Resident Evil 3 Remake, un retorno espectacular a la ciudad más terrorífica del videojuego
Análisis
Veinte años después de su lanzamiento original, regresa uno de los juegos de terror más icónicos para PlayStation 4, Xbox One y PC
Si algo hemos aprendido después de tantos años viendo películas de terror es que los muertos vivientes siempre van a volver a levantarse. Esta regla básica de supervivencia es también aplicable a los zombis de videojuego, un medio rico en no muertos que, desde hace un cuarto de siglo, tiene en Resident Evil su máximo exponente. Con más de 95 millones de unidades vendidas, este título se ha convertido en la franquicia de más éxito de la compañía japonesa Capcom y esta, consciente de ello, no duda a la hora de “revivirla” una y otra vez.
La última de sus entregas, Resident Evil 3 Remake, es uno de esos zombis que se resisten a morir. Atemorizó a millones de jugadores hace más de veinte años, cuando apareció inicialmente para la primera PlayStation, y ahora regresa con un lavado de cara para PlayStation 4, Xbox One y PC.
Un año después de publicar el espectacular remake de Resident Evil 2, Capcom vuelve a la carga con una puesta al día en la misma línea para la tercera entrega de la serie. Un remake que vuelve a destacar por su apabullante envoltorio gráfico, pero que palidece en otros aspectos respecto a la anterior entrega. Curiosamente, es lo mismo que le pasó al Resident Evil 3 original, un juego que fue desarrollado en un tiempo récord para aprovechar el tirón y el trabajo hecho en la segunda entrega, pero que no acabó de brillar tanto como esta.
La soldado de élite Jill Valentine es la heroína dentro de una aventura de acción cuya historia es exactamente la misma que en el juego lanzado hace dos décadas. Una pandemia azota las calles de Raccoon City y está convirtiendo a sus ciudadanos en salvajes zombis. Tal como marca la tradición de la serie, el argumento del juego es ridículo y no merece la pena más allá de servir como excusa para ponernos en movimiento. Sin embargo, en esta entrega la compañía japonesa quiso probar algo distinto y reseñable.
Además del acoso de los muertos vivientes, Jill tiene que lidiar con un abominable perseguidor obsesionado con hacerla desaparecer. Némesis, como así se llama a esta horrible criatura indestructible, es, en realidad, el auténtico protagonista dentro de un juego que vive por y para la tensión de saber en qué momento demolerá una pared para hacerse con su presa.
Esta idea del perseguidor incansable y de la huida constante ya se probó durante algunos momentos de Resident Evil 2, pero es en esta tercera entrega en la que se vuelve el tema principal. De hecho, es el mejor ejemplo del giro hacia la acción que Capcom quiso darle a este último episodio de la trilogía original, el cual abandonaba los espacios cerrados para trasladar el espectáculo a toda la ciudad de Raccoon City. Es un tipo de acción tremendamente efectista, que se estructura a base de explosiones e impactos constantes, pero que funciona a pesar de ser tan previsible.
Resident Evil 3 Remake vive por y para la tensión de saber que en cualquier momento Némesis demolerá una pared para hacerse con nosotros
Resident Evil 3 Remake es un juego que entra por los ojos. El renovado apartado visual muestra un despliegue gráfico que aprovecha y exprime la potencia de las actuales consolas. Pero lo que todavía es más importante es que el diseño artístico acompaña. El diseño de personajes y enemigos, la iluminación y el enorme nivel de detalle de los escenarios hacen que jugar a este título sea una gran experiencia simplemente por esta exhibición de músculo técnico y artístico.
Otro aspecto que Capcom ha actualizado a los nuevos tiempos es el sistema de control. Como ya ocurría en el remake lanzado el año pasado, las cámaras fijas del juego original han sido sustituidas por una cámara libre que facilita enormemente el movimiento por los escenarios. A esto hay que sumar los movimientos especiales para Jill y su acompañante Carlos, quienes pueden esquivar y embestir, respectivamente.
Todo esto serían buenas noticias si no fuera por los problemas que arrastra esta tercera entrega. La principal de ellas es la falta de contenido. La historia para un jugador puede alargarse entre 5 y 6 horas, bastante menos que la vista en el título anterior y sin la posibilidad de una segunda vuelta con otro personaje. Quizá por eso, Capcom ha tomado la decisión de incluir un curioso modo multijugador llamado Resident Evil Resistance. En él cuatro supervivientes deben enfrentarse a la mente maestre de un jugador solitario capaz de ir poniendo trampas y enemigos por el escenario. Es un curioso modo multijugador asimétrico 4vs1 que funciona como extra, pero que no suple lo primero.
Es indudable que Resident Evil 3 Remake no es un juego tan redondo como lo fue la puesta al día de la segunda entrega. Es curioso porque sus virtudes y defectos son exactamente los mismos de su versión original de hace veinte años. Ya entonces Capcom quiso estirar el chicle con un título con buenas ideas, pero que acabó a medio camino de la fórmula original y el giro radical hacia la acción que años después daría la cuarta entrega. Aún con sus defectos, Resident Evil 3 Remake cumple a la perfección con aquello que se propone. Efectivamente, es uno de esos zombis que se resisten a morir.