Prohibido el turismo: los países más difíciles de visitar
Países desconocidos
Todavía hoy existen países donde no es fácil acceder ya sea por la guerra, las dificultades de conseguir un visado o su ubicación
Hasta septiembre de 2019, Arabia Saudí era uno de los países más difíciles de visitar como turista. Únicamente se concedían visados a musulmanes en peregrinación a la Meca, trabajadores extranjeros o espectadores de encuentros deportivos o eventos culturales.
A partir de ahora, el país emitirá visas turísticas a ciudadanos de 49 países, con el objetivo de diversificar su economía del petróleo.
A pesar de la globalización, un proceso que ha impulsado el contacto y la comunicación entre diferentes culturas, siguen habiendo países muy restrictivos con los turistas.
Algunos estados están afectados por las guerras, otros dificultan la obtención de visados y otros simplemente se encuentran en lugares tan remotos que acceder a ellos se convierte en un viaje de los más complicado.
Los turistas huyen de la guerra
Una de las razones más tristes para evitar un destino vacacional es la guerra. Los conflictos destruyen la vida de la población local pero también su economía y el turismo en la zona.
La inseguridad, el peligro y el miedo se convierten en argumentos suficientes para que los turistas dejen de visitar esos lugares.
Uno de los ejemplos más conocidos es Siria, cuya población es víctima de la guerra civil desde 2011. Antes ya era difícil visitar el país debido al régimen autoritario de la familia Al-Asad, pero ahora es prácticamente imposible viajar allí.
Somalia es otro de los países poco recomendables para el turismo por culpa de un conflicto armado que empezó en 1991 y ha provocado una grave crisis humanitaria.
Lo mismo sucede con Afganistán, un país golpeado por la violencia desde diferentes frentes: la facción de los talibanes, el grupo terrorista Al Qaeda y el ejército de Estados Unidos durante su invasión (2001-2014).
Las trabas administrativas
La mayoría de países invierten millones para promocionarse y atraer a turistas de todo el mundo, lo que supone una importante fuente de ingresos.
Sin embargo, algunos gobiernos ponen obstáculos a los viajeros y dificultan la entrada en el país. Las dificultades a la hora de obtener un visado y los continuos impedimentos administrativos hacen que muchas personas desistan de sus planes de viaje.
El hermetismo del régimen norcoreano hace que todas las visitas a Corea del Norte estén controladas muy de cerca por el Gobierno. Un guía oficial debe acompañar a los viajeros en todo momento y los visitantes pueden ser deportados si no se siguen las reglas del régimen.
Otros países exigen como requisitos a los viajeros que demuestren que tienen fondos para pagar el viaje y un billete de vuelta, para evitar que se queden de forma ilegal en el país.
Obtener el visado se convierte en un proceso costoso y lento, y a menudo debe presentarse una invitación o autorización del Ministerio de Asuntos Exteriores. Bután, China, Libia, Pakistán, Angola y las ex repúblicas soviéticas de Uzbekistán, Turkmenistán y Rusia, entre otros estados, aplican estas normas a sus turistas.
¿Cómo llegar hasta allí?
Kiribati es un pequeño país formado por 33 atolones de coral en medio del oceáno Pacífico. Para llegar hasta allí hay que pasar por distintas islas: primero hay que volar hasta las islas Fiyi y, desde ahí coger diversos aviones y avionetas cada vez más pequeños.
Además, Kiribati está en peligro debido al cambio climático y a la subida del nivel del mar, que podría hacer desaparecer una parte de sus islas.
Otro de los estados insulares más difíciles de alcanzar es Nauru, una pequeña isla del Pacífico. Muy pocas aerolíneas llegan a esta isla de la Micronesia.
Además, conseguir un visado se convierte en otra aventura: para pedirlo hay que viajar antes a Taiwán, las Islas Fiyi o Australia, ya que son los únicos lugares del mundo con un consulado de Nauru.
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