El tramo inferior del Besòs va camino de convertirse en un grifo fundamental para asegurar el abastecimiento de agua en la región de Barcelona. Un conjunto de actuaciones en la cuenca inferior de este río permitirá multiplicar por cuatro el volumen de los recursos que se podrán aprovechar. Entre las actuaciones más destacadas se encuentra el proyecto para efectuar, por primera vez, una captación directa de agua del río, con la previsión de que entre en producción a final de año o principios del año próximo. Hasta ahora, las captaciones solo eran subterráneas.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, anunció ayer una inversión de 25 millones para multiplicar por cuatro el aprovechamiento de los caudales de la estación de agua potable del Besòs, en el barrio de Trinitat Vella, que abastece la red de Barcelona y el área metropolitana. Estos 25 millones los avanzará la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) y servirán para financiar unas obras que forman parte de las medidas a corto plazo contra la sequía a cargo de la Generalitat.
La actual sequía va a hacer que el centro de gravedad sobre la disponibilidad de nuevos recursos se desplace al Besòs. Hasta ahora, los grandes grifos que prestan suministro a la región de Barcelona son los embalses del Ter y del Llobregat, las desalinizadoras de El Prat y Blanes y la reutilización de aguas regeneradas en la depuradora de El Prat. Ahora, en cambio, el tramo inferior del Besòs va a desempeñar un papel importante. Es toda una paradoja, pues las aguas subterráneas de este río han sido maltratadas a lo largo del siglo pasado, hasta el punto de que su alta contaminación hizo que dejaran de utilizarse para usos domésticos. Sin embargo, entre los años 1990 y 2000 estos caudales (captados en Trinitat) volvieron a ser potabilizados gracias a las modernas tecnologías (ósmosis inversa), suficientemente efectivas como para tratar el agua de boca.
Se ampliarán las captaciones de acuífero y se potabilizará por primera vez agua tomada del río
Los expertos señalan que estas reservas del subsuelo en el Besòs no sufren una contaminación muy acusada provocada por un contaminante específico, sino que se trata de una contaminación muy variada de pequeñas cantidades. Un milagro en el tratamiento hace que pueda ser potabilizada con las nuevas técnicas. “Lo que sale de la planta es casi agua destilada que se debe mineralizar para ser apta para el consumo humano”, dicen fuentes de la compañía Agbar.
Ahora en la estación del Besòs de Trinitat se potabilizan 200 litros por segundo de agua del acuífero. Pero se va a impulsar un plan para aumentar las captaciones, hasta sumar 860 litros por segundo (algo menos de lo que almacena un embalse de 30 hm3, tres veces el volumen del de Siurana), entre aguas subterráneas (del acuífero) y superficiales (del propio río). Las actuaciones estarán listas entre finales de este año y principios del siguiente.
En primer lugar se va a remodelar y modernizar una instalación que ya estuvo a punto de entrar en funcionamiento en la sequía del año 2008, de manera que ahora se podrá mejorar la captación para incrementar la producción hasta 400 l/s a partir del mes de junio.
El nuevo plan persigue recuperar y tratar todos los caudales del Rec Comtal
“Falta agua del acuífero, los pozos están muy bajos y no nos dan toda el agua necesaria”, dicen fuentes de Agbar.
Por eso, la segunda actuación novedosa va a ser aprovechar y potabilizar los caudales del Rec Comtal, una milenaria obra hidráulica de entrada en Barcelona que transporta aguas subterráneas que emergen. El objetivo es aprovechar toda su agua disponible.
Del Rec Comtal se conserva una canalización de unos cuatro kilómetros que discurre entre el afloramiento en la confluencia de los ríos Besòs y Ripoll y su desembocadura en el Besòs. Actualmente, el Rec Comtal transporta entre 500 y 600 litros por segundo. “La idea es captar estos caudales para que no se desaprovechen”, dicen las mismas fuentes.
“Ante la sequía debemos estar preparados para las peores situaciones”, dice Pere Aragonès
El problema ahora es que esta instalación discurre al aire libre y hay riesgo de contaminación. Por eso, para evitar ese peligro, se va a construir una gran tubería paralela al río Besòs, de manera que esta enlazará el nacimiento del Rec Comtal y la potabilizadora. Esta nueva conducción, que tendrá unos seis kilómetros, será una obra de emergencia y discurrirá en paralelo al río, en zona de dominio público hidráulico, lo que reducirá las afectaciones.
Finalmente, se ha previsto llevar a cabo una primera captación de aguas superficiales (directamente del río Besòs) de 300 l/s que deberá estar a punto a final de año o principios del 2024, al igual que el conjunto de actuaciones. La previsión es que estas dos nuevas inversiones (el aprovechamiento del Rec Comtal y la primera captación directa del río) pasen estrictos sistemas de tratamiento (ultrafiltración y ósmosis inversa).
Pere Aragonès afirmó que la solución a la actual sequía es “hacer un uso más eficiente del agua y disponer de nuevas infraestructuras”. “No podemos controlar la intensidad de la sequía o su duración, pero debemos estar preparados para afrontar las situaciones más graves, debemos estar preparados para la peor de las situaciones, incluidas las de dureza extrema”, añadió.
Las actuaciones en marcha permitirán pasar de aprovechar 200 litros por segundo a disponer de 860
El president defendió que las inversiones para afrontar la sequía no deberían contabilizarse en el déficit de las administraciones públicas de disciplina presupuestaria. “La actual normativa en materia de estabilidad presupuestaria prevé que en prioridades de catástrofes naturales se pueda eximir del cumplimiento del déficit. Creo que es un buen ejemplo”, advirtió.