La economía ha centrado la esperada intervención del primer ministro chino, Li Qiang, este miércoles en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín. Su informe anual ha valorado que “a la economía mundial le falta fuelle” y ha reconocido que las perturbaciones arancelarias terminan de complicar el panorama. Aun así, ha anunciado un objetivo de crecimiento “de alrededor del 5%” para China en 2025, en línea con lo esperado e idéntico al de los dos años precedentes.
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