Ocho de los diez tipos de basura más abundantes en el mar están hechos de plástico. Carmen Morales-Caselles, científica marina de la Universidad de Cádiz, ha recopilado más de 12 millones de datos de siete ecosistemas marinos distintos para dibujar el primer mapa global de la basura de los océanos.
“Lo más complejo fue armonizar toda esta información para poder comparar y sacar conclusiones”, dice la investigadora, que ha utilizado datos de otros científicos, de asociaciones y de ciudadanos, como pescadores y buceadores, para dar sentido a todo este esfuerzo colectivo.
¿Cuál es la principal conclusión de su mapa de las basuras marinas?
Ya nos esperábamos que el plástico fuese predominante, pero lo que no sospechábamos es que la gran mayoría de las basuras correspondiesen a tan solo 10 de las 112 categorías analizadas. Eso nos llamó la atención y, en particular, que cuatro de ellos supusieran casi la mitad de toda la basura: las botellas, las bolsas, los envases y los envoltorios de comida de plástico. Fue un shock, porque no esperábamos que hubiese unos objetos tan prevalentes.
La basura marina
“Casi la mitad son botellas, bolsas, envases y envoltorios de comida de plástico”
¿Qué otros resultados les sorprendieron?
Se ha dicho mucho que el 80% de la basura viene de tierra y el 20% del mar, pero hasta ahora no había habido un análisis científico que lo demostrase. Nosotros vimos un número muy similar. En nuestro caso, ¿por qué decimos que un mínimo de un 22% de la basura viene de actividades acuáticas? Porque este porcentaje es lo que seguro que está relacionado con actividades marinas, como la pesca, aunque podría ser un porcentaje mayor, ya que hay muchos objetos de consumo que no sabemos si pueden venir de la tierra o del mar.
¿Qué es lo más surrealista que han encontrado en el mar?
Una lavadora, viales de sangre, residuos de munición militar, ropa, bastantes globos de helio infantiles… Te preguntas de dónde puede venir todo eso. Ahí ya te puedes imaginar cualquier tipo de historia.
¿Dónde tiende a acumularse toda esta basura?
Rompiendo un poco el paradigma de que todo se va a los grandes giros oceánicos, lo que fuimos viendo es que hay grandes sumideros de basura cerca de la costa, bien sea en las playas o en los fondos marinos someros. Y muchas veces varían en función del tipo de objetos. Por ejemplo, las bolsas y los envoltorios tienden a quedarse cerca de la costa, mientras que hay otros plásticos, como los tapones, que son más pequeños, que tienen más facilidad para irse a océano abierto.
Lo que hay en los océanos
“Una lavadora, viales de sangre, munición militar... Te preguntas de dónde viene todo eso”
¿Qué implicaciones tiene esto?
Si somos capaces de interceptar esta basura en la costa, antes de que se fragmente y se convierta en microplásticos, podemos frenar que se propague en mar abierto, donde ya sería muy difícil de recuperar. De hecho, actualmente es imposible recuperar los microplásticos. Muchas veces nos hemos fijado en datos obtenidos en grandes expediciones a los giros oceánicos o en la limpieza de playas, pero hay algunos sumideros que no estamos teniendo en cuenta y a los que está yendo mucha basura. Lo que pasa es que está lejos de nuestra vista.
¿Los microplásticos son el gran problema?
Los macroplásticos también lo son, lo que pasa es que son más visuales y somos más conscientes de que existen. En cambio, los microplásticos realmente no se ven y no somos tan conscientes de ellos. ¿Qué sucede con los microplásticos? Al tener un tamaño similar al plancton, que es la base de la cadena trófica, ciertos organismos pueden confundir su alimento pensando que es plancton. Y ahí desconocemos la cascada de consecuencias, aunque podemos intuir que no es nada positivo.
¿Qué soluciones existen para este problema?
Por un lado, no es una cuestión de limpiar sino de cerrar el grifo para que no llegue esa basura a nuestro entorno. Por otro, vemos cómo se prohíben los bastoncillos para los oídos o las pajitas –algo que es bueno para avanzar–, pero cuando luego analizamos la basura marina nos damos cuenta de que este tipo de medidas no están actuando sobre la base del problema, es decir, sobre los cuatro tipos de objetos dominantes. Hay que ser más ambiciosos y buscar soluciones dirigidas hacia este tipo de objetos.
¿Por ejemplo?
Antes de pensar que el rediseño del plástico en fécula de patata o de maíz es una solución, tenemos que pensar en el ciclo completo del material. A lo mejor esto va a suponer un gran uso de agua y pesticidas para cultivar patatas y maíz. Tenemos que pensar en el ciclo completo de las soluciones. Al final lo más efectivo es evitar el consumo de ciertos objetos. Otra vía importante es la responsabilidad ampliada del productor y las industrias para que también sean responsables de todo el ciclo de vida del producto. Hay que acabar con la linealidad de la economía.
Biografía exprés
Carmen Morales-Caselles
Nacida en Madrid. Con 17 años se fue a estudiar ciencias del mar en la Universidad de Cádiz, donde se doctoró en contaminación marina y ecotoxicología, y actualmente investiga en el laboratorio de basuras marinas. Ha sido consultora para la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO en París y Uruguay. También ha trabajado en la costa oeste de Canadá, donde desarrolló un sistema de monitoreo para analizar la presencia de contaminantes en sedimentos marinos y sus efectos.