Los 9 mejores destinos del mundo para fotografiar auroras boreales
Estas increíbles figuras lumínicas son uno de los fenómenos naturales más espectaculares que se pueden ver cerca del Ártico
(Foto: Getty)
Uno de los fenómenos naturales más bonitos que se puede contemplar en el cielo son las auroras boreales. Los antiguas tribus las asociaban con las almas de los difuntos aunque, hoy en día, se sabe que se forman cuando el viento solar envía partículas cargadas a la Tierra que al colisionar con la atmósfera producen energía en forma de luz fluorescente. Los colores verdes y amarillos se forman por el oxígeno, los azules por el hidrógeno, y lo rojos y rosas a causa de las moléculas de helio, toda una banda cromática que tiñe el cielo del círculo polar Ártico.
Además, el mejor momento para ver este gran espectáculo de la naturaleza, es desde finales de otoño, en octubre, hasta principios de primavera, en marzo, durante las horas de más oscuridad. Una maravilla que hay que contemplar una vez en la vida.
Fairbanks, Alaska (Estados Unidos)
(Foto: Getty) La ciudad de Fairbanks, en Alaska, es uno de los mejores lugares del mundo observar el misterio de la aurora boreal, pues se encuentra situada geográficamente bajo el "óvalo de la aurora", el lugar en que se ven con mayor frecuencia.
Great Slave Lake, Northwest Territories (Canadá)
(Foto: Getty) A orillas del lago Great Slave se encuentra la capital de las Tierras del Norte, Yellowknife. Se trata de un territorio donde la aurora boreal es tan brillante que llega a iluminar los caminos en la oscuridad. Alrededor del lago se montan tiendas de campaña con calefacción para poder observar, bien calentitos, el espectáculo del cielo.
Blackness Castle, Escocia (Reino Unido)
(Foto: Getty) A las afueras de Linlithgow se encuentra el castillo de Blackness, una fortaleza medieval que fue construida por la familia Crichton para vigilar la bahía, ahora es un buen lugar para observar las luces del norte, y aunque no tengan la misma intensidad que en otros lugares la imagen es siempre impactante.
Laponia (Finlandia)
(Foto: Getty) La Laponia finlandesa está llena de contrastes, durante los tres meses de verano la luz solar brilla durante 24 horas, en cambio, durante los meses de invierno no hay sol en absoluto, un tiempo en el que reina la oscuridad, y las auroras boreales se pueden ver en casi 200 noches del año.
Kangerlussuaq (Groelandia)
(Foto: Getty) Groelandia es tierra para verdaderos aventureros que desean conocer esta parte del mundo, una tierra salvaje cubierta de hielo en el 84% de su superficie. Tiene un promedio de 300 días con cielos despejados al año, siendo el lugar perfecto para los cazadores de auroras. En Kangerlussuaq son fáciles de ver sobre los tejados de las casas de colores.
Kirkjuffel, península de Snæfellsnes (Islandia)
(Foto: Getty) Kirkjuffel es una montaña de origen volcánico situada en Grundarfjörður (el fiordo de Grundar), aquí el silencio y el cielo se funden hasta mostrar las más hermosas auroras boreales. Y es que Islandia posee decenas de volcanes, géisers, fiordos, fallas, cascadas..., en definitiva un paisaje fascinante.
Hamnoy, Norland (Noruega)
(Foto: Getty) El cinturón de auroras boreales entra en el norte de Noruega por las Islas Lofoten, alli se encuentra el bonito pueblo de pescadores de Hamnoy, un lugar cálido sobre el mar, con casas típicas de pescadores que ahora sirven de alojamiento a los turistas que lo visitan en busca de las " luces del norte" .
Murmansk (Rusia)
(Foto: Getty) Murmansk está situada en el extremo noroeste de Rusia, en la bahía de Kola, y es la ciudad ártica más grande del mundo. Se puede disfrutar de todas las comodidades en el frío invierno, mientras, en el cielo, tiene lugar el fenómeno natural de las auroras boreales.
Abisko (Suecia)
(Foto: Getty) Las auroras boreales suelen verse mejor lejos de la ciudad y la contaminación lumínica, y el parque Nacional de Abisko, las montañas circundantes Kiruna y el archipiélago de Lulea son los destinos suecos con más posibilidades de ver este impresionante fenómeno. Por sus cielos despejados, tranquilidad, belleza, y un entorno salvaje, la experiencia se convierte en inolvidable.