Loading...

¿Cómo nos puede afectar psicológicamente un nuevo confinamiento?

Psicología

Varios especialistas nos dan las claves para afrontar las nuevas restricciones y ponen en valor la figura del psicólogo durante esta crisis sanitaria

La pandemia alienta los delitos en la red e incrementa la demanda de profesionales de la ciberseguridad

La alta incidencia del coronavirus amenaza a muchos territorios con volver al confinamiento.

kaipong / kaipong / Getty

Hace meses que salimos del confinamiento general, pero la alta incidencia del coronavirus amenaza a muchos territorios con volver a esa situación. La Comarca del Segrià (Lleida), A Mariña (Lugo) o Lorca (Murcia) son solo algunos de las zonas que han tenido que dar marcha atrás. La ciudad de Madrid podría unirse a ese grupo de territorios que han sufrido un nuevo confinamiento, si finalmente se siguen las recomendaciones del Ministerio de Sanidad.

Claves para afrontar el confinamiento

Pero, ¿estamos preparados para enfrentarnos a otro confinamiento? “Lo más importante es procurar mantener el equilibrio psicológico y recordar la importancia de asumir y aceptar nuestras emociones. Es decir, si estamos mal lo aceptamos, pero no nos quedamos ahí, sino que vamos a buscar la solución, un plan para evitar las emociones negativas”, explica la tutora del Máster Internacional en Psicología de Catástrofes, crisis y emergencias del Instituto HES, Irene Solano.

La experta da algunas claves para afrontar esta situación: encontrar distracciones y ocupaciones, evitar la sobreinformación para reducir la ansiedad, mantenerse activo realizando ejercicio físico y practicando aquellas actividades que más nos gusten, establecer una rutina para mantener la máxima normalidad posible frente a la situación y reforzar las relaciones sociales con nuestros seres queridos.

Nadie nos preparó para afrontar una crisis sanitaria. Por eso, nuestra reacción puede ser desigual, según cada persona. “Reacciones como el estrés postraumático, la ansiedad, desgana o impotencia son habituales en estas circunstancias. Estos desequilibrios del estado de ánimo vienen acompañados de alteraciones relacionadas con el sueño, la alimentación y otros hábitos. Situaciones como la actual alteran el ritmo de vida y producen una mayor inestabilidad emocional por el miedo, la incertidumbre y la falta de control que desencadenan sobre nuestra vida”, apunta Solano.

En el caso de los niños, la comunicación es clave en estas situaciones.

Ana Jiménez / Ana Jiménez

No solo los adultos sufren las consecuencias de un nuevo confinamiento. También hay que vigilar la reacción de los más pequ eños de la casa, los niños. Según el estudio Seis semanas de confinamiento: Efectos psicológicos en una muestra de niños de Educación Infantil y Primaria, desarrollado por académicos de la Universidad Complutense de Madrid y la UNED, las consecuencias del primer encierro no han sido tan duras como cabría esperar.

Entre las conclusiones, los niños entre 8 y 10 años han desarrollado un mayor bienestar emocional durante el confinamiento, debido especialmente a una menor presión por la rutina diaria. El 30% de los menores encuestados han comentado sentirse a gusto en sus casas con su familia durante en confinamiento. Paradójicamente, es en los niños de hasta 6 años dónde sí que se han encontrado casos más ansiosos e hiperactivos. La alimentación, el rendimiento académico o la falta de descanso han sido motivos de estrés y ansiedad en algunas ocasiones para los más pequeños de la casa.

“La afectación dependerá de diferentes factores como puede ser la edad, la situación socio-económica, los trastornos mentales o del desarrollo previos, la violencia de género o situación de maltrato infantil, etc. Todavía no hay estudios concluyentes puesto que es una situación que aún estamos experimentando, pero se sabe que el confinamiento puede causar trastornos de ansiedad, problemas de aprendizaje, exclusión social, disminución de autoestima, dificultades en las relaciones sociales, así como problemas en el desarrollo psicomotor, entre otros”, sostiene la profesora del Máster en Psicología infantil y juvenil y Máster en Coaching e Inteligencia Emocional de ISEB, Sara Matarredona .

Ante un confinamiento, la comunicación con los niños es clave. “Tenemos que dar la información contrastada y adaptada a cada grupo de edad, transmitiendo seguridad y mostrando tranquilidad. Además, es esencial dejar a los niños y adolescentes expresar sus sentimientos y emociones, escuchar su opinión, y resolver sus inquietudes siempre que se disponga la de la información válida y fiable. Acompañarlos en su estado emocional, ayuda al afrontamiento de cualquier situación”, recuerda Matarredona .

Apostar por el asesoramiento

En este contexto, el asesoramiento por parte de un especialista es esencial. El papel de los psicólogos es clave para afrontar esta crisis sanitaria. Además, se trata de un perfil profesional reforzado por la pandemia del coronavirus. El interés por este sector crece y es determinante elegir un buen programa formativo, que refuerce los conocimientos del usuario. En el caso de CEAC, apuestan por potenciar “cursos cada vez más necesarios en los tiempos que vivimos”, aseguran desde el centro. Ante un posible desbordamiento emocional de los menores, argumentan que cursos como el de Técnico en Psicología Infantil y Juvenil son más necesarios que nunca.

“El papel del psicólogo tiene una especial repercusión en situaciones de crisis de cualquier índole. Este profesional puede ayudar a las familias en particular, y a la sociedad en general a reforzar y potenciar las estrategias de afrontamiento que todo ser humano posee, y crear nuevas en caso que sea necesario”, explica Matarredona.

“El rol principal es conocer, comprender y regular las emociones negativas en situaciones de crisis, para poder guiar al paciente en la mejora de su estado emocional. Para ello, es indispensable que los profesionales en Psicología se informen correctamente sobre la situación actual para evitar estados de ansiedad y ayudar a las personas afectadas”, termina Solano.