El trastorno bipolar o depresión maniaca es un trastorno mental considerado grave y que puede afectar a cualquier edad. Consiste en que la persona experimenta, episodios de altos emocionales llamados manía o hipomanía seguidos de depresión. Afecta al sueño, la energía, el juicio, el comportamiento, la actividad e incluso la capacidad de pensamiento. Se puede controlar con un plan de tratamiento pero es una afección de por vida.
Causas del trastorno bipolar o depresión maníaca
Desconocidas
Se desconocen las que provocan la aparición del trastorno bipolar o depresión maniaca pero las investigaciones señalan que del 80 al 90 por ciento de las personas que sufren con esta enfermedad tienen parientes con alguna forma de depresión. También se apunta que la causa puede ser un desequilibrio bioquímico por la producción irregular de hormonas o de un problema con ciertos neurotransmisores o “mensajeros” a las neuronas cerebrales.
La forma clásica de trastorno bipolar se caracteriza por fases de depresión y manía. Se han definido dos tipos de trastorno bipolar:
- Tipo I: Fases maníacas intensas en las que puede haber delirios como sentirse con poderes sobrenaturales, alucinaciones y fases depresivas en las que prime la tristeza, la apatía, la lentitud de movimientos, la ansiedad, insomnio y pérdida del apetito.
- Tipo II: Fases de depresiones intensas y fases de euforia moderadas (hipomanía) en los que puede haber síntomas psicóticos.
Síntomas del trastorno bipolar o depresión maníaca
Manía o hipomanía y depresión
Los signos del trastorno bipolar o depresión maníaca son: manía, hipomanía y depresión.
La manía, en estos casos, es una manifestación de euforia intensa en la que se va perdiendo la necesidad de dormir y el afectado se siento pletórico y lleno de energía y autoconfianza. Hay un frenesí de ideas, locuacidad inusual, desinhibición sexual, se hacen compras compulsivas, se toman malas decisiones… también puede haber irritabilidad y hostilidad si se le lleva la contraria. Puede haber síntomas psicóticos como delirios de grandeza y alucinaciones.
La hipomanía es más leve que la manía pero se presenta de modos menos intensos y dramáticos además de no manifestarse síntomas psicóticos. Se vive una sensación de bienestar intenso y una mayor creatividad y autoestima. Hay “aceleración”, irritabilidad e insomnio y puede aumentar el consumo de alcohol e incluso aparecer el consumo de drogas. La hipomanía puede empeorar y acabar en una manía franca o ser el principal factor que predispone al desarrollo de una intensa depresión.
La depresión puede ser el primer síntoma detectable del trastorno bipolar y sus signos son:
- Tristeza.
- Apatía.
- Cansancio.
- Apetito variable.
- Alteraciones en el sueño.
- Ideas pesimistas repetitivas.
- Intento de suicidio.
Los síntomas de manía o hipomanía y depresión pueden aparecer mezclados. Se llaman fases mixtas.
Algunas afecciones pueden empeorar los síntomas del trastorno bipolar como:
- La ansiedad.
- Trastornos de la alimentación.
- El trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
- Los problemas de drogas o alcohol.
- Las enfermedades cardiacas.
- Las enfermedades de la tiroides.
- Los dolores de cabeza.
- Obesidad.
Diagnóstico del trastorno bipolar o depresión maníaca
Examen físico, análisis de sangre y evaluación psiquiátrica
El médico realizará un examen físico y pedirá análisis de sangre o incluso pruebas de imagen para descartar otras enfermedades. Si sospecha de un trastorno bipolar o depresión maniaca derivará el caso al psiquiatra para su evaluación según los criterios establecidos a nivel psiquiátrico para esta enfermedad. En la evaluación podrían participar, con la conformidad del paciente, familia y amigos. Los resultados permitirán tener un diagnóstico.
Tratamiento y medicación del trastorno bipolar o depresión maníaca
Controlar los síntomas
El trastorno bipolar es una enfermedad crónica, de por vida, por lo que el tratamiento consiste en el control de los síntomas con fármacos de tratamiento continuo que permitan equilibrar los estados de ánimo como los estabilizadores del ánimo y los antidepresivos. Es clave encontrar la pauta farmacológica adecuada para cada paciente, lo que puede requerir varios meses, y mantener el tratamiento ya que prescindir de él en las fases de bienestar puede favorecer la aparición de episodios maniacos, hipomaniacos o depresivos.
En caso de presentar síntomas psicóticos como delirios se recomienda la hospitalización, seguir un tratamiento con antipsicóticos, y si hay abuso de sustancias se tiene que seguir un tratamiento específico.
La psicoterapia y los grupos de apoyo pueden ayudar en el control de los síntomas. Las mujeres con trastorno bipolar que quieran quedarse embarazadas deben consultar con el especialista puesto que algunos fármacos pueden afectar al bebé.
Prevención del trastorno bipolar o depresión maníaca
Estrategias para evitar los episodios maniacos o depresivos completos
No existe una forma de prevenir el trastorno bipolar pero hay estrategias para evitar los episodios maniacos o depresivos completos como:
- Seguir correctamente la pauta farmacológica prescrita por el especialista y no suspender el tratamiento.
- Aprender a detectar los síntomas de un episodio.
- Pedir a amigos y familiares que estén pendientes ante posibles cambios de comportamiento.
- Evitar las drogas y el alcohol.