tan bonitos que querrás gastar y gastar para poder lucirlo.

Este es el caso de Script, el artilugio del estudio americano New Deal Design (NDD) para pagar el café, la compra del supermercado o la entrada al cine. Ergonómico, manejable, de diseño impoluto y color cobrizo, como las monedas de céntimo, se trata de un prototipo que recorre la nueva senda del fin de la moneda.

“El pago en efectivo desaparecerá”. A Genís Roca, socio fundador de Roca Salvatella y experto en tecnología, no le cabe ninguna duda. “Hace tiempo que las monedas de los Estados no están ligadas al patrón oro, de modo que un billete de diez euros vale diez euros porque lo hemos establecido así”, pero se trata de una mera convención, considera.

De la tarjeta al dispositivo tecnológico

“Script es un dispositivo de pagos en efectivo universal”, define NDD. “Es como un cajero en tu bolsillo”, continúa. Porque además de bonito y útil, el aparato funciona con movimientos de la mano que replican el gesto de pagar y contar billetes.

Pagar sin moneda hace tiempo que no es una novedad. Las tarjetas de crédito y de débito aparecieron en Estados Unidos en 1958, con la creación de BankAmericard (hoy VISA) e Interbank Card Association (MasterCard). En España llegaron en los años 60, siendo hoy en día un método de pago para más del 70% de la población.

En concreto, actualmente existen 46 millones de tarjetas de crédito y 26 millones de débito, según datos del Banco de España (segundo trimestre de 2016). Y países como Dinamarca ya han puesto en marcha el adiós oficial al dinero en efectivo en favor de las tarjetas y las aplicaciones.

Las tarjetas, como las monedas, tienen los días contados.

Pinkypills / Getty

Las empresas tecnológicas se disputan el pastel

Sin embargo, las nuevas formas de pago difieren mucho de los rectángulos de plástico. “Relojes, teléfonos móviles, pulseras de fitness o un chip insertado en una chaqueta son algunos de los instrumentos que ya existen para realizar pagos”, explica Francisco Iglesias, ingeniero y emprendedor al frente de Iglor.

La última edición del Mobile World Congress, el pasado mes de febrero, fue el gran escaparate para esta retahíla de artilugios. Y junto a ellos, las aplicaciones de las distintas entidades bancarias y las carteras inmateriales Apple Pay y Google Wallet , dos sistemas vigentes en Estados Unidos y Reino Unido, se disputan la batalla.

Existe una guerra entre las empresas para erigirse como intermediarios en los sistemas de pago”

Genís RocaSocio fundador de Roca Salvatella

“Existe una guerra entre las empresas para erigirse como intermediarios en los sistemas de pago, en detrimento de los Estados y los bancos”, asegura Roca. “Las empresas quieren ganar las comisiones que hasta ahora se llevaban Visa o los bancos”, añade Iglesias.

Bye, bye moneda

Parece que poco importan los esfuerzos de Script para trasladar “la experiencia humana de pagar al mundo digital”, mediante las órdenes táctiles que lo hacen funcionar. Para “tender a la perfección el puente que separa la tecnología digital y la necesidad física, dejando la responsabilidad fiscal [gastar en exceso sin quererlo] en nuestras manos”.

Pagar directamente con el móvil empieza a formar parte de la cotidianidad.

Predrag Vuckovic / Getty

Los dos especialistas no auguran un buen futuro a este prototipo. Google, Apple y PayPal son los tres grandes actores en liza. “Y los bitcoin ”, apunta Francisco Iglesias, la moneda virtual que ya cuenta con 26 cajeros automáticos en España. “Se trata de un sistema abierto y sin intermediarios, una moneda no regulada”, explica.

La solidez de las tres compañías está fuera de toda duda. “La fortaleza financiera de Apple es claramente superior a la de un país”, indica Roca. Solo hay que recordar la bancarrota griega, argentina o la amenaza que se cernió sobre Chipre y España hace unos pocos años.

ING acaba de poner en marcha la aplicación Twip, para hacer transferencias a los amigos o sacar dinero sin pasar por el banco. Los wallet de Apple y Google también esquivan las entidades bancarias mediante el pago con el móvil, siempre que el dispositivo esté provisto de la tecnología NFC. Y con PayPal es posible costear un alojamiento de Airbnb o una pizza a domicilio.

Bitcoin es un sistema abierto y sin intermediarios, una moneda no regulada”

Francisco Iglesiasngeniero al frente de Iglor

¿Dejar el sistema monetario y de pago en manos de una empresa que no es un banco y fuera de las directrices de un Estado? “Ya lo hacemos, aunque no nos demos cuenta”, sostiene Genís Roca. Estamos rodeados: los puntos del supermercado, los puntos de la compañía aérea, los puntos de nuestra entidad bancaria o las acciones de una compañía no son más que otras formas de almacenar dinero.

Los amantes de la numismática ya pueden ir acaparando monedas y billetes porque tienen los días contados. “A los Estados les interesa, porque así el dinero en negro desaparece de la circulación”, advierte Roca.