Catalunya prepara nuevas restricciones, imprescindibles pasos atrás en la desescalada, que se habrán de adoptar “sí o sí”, en palabras de la consellera Alba Vergés. Qué tipo de restricciones y de pasos atrás están por concretar y el Govern espera poder anunciarlo hoy o mañana.
En la misma línea, el vicepresident Pere Aragonès explicó en el Parlament que la epidemia iba mal: “No vamos bien, no vamos nada bien”, aunque aún mantenía un si condicional, una vaga esperanza de que la vida social de Catalunya no tuviera que iniciar el camino de vuelta a una situación más parecida a noviembre.
Pedro Sánchez pide revisar las normas especiales de Navidad en todas las comunidades
Coincidía también el tono de Pedro Sánchez en el Congreso centrándose en las medidas que las comunidades han adoptado para sobrellevar Navidad y la pandemia. “En estas Navidades se decide si evitamos la tercera ola”, advirtió mientras invitaba a pasar las fiestas en casa y a que todo el mundo actuara “como si estuviera contagiado”.
El secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon, concretaba un poco más la situación: es “peor de lo que pensamos”, “no vamos bien, vamos muy mal” y los pasos atrás habrá que darlos “cuanto antes mejor”.
El incremento
La semana pasada se registraron 7.900 nuevos casos; en esta ya se va por 11.000
Según sus datos, más actualizados que los que se exponen cada día en el portal Dades Covid –porque ahora utilizan los resultados de las pruebas de antígenos para medir la tendencia y se obtienen mucho más rápidamente–, Catalunya ya tiene en torno a los 11.000 casos semanales. La semana pasada eran 7.900. Y esa cifra de 11.000 se alcanzaba también a principios de octubre, cuando empezó a subir la curva de la segunda ola de forma vertiginosa. Y al cabo de tres semanas se había más que triplicado y mantenía las ucis ocupadas por encima del 60% por enfermos Covid-19.
El otro factor que indica ese “estamos peor de lo que pensamos” es la velocidad de reproducción de los contagios. La semana pasada, durante el puente, la Rt oscilaba entre el 0,92 y el 0,95. Eso suponía que el número de nuevos casos se mantenía en descenso, pequeño, pero descenso. Ayer estaba oficialmente en 1,22, pero según los datos más actualizados que citó el secretario de Salut Pública, cada día los nuevos casos ya se multiplican por 1,45. Más casos que el día anterior. Y no un poco.
A pesar de la información que maneja Salut y tal como explicaba ayer La Vanguardia (“Los nuevos casos de Covid en Catalunya aumentan un 40% en una semana”), no todas las posiciones dentro de los responsables gubernamentales están tan claras. Por ejemplo, la consellera de Presidència y portavoz Meritxell Budó anunciaba el martes que no había ningún motivo para desaconsejar ir a un restaurante y colaborar en la dinamización del sector. También estaba previsto ayer un acto para presentar una campaña que promoviera el consumo en bares y restaurantes durante la Navidad, con el apoyo de la Conselleria d’Empresa i Coneixement.
Argimon explica que suben los casos desde hace siete días y se multiplican por 1,45 los contagios
El secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon, ha reconocido en varias ocasiones que el cierre de la hostelería es la opción más protectora socialmente frente a los contagios, porque junto a los propios domicilios, los restaurantes son los espacios donde se produce esa interacción más relajada y arriesgada, donde es más difícil mantener la distancia y donde se suele prescindir de la mascarilla durante largos periodos, en los que la conversación y la proximidad facilitan el contagio por el aire. Pero que, al no contar con recursos para ayudar a estos negocios si cierran, es difícil tomar esta decisión. De ahí que se pusiera sobre la mesa un posible cierre por franjas horarias.
Posibles medidas
Sobre la mesa está algún tipo de restricción en la hostelería
A la espera de que sea posible un acuerdo dentro del Govern, con dos partidos que se enfrentan dentro de dos meses a unas elecciones y entre los que abundan las discrepancias, Salut ha ordenado dos medidas de precaución en residencias y escuelas. En las residencias, harán pruebas de detección a todos los residentes que salgan por Navidad y a la totalidad de la población de los geriátricos al terminar las fiestas.
Porque es previsible que esta ola –o rebrote– se comporte de forma parecida a lo que está ocurriendo en Alemania, Holanda, Italia o el Reino Unido y que no sea mucho mejor que la segunda que empezó en octubre y no empezó a ceder hasta finales de ese mes. Si es así, la gran subida coincidirá con el comienzo de la vacunación en las residencias. “Si se inicia como está previsto en enero la vacunación en residencias y a la vez hay un rebrote en la comunidad, podemos encontrarnos con que parte de esa vacunación se habrá perdido. La vacuna se administra en una primera dosis, la segunda a los 21 días y a la semana siguiente ya hay inmunidad. Si en medio la persona se expone al virus, puede contagiarse”, explica Argimon.
Cuando la epidemia sube significa que circula mucho virus en toda la comunidad. Una buena parte, incluso el 50%, podría ser asintomático y diseminarlo sin darse cuenta. De ahí la importancia de seguir con los cribados comunitarios en los lugares donde se cree que hay más riesgo, y también los cribados de la comunidad educativa que se harán las tres primeras semanas del segundo trimestre.
La subida de los casos la notarán primero en la asistencia primaria y las urgencias, donde sí están llegando ya más pacientes con síntomas pero aún no crecen las hospitalizaciones. “La mayoría se va a casa”, aseguran en el hospital de Sant Pau. Luego crecerán los ingresos y una parte de los enfermos acabará en las ucis. “Los hospitales tendremos salas suficientes si la subida llega en Navidad, porque en estas fechas se desprograma gran parte de la actividad quirúrgica. Lo que no hay es personal suficiente”, recuerda el epidemiólogo del Clínic Antoni Trilla.
Vuelta de navidad
Cribados masivos en todos los geriátricos; la subida coincidirá con la vacunación
Salut asegura que, si hace falta, se suspenderán las vacaciones del personal para atender la emergencia, “pero la sociedad debería saber que necesitan descanso, que si todo el mundo siente fatiga pandémica, ellos llevan un año dedicados a esto”, apuntó Argimon.
El plan de Navidad sigue de momento tal cual. “Lo cambiaremos si hace falta, pero no porque nos den permiso”, recordó la consellera Alba Vergés en relación con la petición del Ministerio de Sanidad de que se revisaran. Vergés criticó una “voluntad de intervenir para parecer que hacen algo, pero cuando las cosas son complicadas siempre dejan que lo hagan otros”.
La carta de 40 personalidades de la sanidad
Una cuarentena de reconocidos oncólogos, neurólogos, psiquiatras, neumólogos, hematólogos y de otras especialidades de Catalunya, encabezados por Josep Tabernero, firman una carta a la población para que se haga un esfuerzo en amortiguar la tercera ola. Recuerdan que las cifras de fallecidos por la Covid-19 son equivalentes a que en España “se estrellara un avión tipo Airbus 320 (los días mejores) o un Boeing 747 (los días peores)”. Y hacen hincapié en todo lo que se ha quedado fuera del sistema sanitario en esos meses dedicados al drama de este virus: “en lo que llevamos de año, y con respecto al mismo periodo del año pasado, hemos diagnosticado un 15% menos enfermos con cáncer y hemos atendido un 40% menos de primeras visitas de enfermedades mentales”. Y dicen cómo hacía años que no veían “la gravedad de infartos cardiacos e ictus que hemos visto en estos meses”. La vacunación, apuntan, es la salida del túnel. “Pero hasta entonces tendremos que seguir cumpliendo estas medidas (de prevención) pensando en el bien común”.
Apelan a la responsabilidad social. “El número de aviones que se estrellarán en los próximos meses dependerá de lo que hagamos en las próximas semanas y en las fiestas de Navidad”. “Será nuestra responsabilidad”.