Los cinco errores que jamás debes cometer cuando hagas una dieta
‘Operación bikini’
No existen los milagros, así que pon atención a estos consejos
Llega la hora de destapar nuestros cuerpos al sol y a todos nos entran las prisas por conseguir el ansiado six-pack o los glúteos de acero. En este último y desesperado sprint es fácil caer en los típicos errores o confiar en dietas que pueden poner en riesgo nuestra salud o provocar el efecto contrario a perder peso.
Lo primero que tienes que hacer es no obsesionarte con el número que marca tu báscula y lo segundo, seguir estos consejos de Juana María González Prada, dietista y nutricionista de Alimmenta, sobre lo que no tienes que hacer si quieres cambiar tu dieta para perder unos kilitos antes de lucir un cuerpo serrano.
1. No recurras a las dietas milagro
Es fácil caer en la falsa promesa de que ‘perderás cinco kilos en una semana’ si eliminas los carbohidratos de tu dieta, pues la mayoría de estas dietas están avaladas por el famoso de turno al que ‘le ha cambiado la vida’.
Sin embargo, según explica la experta, la realidad es que ofrecen resultados rápidos a base de eliminar grupos de alimentos y potenciar otros. Una práctica que pone en riesgo nuestro aporte de nutrientes esenciales, como vitaminas y minerales, así como la cantidad de calorías diarias que necesitamos para el buen funcionamiento de nuestro organismo.
Dar mayor importancia a bajar de peso en poco tiempo podría tener consecuencias en tu salud renal, cardiovascular e incluso el bienestar mental y emocional. Además, una vez que has perdido los kilos deseados suele ser muy difícil mantenerse, de ahí que muchas de estas dietas milagro produzcan el indeseado ‘efecto yo-yo’.
2. No te centres en un alimento concreto
Olvídate de las famosas dietas detox o de cenar solo unos espárragos para ‘depurar tu organismo’. La nutricionista califica estas dietas o soluciones como ‘parches’ que nos hacen perder agua corporal de manera rápida, pero que se recupera en cuanto vuelves a tu dieta normal. Son un espejismo: sí, habrás perdido peso pero en poco tiempo volverás a recuperarlo o incluso sobrepasarlo. Ningún alimento tiene el poder por sí solo de dejarnos el cuerpo de Gigi Hadid o el de Zac Efron, se trata de aprender a comer sano y equilibrado.
3. No caigas en la trampa de los productos ‘light’
¿Cuántas veces te habrás ventilado una bolsa de patatas fritas enterita porque era light? La experta asegura que sí reducen las calorías del alimento en cuestión, pero si no cambiamos hábitos generales de nuestra dieta, no servirá para nada atiborrarse a alimentos light. No vas a adelgazar. Por otro lado, debes saber que ‘light’ significa una reducción del 30% sobre el contenido normal del alimento, pero si este es rico en grasa –como es el caso de las patatas– aún así seguirá teniendo un alto contenido.
También ojito con los productos 0%. La nutricionista recuerda que hay tres macronutrientes: hidratos de carbono, grasas y proteínas. Si es 0%, ¿cuál de ellos es? Si por ejemplo se refiere a que es 0% en azúcares, entonces podrá tener carbohidratos complejos (almidón) y puede ser alto en grasas. Mientras que si lo es en grasas podrá compensarse con gran cantidad de azúcares simples o complejos. Moraleja: no es oro todo lo que reluce.
4. No sustituyas la comida de verdad por batidos o barritas
Además de por la depresión de caballo que te dará estar a base de batidos, mientras el resto disfruta de la vida, no son tan sanos como te los han vendido. Según la experta, este tipo de barritas tienen un contenido elevado de azúcares y un escaso aporte de vitaminas y minerales. Por otro lado, beber sin parar batidos elaborados a base de fruta y verduras a priori suena como el culmen de la vida sana, pero a la larga puede provocar molestias gastrointestinales, como hinchazón y tránsito intestinal acelerado.
“Las dietas que eliminan la ingesta de alimentos sólidos para consumir alimentos líquidos son dietas muy bajas en calorías (menos de 1000 kcal) y suponen un riesgo para la salud. Además, psicológicamente, no son apetecibles, no se puede masticar, son monótonas y conllevan mayor disgusto y desazón”, sentencia González Prada.
5. No te saltes comidas
Ahora está muy de moda lo de hacer ayunos porque es ‘bueno para tu cuerpo’, pero si alguna vez lo has intentado, sabrás que lo único que se consigue es llegar a la siguiente comida con un hambre voraz superior al de 10 gigantes.
La ansiedad y la ‘hambruna’ que produce, te hará devorar compulsivamente todo lo que se te ponga por delante. Y no estamos hablando de que justo te den ganas de comerte una manzana, en general, es más fácil caer en las redes de la comida basura o de alimentos ricos en grasas y azúcares. Y vigila las prisas, pues comer acelerado confundirá a tu cerebro, te sentirás saciado mucho después y consumirás mayor cantidad.