First Dates continúa su andadura televisiva en las noches de Cuatro. El programa de citas por excelencia de la pequeña pantalla lleva más de ocho años en emisión, y durante todo este tiempo, los espectadores han sido testigos de innumerables citas con finales felices y de otros muchos encuentros totalmente catastróficos.
Uno de los protagonistas de la noche del miércoles era Julio (21), un piloto de Madrid que confesaba nada más llegar que le encantaba mantener relaciones sexuales en cualquier lado. ''Muchos pasajeros tienen sexo en el avión. ¿Por qué el piloto no va a poder?'', declaraba. A pesar de su gran actividad sexual, el joven aún no había sentido la chispa del amor ni había tenido pareja.
''Estoy en una etapa de disfrutón y ligoteo. No me quiero cerrar a nada, cuando venga el flechazo ya se verá'', contaba. Eso sí, Julio reconocía que para un piloto no era fácil encontrar el amor. ''Para tener una relación a distancia hay que ser bastante maduro'', aseguraba. Quería conocer a ''una chica con personalidad, picante y traviesa''. 'Me gustan las chicas de mi edad, pero no me importaría una Isabel Díaz Ayuso'', confesaba.
Su cita era Violeta (19), una estudiante de ingeniería mecánica de Logroño que se definía como una persona muy sexual. ''Somos jóvenes y hay que disfrutar'', decía. La primera impresión entre ambos no podía ser mejor. ''Muy guapa, tiene unos ojos de tigresa que me atraen'', comentaba él.
La velada comenzaba con mucha complicidad y sintonía entre ambos. Por ello, Julio no dudaba en presumir de raíces italianas durante los primeros minutos. ''No quiero tirarme flores, pero la pizza napolitana es la mejor'', contaba entre risas. También tenían en común su pasión por los deportes de motor, en especial por la Fórmula 1 y las motos. ''Ya que eres ingeniera mecánica te gustará que sea piloto'', presumía el soltero.
''Espero que esto no llegue a ningún jefe''
En un momento de la velada, Julio cambiaba drásticamente de tema para interesarse por la actividad sexual de Violeta. La soltera le explicaba de la manera más clara posible que había sido un año muy bueno a nivel sexual. ''Con los chicos que he querido tener algo, con todos he acabado teniendo algo'', decía.
Pero las confesiones de la riojana no terminaban ahí, ya que se consideraba una chica muy atrevida. ''El sitio más raro dónde lo has hecho'', quería saber el soltero. ''En un coche en unas viñas'', replicaba.
Para Julio, el lugar más atrevido era una cabina de avión. ''Está chulo. Que mejores vistas vas a tener que desde una cabina de un avión a 15 mil metros'', recalcaba, dejando a su cita impactada. ''Espero que esto no llegue a ningún jefe porque igual no les hace gracia'', pedía el joven. ''Me ponen las alturas'', comentaba la soltera. Tras una cita llena de complicidad, los solteros acordaban tener una segunda cita.