La declaración del empresario Víctor de Aldama ante el juez en el sentido de haber pagado comisiones al exministro de Transportes José Luis Ábalos ha provocado que el magistrado del Tribunal Supremo Leopoldo Puente haya citado a declarar a este último de forma voluntaria como investigado el próximo 12 de diciembre en la causa abierta contra él por la supuesta contratación irregular de mascarillas y material sanitario durante la pandemia, el llamado caso Koldo.
El instructor inició las diligencias después de que el Alto Tribunal acordara aceptar la exposición razonada enviada por la Audiencia Nacional ante la existencia de indicios de que Ábalos habría cobrado mordidas por parte del empresario Víctor de Aldama a cambio de concederle millonarios contratos de mascarillas en plena pandemia. La unidad central operativa (UCO) de la Guardia Civil ya señaló que aparte de dinero en metálico, Ábalos habría disfrutado de un chalet en Cádiz y de un piso para una de sus parejas en Madrid, ambos inmuebles supuestamente pagados por la trama.
El exministro y exsecretario de Organización del PSOE siempre ha negado tales hechos. Hasta hace unos días, todos negaban la existencia de tal trama. Sin embargo, uno de los investigados ha optado por romper su silencio. Su necesidad por lograr su libertad, empujó a Aldama a asegurar que pagó tales comisiones y sostener que llegó a pagar 400.000 euros en total a Ábalos.
Esta declaración fue realizada ante el juez de la Audiencia Nacional que investiga el caso Koldo, Ismael Moreno, quien remitió una copia de la declaración a Leopoldo Puente. Diez días después este ha dado el siguiente paso al citarle a declarar como investigado. Ahora bien, al ser aforado por su condición de diputado, la citación es voluntaria. Si se negase a acudir, el magistrado tendría que dirigirse al Congreso de los Diputados para solicitar un suplicatorio que le permita iniciar una causa formal.
Ábalos niega esas mordidas, igual que lo hace Koldo García. Aldama también señaló a otros miembros del Gobierno y todos sin excepción han negado tales acusaciones. A Aldama no se le dio credibilidad dentro de las filas socialistas sobre todo cuando incluso llegó a decir que era colaborador de la Guardia Civil. Sin embargo, ayer declaró un coronel del instituto armado que reconoció tal extremo. Por eso, el instructor tiene la labor ahora de buscar otros indicios que ratifiquen las acusaciones del empresario.
Respecto de Ábalos, Aldama aseguró en su declaración del pasado 21 de noviembre haberle pagado 250.000 euros por los contratos de mascarillas y en total en torno a los 400.000 euros por el resto de gestiones, además de otros pagos en especie como el pago de varios alquileres de casas.
Según el empresario, muchos de esos pagos se hacían a través de Joseba García, hermano de Koldo, en República Dominicana y sostuvo que Koldo García era el encargado de distribuir el dinero con Ábalos aunque reconoce que en alguna ocasión lo hizo en su presencia en el propio Ministerio para asegurarse que ese dinero llegaba a su destinatario final.
La declaración del Aldama dio más de si. Contrariamente a lo fijado inicialmente, el instructor ha decidido asumir la parte de la investigación que tenga que ver con el antiguo asesor de Ábalos, Koldo García, y del propio Aldama. El empresario aseguró que el dinero que iba destinado al ministro pasaba primero por las manos del asesor, quien era el encargado de entregárselo.
Ábalos, Koldo García y Aldama, judicialmente inseparables
Para Puente, no se puede investigar a Ábalos de manera independiente sin contar con estas dos personas por su vinculación e implicación. Por eso, les ha citado a declarar los próximo 16 y 17 de diciembre, una vez oído al exministro. Los tres están relacionados de forma “directa e inescindible” y por tanto, para el juez, deben ser investigados conjuntamente.
Según la exposición razonada enviada por la Audiencia Nacional, De Aldama sería la persona que en beneficio propio y de terceros, a través de determinados pagos o de contraprestaciones económicas y aprovechando su influencia sobre Koldo García y sobre el propio Ábalos, “habría logrado para sí o para terceros y con beneficio económico propio, la adjudicación de determinados contratos, fundamentalmente con las entidades Puertos del Estado y ADIF, pero también con otras administraciones o entidades a ella vinculadas”, que ascendieron a 54 millones de euros.
Respecto a Koldo García, se trataría de la persona que podría haber actuado como enlace entre la Administración o entidades vinculadas a ella a empresas privadas o conductas equivalentes, es decir, entre Aldama y Ábalos. El instructor indica que los pagos que De Aldama, podría haber realizado a los dos primeros deben ser investigados todo junto.