Ramoncín ha compartido en el programa Y ahora Sonsoles una de las historias más desconocidas de su vida: su complicado origen familiar. El cantante nació en un taxi en plena Puerta de Alcalá y, tan solo dos años después, su madre biológica lo dejó al cuidado de su abuelo y su tía. Criado en un entorno lleno de amor, nunca sintió la ausencia materna, aunque con el tiempo entendió el peso de su historia.
“Mi madre siempre fue muy graciosa y decidió tenerme allí. Nadie sabía que estaba embarazada”, reveló Ramoncín. Su madre se puso de parto de manera inesperada y, con la ayuda de su abuelo, llegó a Madrid en una camioneta antes de subirse a un taxi en Atocha. Fue allí donde, sin tiempo para llegar a un hospital, el cantante vino al mundo. “Más madrileño imposible”, bromeó.
Ramoncín recuerda su infancia marcada por la ausencia de su madre y la figura clave de su abuelo
“Mi madre siempre fue muy graciosa y decidió tenerme allí. Nadie sabía que estaba embarazada”, reveló Ramoncín. Su madre se puso de parto de manera inesperada y, con la ayuda de su abuelo, llegó a Madrid en una camioneta antes de subirse a un taxi en Atocha. Fue allí donde, sin tiempo para llegar a un hospital, el cantante vino al mundo. “Más madrileño imposible”, bromeó.
Cuando ambos pudieron reencontrarse de manera más profunda, el cantante experimentó una revelación: “Me di cuenta de que tenía dos madres”. Su tía, a la que siempre llamó “la tita”, nunca intentó ocupar el lugar de su madre biológica, pero fue ella quien le dio un hogar estable y amoroso.
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A pesar de su complicada infancia, Ramoncín no guarda rencor. Todo lo contrario, considera que su madre le dejó un valioso regalo: “Me hizo el mayor favor del mundo. Me dejó en la calle Canarias, en el barrio de Delicias, rodeado de una familia maravillosa”. Para él, haber crecido en ese entorno fue determinante para convertirse en la persona y el artista que es hoy.
El abuelo del cantante, una figura clave en su vida, también dejó una profunda huella en él. “Era un hombre espectacular. Decía: ‘El que sabe, puede’”, expresó. Su pasión por la lectura y el conocimiento se convirtieron en un legado que el artista ha llevado consigo toda su vida.
De la infancia en Delicias a la movida madrileña
El ascenso de un icono del rock español
Ramoncín pasó de crecer en un barrio humilde de Madrid a convertirse en un icono de la música en España. En 1976 respondió a un anuncio de un grupo de Vallecas que buscaba un cantante con carisma en el escenario. Su estilo irreverente y transgresor encajó a la perfección, y en cuestión de pocos años su carrera despegó. “Yo quería electrificarme, tocar en escenarios grandes y hacer algo distinto”, confesó.
Pensaba: cuando terminemos de tocar, a mí me llevan detenido”
Con canciones como Marica de terciopelo o Hormigón, mujeres y alcohol, Ramoncín se convirtió en una de las voces de la movida madrileña. Sin embargo, su espíritu crítico y su actitud polémica también le granjearon detractores. “Pensaba: cuando terminemos de tocar, a mí me llevan detenido”, reconoció sobre su paso por la televisión en una época donde la libertad de expresión todavía encontraba barreras.
A día de hoy, el cantante sigue recordando su historia con un equilibrio entre nostalgia y gratitud. “He vivido en un parque de atracciones”, concluyó con una sonrisa.