China ya tiene a 20 millones de habitantes en cuarentena por el coronavirus
Tres ciudades cerradas
Huanggang, de seis millones de habitantes, y Ezhou, con uno, suspenderán el transporte y piden a sus ciudadanos que no salgan de la urbe sin “razones especiales”
La ciudad china de Huanggang, cercana a Wuhan -epicentro del brote de neumonía vírica que ha dejado al menos 17 muertos-, anunció hoy que también suspenderá a partir de la medianoche de hoy todo el transporte y pidió a los ciudadanos que no salgan de la urbe sin “razones especiales”. Asimismo, otro municipio cercano, Ezhou, cerrará su estación de tren local hasta nuevo aviso.
Huanggang tiene 7,5 millones de habitantes y Ezhou, un millón, lo que eleva a casi 20 millones de personas los que se encuentran ya en está cuarentena ‘de facto’ iniciada esta mañana en Wuhan, donde todos los transportes quedaron suspendidos para tratar de contener la propagación del brote.
Ciudades paralizadas
Huanggang tiene 7.5 millones de habitantes y Ezhou uno, lo que eleva a casi 20 millones las personas en cuarentena
En las últimas horas ya estaba prohibido salir de la séptima ciudad más poblada del país más poblado del mundo. Wuhan, capital de la provincia de Hubei, estaba en una cuarentena ‘de facto’ para tratar de contener la propagación del nuevo coronavirus. Hasta estos días, la ciudad no era precisamente conocida en el extranjero, pese a que tiene 11 millones de habitantes.
Así pues, la decisión de ‘sellar’ Wuhan se puede entender mejor con el siguiente paralelismo: sería como cerrar una urbe aún mayor que Nueva York (8,4 millones de habitantes) en un 23 de diciembre, justo antes de la Nochebuena. ”No hay precedentes en China desde 1949 (año de la fundación de la República Popular), ni siquiera durante el SARS en 2003. La gente de Wuhan está haciendo sacrificios”, escribió en Twitter el polémico director del diario oficialista Global Times, Hu Xijin.
Y el momento en el que ha surgido este brote no podía haber sido menos oportuno: coincidiendo con la ‘Nochevieja china’, equivalente de la Navidad cristiana al ser el festivo tradicional más importante del año y que precede al día del Año Nuevo lunar, que se celebrará el sábado.
En Wuhan quedó suspendido todo el transporte público y se cerraron las terminales de salida del aeropuerto y las estaciones de tren. Aunque no se especificó si se cortaban las carreteras, sí que está prohibido salir de la ciudad sin “razones especiales” y en las redes sociales hay quienes aseguran que al menos las entradas principales también están bloqueadas.
En Wuhan
Se suspendió el transporte público y se cerraron las terminales de salida del aeropuerto y estaciones de tren
El nuevo coronavirus (cuyo nombre oficial es 2019-nCoV) es similar al que provocó entre 2002 y 2003 una epidemia del síndrome respiratorio agudo y grave (SARS), que dejó en China más de 600 muertos y un mal sabor de boca en la Organización Mundial de la Salud (OMS), que acusó a las autoridades de ocultar información durante aquel brote.
Todas las miradas están puestas ahora en Pekín, que ahora no solo pondrá en práctica lo aprendido en prevención y control durante aquel brote sino que también deberá pasar del dicho al hecho tras años de retórica sobre el refuerzo de la transparencia y la apertura al exterior. Pero el panorama en 2020 es muy diferente al de hace 17 años.
En 2003 era noticia que más de cien millones de campesinos habían emigrado a áreas urbanas en los anteriores diez años. Hace menos de dos semanas la noticia era que las autoridades esperaban unos 3.000 millones de viajes por la época festiva del Año Nuevo lunar, la considerada mayor migración humana anual en el planeta, en la que participan precisamente muchos de esos campesinos emigrados.
Y es que el PIB per cápita, según datos del Banco Mundial, era entonces de 1.288 dólares, cifra que se ha multiplicado prácticamente por ocho en menos de dos décadas para cruzar en 2019, por primera vez en su historia, la barrera de los 10.000 dólares, anunció recientemente el Gobierno.
25 de enero
Las autoridades chinas esperaban unos 3.000 millones de viajes por la época festiva del Año Nuevo lunar
Los chinos son más ricos y se pueden permitir más viajes, algo que también se debe a la intensa inversión en infraestructura sobre la que Pekín ha cimentado buena parte de su ‘milagro económico’: a finales del año pasado, China contaba con unos 35.000 kilómetros de redes de ferrocarril de alta velocidad, mientras que esa cifra era nada menos que de cero a mediados de los 2000.
El transporte aéreo también ha vivido su ‘boom’ particular: en 2009 había 158 aeropuertos en el país, y a finales de 2019 el número era de 238. En resumen: si en 2003 los chinos realizaron 870 millones de viajes de turismo doméstico (la Oficina Nacional de Estadística incluye las visitas a familiares), en 2018 la cifra alcanzaba los 5.539 millones.
Por tanto, resulta comprensible el temor de las autoridades a que Wuhan -parada del tren Pekín-Cantón, una de las principales líneas ferroviarias del país- se convierta no solo en uno de los mayores ‘hub’ de transporte del país sino también en un ‘hub’ para la propagación del coronavirus.
La pregunta es: ¿se ha cerrado la ciudad a tiempo? Hace más de un mes que comenzaron los primeros casos, la época de viajes del Año Nuevo lunar comenzó el pasado día 10 y las imágenes difundidas por algunos medios locales mostraban largas colas en el aeropuerto y las estaciones de tren de la ciudad, ya que las autoridades anunciaron su cierre siete horas antes de hacerlo efectivo.