El animal terrestre más grande del mundo
MNCN
Gracias al empeño de un grupo de científicos, se consiguió disecar un elefante africano a principios del siglo XX
“¿Qué hace un elefante en pleno Madrid?”. Es lo que muchos transeúntes se preguntaban a finales de 1930 cuando, atónitos, se encontraron con un enorme elefante africano por las calles de la ciudad.
Pero no era un animal vivo. Era la piel de un elefante real montada sobre una estructura de madera y escayola: un animal taxidermizado La taxidermia es una técnica para conservar a los animales con apariencia de vivos.
Tampoco se trataba de un elefante cualquiera, ya que el elefante africano es ¡el animal terrestre más grande del mundo! Un grupo de personas lo acababan de montar y lo estaban trasladando al Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN).
Han pasado noventa casi 90 años y el elefante sigue ahí, en el vestíbulo del MNCN, esperando a los visitantes del museo. ¿Quieres conocer su historia? ¡Sigue leyendo!
La piel del elefante
El 22 de marzo de 1913, Jacobo Stuart y Falcó, Duque de Alba, cazó un elefante africano durante una expedición en una zona cercana a Bor, en el actual Sudán del Sur.
El aristócrata quiso hacer una donación al MNCN, así que hizo extraer la piel del cuerpo del animal y trasladó el fardo a Madrid. ¡Tan solo la piel pesaba 600 kilos!
Entonces fue el turno de los conservadores del museo: había que convertir la piel en una réplica del elefante para que los madrileños pudieran admirar al animal. Esta tarea recayó en Luis Benedito, taxidermista del museo, quien había aprendido las técnicas de taxidermia más avanzadas en el norte de Europa.
No hay espacio para tanto animal
El reto era mayúsculo. Para empezar había poco presupuesto y a esto se le sumaba un problema de espacio. ¿Dónde podrían montar el animal terrestre más grande del mundo?
En 1923 se encontró un lugar propicio para montar la piel: el Real Jardín Botánico. Allí se preparó una piscina con una solución de sal para reblandecer la inmensa piel del elefante. En total se utilizaron unos 600 kilos de sal.
Había otro problema: Luis Benedito no había visto un elefante en su vida. Además, ¿cuáles eran las medidas de un elefante africano? El equipo del museo no tenía otro ejemplar y en 1923 tampoco existía Google...
Benedito pidió ayuda a su antiguo mentor: un profesor que ejercía en Alemania. Este le mandó un boceto con las medidas de un elefante africano y parte de un cráneo. Justo lo que Benedito y su equipo necesitaban para ponerse manos a la obra.
El último viaje del elefante
El equipo del museo empezó por construir un esqueleto de madera con las medidas y la forma del elefante. Para representar los pliegues de la piel, recubrieron esta estructura con más de 3.000 kilos de escayola. Finalmente, en 1928 se colocó, con la ayuda de más de 77.000 alfileres, la piel por encima de la escayola.
Luis Benedito dio por terminada la réplica del elefante en 1932. Solo había un pequeño problema: se encontraba en el Real Jardín Botánico y había que trasladarlo al MNCN, a unos cinco kilómetros de distancia.
Colocado encima de una estructura de madera con ruedas y tirado por un tractor, el elefante enfiló el Paseo del Prado rodeado de una multitud de curiosos. Los transeúntes observaban pasmados el elefante más grande que iban a ver en sus vidas.
Si te animas a visitarlo no te pierdas la exposición en el MNCN con los bocetos originales de El taxidermista, el duque y el elefante del museo, un libro de Ximena Maier que cuenta esta misma historia con muchas ilustraciones.
Información elaborada en colaboración con Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN)