La muerte de George Floyd desata protestas contra el racismo y la violencia policial
George Floyd
La muerte de George Floyd a manos de la policía norteamericana ha desatado protestas masivas tanto en los Estados Unidos como en el resto del mundo en plena pandemia
Coronavirus en España: la desescalada y última hora, en directo
El pasado 25 de mayo, el afroamericano George Floyd fue detenido en Mineápolis por pagar en una tienda con un billete de 20 dólares supuestamente falso. Durante el arresto, Floyd fue inmovilizado.
El policía blanco Derek Chauvin presionó con su rodilla el cuello del detenido durante casi nueve minutos, a pesar de las quejas de las personas que vieron la escena y del detenido. “No puedo respirar”, decía Floyd.
Según la autopsia, Floyd murió asfixiado. Un vídeo de una testimonio dio la vuelta al mundo y provocó la indignación de muchas personas. Veían en la muerte de Floyd un ejemplo de brutalidad policial y también de la desigualdad que aún existe entre personas negras y blancas en el país. Los policías implicados en la muerte de Floyd han sido despedidos y detenidos. Chauvin ha sido acusado de asesinato.
Protestas masivas
Tras conocerse la muerte de Floyd, empezaron a multiplicarse las protestas por muchas ciudades de los Estados Unidos para pedir igualdad racial y el fin de la violencia policial.
Las manifestaciones se han mantenido durante dos semanas, y han sido las más importantes desde el asesinato en 1968 del líder por derechos civiles Martin Luther King Jr . También se registraron protestas delante de las embajadas norteamericana de muchos otros países.
La mayoría de las manifestaciones han sido pacíficas, pero en algunos casos se han registrado saqueos y ataques contra la policía. La actuación de la policía también ha sido criticada por ser muy dura y por haber utilizado la violencia contra los manifestantes.
Durante esta situación, la actuación del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha sido muy polémica. Los Estados Unidos es actualmente el país del mundo con más casos diagnosticados de coronavirus, lo que ha afectado la popularidad del presidente.
A este hecho se ha unido la gestión que ha hecho de la crisis provocada por la muerte de Floyd. A través de su cuenta de Twitter, red social que utiliza a menudo para expresar sus ideas, Trump indicó que si había violencia en las protestas, sería recibida con más violencia por parte de las autoridades.
La red social optó por añadir un aviso en los mensajes del presidente, por considerar que glorificaba la violencia. Es la primera vez que Twitter llevaba a cabo una acción de estas características con una persona de la relevancia del presidente norteamericano.
Black Lives Matter
Muchos de los manifestantes se han unido bajo el lema ‘Black Lives Matter’ (las vidas de los negros importan, en castellano). El primer uso documentado del lema, utilizado también como hasthag en redes sociales, se asocia con el asesinato de Trayvon Martin. Era un chico negro de 17 años que fue disparado por un vecino de un barrio en el que vivían sus familiares cuando él estaba de visita, en 2012.
Desde entonces, otras muertes de personas negras en los Estados Unidos han indignado a la población. En agosto de 2014, Michael Brown fue disparado por Darren Wilson, un policía blanco. Este caso provocó graves disturbios en Ferguson, la ciudad donde sucedieron los hechos. En 2018, la policía de Sacramento (California) disparó 20 veces contra Stephon Clark porque confundieron su teléfono móvil con un arma.
En los Estados Unidos, las personas negras tienen más probabilidades de acabar en la cárcel o de morir durante la custodia policial que las blancas. Según la ONG Mapping Police Violence, en 2019 1.098 personas murieron bajo custodia policial en los Estados Unidos.
El 24% de ellas eran personas negras, pero en el país solo el 13,4% de la población es afroamericana. El 33% de los presos también son negros: eso significa que, comparativamente, en una cárcel hay más representación de personas negras que en la sociedad norteamericana.
También la pobreza afecta más a los afroamericanos. Según datos de la organización Poverty USA, en 2018 los nativos americanos eran el colectivo con la tasa de pobreza más alta, el 25,4%. Los negros eran los segundos, con un 20,8%. Los blancos, por otro lado, tenían una tasa del 10,1%.
La muerte de George Floyd ha puesto bajo el punto de mira la desigualdad y la diferencia de oportunidades que aún existe entre la población afroamericana y la blanca. Y no solo en los Estados Unidos, sino también en el resto del mundo.