Carta del médico de Igualada que detectó el brote: la enfermera no tuvo la culpa

Me llamo David Roncero Carrera, trabajo de médico en el servicio de urgencias de Igualada y soy la persona que detectó el brote inicial. He seguido las comunicaciones en prensa y por otros medios de dicho brote, y se han cometido una serie de errores en todas ellas. Se las explico aquí:

1.º El brote se ha atribuido erróneamente a una enfermera trabajadora del hospital. Dicha enfermera muy probablemente se ha infectado en dicho centro, dado que no había realizado viajes recientemente.

2.º Desde el inicio del brote muchos trabajadores de UCI reclamábamos la posibilidad de realizar la PCR a pacientes con clínica sugestiva, siempre denegados por epidemiología. Y ese probablemente es el origen del brote, un paciente ingresado con coronavirus sin ser diagnosticado. La enfermera es una víctima más de la epidemia.

Respecto a la situación actual, hay decisiones que se deberían tomar sin dilación, que dependen de políticos y altos técnicos sanitarios, que no se están tomando y que ocasionarán un elevado número de muertes. Entre otras, la decisión de cómo limitar los tratamientos en un momento en que el sistema se colapsa y en el que no se podrá atender a todos los enfermos. Los datos los maneja la Conselleria de Salut.

Si no acotamos ahora qué pacientes son candidatos a respiración asistida, aumentará la mortalidad. No se puede pedir a los que trabajamos a pie de cama que decidamos más que por criterios clínicos. Los datos de gestión los tienen otras personas. Son decisiones difíciles y desagradables, como las que estamos tomando cada día en nuestro trabajo. Es hora de que los políticos también las asuman y hagan el suyo.