La erupción del volcán de Cumbre Vieja, en la isla canaria de la Palma, se dio por finalizada el 25 de diciembre de 2021, después de 85 días de expulsar lava, gases y piroclastos. El portavoz del Gobierno español en Canarias se encargó de dar la noticia como si fuera un regalo de Navidad y, en ese momento, todo fue jolgorio y alegría entre los vecinos.
No obstante, cuando la lava empezó a enfriarse también se apagó el foco de la información. Los equipos de grabación y corresponsales volvieron todos a sus redacciones y, de este modo, la Palma desapareció del mapa mediático.
El volcán de Tajogaite (así se llama ahora después de una votación entre los vecinos) ya no echa lava, pero sigue teniendo consecuencias para decenas de vecinos que lo perdieron todo.
Gráfico de Google Trends que indica la popularidad de la búsqueda del término “Cumbre Vieja” en los últimos doce meses.
Cuando las cámaras se van
La erupción del volcán empezó el 19 de septiembre de 2021. En cuestión de horas se desplazaron hasta allí presentadores de informativos, directores de periódicos y los más conocidos redactores. El nombre de Cumbre Vieja (como se llamaba entonces al volcán) apareció en medios de todo el mundo.
Ahora, los habitantes de La Palma lamentan que se haya dejado de hablar del volcán y, sobre todo, de sus afectados. Tan solo algunos medios locales y regionales han seguido informando sobre la situación durante este año 2022.
El foco mediático es muy volátil y suele cambiar de objetivo con facilidad. Pasó con La Palma, pero también con los incendios de Zamora o Las Hurdes, que quemaron decenas de miles de hectáreas. Cuando las llamas ya estaban controladas, los periodistas se fueron; los afectados todavía siguen allí, recogiendo los escombros, pero su imagen no es tan impactante para mostrar en los informativos.
Lo mismo sucedió con la guerra de Ucrania. El 24 de febrero (el día que Rusia inició la invasión) y los días posteriores, medios de todo el mundo se desplazaron hasta allí para informar. Pero con el paso de los meses, el foco informativo se fue desplazando hacia temas más cercanos: la crisis del gas en Europa, la subida de los precios, la inflación…
Se desplaza el foco, se desplaza la noticia. Por eso es tan importante hacer ruido: que un año después Cumbre Vieja no sea solo silencio y lava depende de todos.
Los vecinos se unen para reclamar ayudas
Un año después del volcán, los habitantes de la Palma se enfrentan a la burocracia y a los trámites para reclamar ayudas e indemnizaciones. En este escenario se creó la Asociación Social Volcán Cumbre Vieja, cuyo objetivo es ofrecer asesoramiento legal y de ayudar a los vecinos.
La reconstrucción no ha hecho más que empezar. Las ayudas económicas tardan en llegar y se destinan, principalmente, a reabrir carreteras, restablecer los tendidos eléctricos, construir nuevas viviendas… Mientras tanto, decenas de vecinos viven de alquiler, otros se alojan en casa de familiares y algunos ciudadanos, los que menos, siguen alojándose en hoteles porque lo perdieron todo.
Mientras siguen luchando entre lenta burocracia y préstamos bancarios para volver a abrir su negocio, algunos palmeros hablan de aprendizaje. Y es que, si hay algo que se ha aprendido en La Palma, es que nada es para siempre.
Artículo elaborado en colaboración con el Máster de Periodismo y Comunicación Digital de la UOC. Junior Report publica los mejores contenidos realizados por estudiantes de periodismo.
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